Sentí el agua fría correr por mi rostro logrando que me despertara. Miré a los lados y seguía en el mismo lugar. Atada e incómoda.
El sentimiento de miedo por saber que alguien más descubrió mi secreto se hacía presente. Estaba temblando, hasta que su voz me hizo mirarlo fijamente.
—¿Ya despertó la princesa?—. Estaba más cerca de mí, podría apreciarlo si no tuviera todo su rostro cubierto con una máscara.
—¿Por qué tanto miedo que necesitas cubrirte?—.
—No soy el único que usa máscaras—. Esa respuesta me tomó por sorpresa.
Negué con la cabeza y sonreí.
—Ya que lo sabes, ¿qué piensas hacer con eso? No tienes pruebas y yo lo puedo negar todo—.
—Eso ya lo había pensado, tu madre puede estar muy cambiada físicamente pero ay detalles que se le escaparon. No te diré cuales son porque tu sola los iras descubriendo—. Asentí.
—Bueno supongo que querrás que lo deje todo o sino todo esto saldrá a la luz—.
—Exacto, solo piénsalo, tu presa por tráfico de dorga, falsificación de identidad y muchos otros delitos—. Me encogí de hombros.—Solo piénsalo—. Con esto salió de esa habitación.
—Puuff—. Bufé y recosté mi cabeza en mis hombros como pude. Cerré los ojos e intenté dormir.
La puerta se abrió.
—¿Vienes de nuevo para que rechaze tu propuesta?—. Dije sin levantar la vista.
—¿Qué propuesta?—. Esa voz erizo cada vello de mi cuerpo. Mi vista se dirigió hacia el.
Diablos como lo extrañaba. Su cabello blanco, sus labios carnosos, esos músculos trabajados y esa maldita sonrisa.
—¿Qué haces aquí?—. Decidí preguntarle.
—Tienes rastreadores tonta, y al ver que te moviste a este lugar, vine—. Eso no lo sabía. —¿Qué hacías aquí?—.
—Darlok, ¿crees que me ataría a una silla yo sola por gusto?—. Giré los ojos ante su estúpida pregunta.
—¿Preguntas o afirmas?—.
—Desatame—. El hizo lo que le ordené no sin antes dejar un comentario que no venía al tema.
—¿Sabes, siempre eh querido tener sexo post secuestro?—.
—Darlok se serio por una puta vez en tu vida—. Le grité haciendo que este soltara una sonora carcajada.
—Okey pero enserio, ¿que sucedió?—. Preguntó abriendo la puerta su auto para irnos de aquí.
—Me secuestraron pidiendo que lo dejara todo porque estaba jodiendo su negocio—. Me encogí de hombros restándole importancia. Obvio que no le iba a decir que mi presunto secuestrador sabía mi supuesta verdadera identidad.
—¡Agh!, que patético—. Reclamó yo solo asentí y me recosté de la ventana.
El trayecto fue corto, llegamos a su casa. Este se bajó y rodeó el auto para abrirme.
—Debes de tener más cuidado—. Me comentó mientras caminábamos por el largo camino de piedras rodeado de flores que había para entrar a su mansión.
—Eso suponía. Algo que no comprendo es como sabía que yo era la jefa. Tú siempre vas como mi representante, nadie me ha visto. Y los muy estúpidos ni siquiera saben si soy mujer o hombre—. Rodé los ojos, en mi mente no sonaba tan patético pero al decirlo en voz alta.... Bufé.
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Love is a lies
Teen FictionAlguna vez has pensado que ocurriría si descubrieran que toda la vida que les diste a conocer....fuera una farsa. Que ellos creían que eran los villanos de esta historia y en realidad ay más de uno.....