Peter observaba a Emma mientras ella se revolcaba sobre la cama, riendo y resistiéndose a la idea de irse a bañar. Sabía que tenía que hacerlo antes de que fuera más tarde, pero su hija parecía tener otros planes.
─ Emma, es hora del baño ─dijo Peter con una sonrisa paciente mientras se inclinaba hacia ella.
Emma, con una sonrisa traviesa, rodó lejos de su padre y se escondió bajo las sábanas.
─ ¡No! ─exclamó con voz juguetona, negándose a salir de su improvisado escondite.
Peter se sentó en la orilla de la cama y suspiró, sin dejar de sonreír.
─ Vamos, pequeña. Tienes que bañarte. Estás llena de chocolate... y quién sabe qué más. ─Levantó una de las sábanas, revelando a Emma que lo miraba con una expresión de completa inocencia, como si no entendiera por qué tenía que dejar su cómodo refugio.
─ ¡No bañito, papá! ─replicó Emma, cruzando los brazos mientras Peter la miraba divertido.
─ Te prometo que no será tan malo ─dijo él, agachándose para agarrarla suavemente y levantarla en el aire. Emma soltó una pequeña risita cuando su papá la alzó, sabiendo que no podría escaparse esta vez.
Al llegar al baño, Peter comenzó a llenar la bañera con agua tibia mientras Emma lo miraba desde el borde, jugando con sus pequeños deditos en el agua.
─ ¿Sabes qué, Em? ─le dijo Peter, arrodillándose frente a ella para desabrocharle el pijama. ─ Cuando era pequeño, tampoco me gustaba mucho bañarme. Siempre me escondía de la tía May.
Emma soltó una risita y Peter sonrió, recordando aquellos días.
─ ¡Qué tonto, papá! ─dijo ella, y Peter no pudo evitar reírse mientras le quitaba el pijama y los pañales.
Con delicadeza, Peter levantó a su hija y la colocó dentro de la bañera. Emma se sentó con un pequeño chapoteo, rodeada de burbujas que comenzaban a formarse. Durante unos momentos, la niña simplemente miró el agua, fascinada por las burbujas que se elevaban y estallaban a su alrededor.
─ ¡Burbujas! ─exclamó con entusiasmo, extendiendo sus manos para atraparlas.
Peter sonrió, aliviado de que la resistencia inicial se hubiera desvanecido. Agarró el jabón y comenzó a lavarle suavemente el cabello, cuidando de no hacerle daño ni dejar que el agua le cayera en los ojos.
─ Cierra los ojitos, Em. ─le dijo con cariño mientras Emma obedecía de inmediato, confiando completamente en su papá.
Después de un par de minutos más de risas y juegos con el agua, Peter terminó de lavarla. El baño había sido más sencillo de lo que esperaba, y Emma parecía estar disfrutando. Incluso había comenzado a chapotear con más energía, lanzando agua por todas partes y empapando la camiseta de Peter en el proceso.
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𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫 𝐅𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫; 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 𝐏𝐚𝐫𝐤𝐞𝐫
FanfictionSpider-Man cambiando pañales...¿Quién lo diría?