Capítulo 2

334 23 0
                                    

"Marco, ¿te estoy molestando?"

Loraine desató su hostilidad. "Sí, obviamente."

El color se drenó del rostro de Keely.

"Lo siento. Por favor, no te enojes. Me iré de inmediato."

Mientras Keely hablaba, se movió como si fuera a irse.

Frunciendo el ceño, Marco miró a Loraine y dijo: "Keely es nuestra invitada, Loraine. Cuida tu actitud."

De pie sola en la puerta, Loraine se sintió humillada, como si estuviera desnuda.

Legalmente, ella era su esposa, pero no había recibido ningún respeto por parte de Marco o de la familia Bryant durante los últimos tres años.

Marco siempre estaba ocupado con el trabajo y rara vez llegaba a casa, y aun cuando lo hacía, nunca dormía en la misma habitación que Loraine.

Ahora le estaban diciendo a Loraine que no se enojara al ver a otra mujer en la habitación de Marco. ¿Qué demonios estaba pasando?

Todos sus esfuerzos, paciencia y expectativas durante los últimos tres años se habían convertido en nada más que una broma.

Loraine miró a los ojos de Marco. "¿Y yo?" preguntó, con la voz cargada de decepción.

"No compliques las cosas," respondió Marco impacientemente. "Keely se está recuperando y necesita descansar. ¿Qué prefieres, dinero o un regalo? Te compensaré."

Loraine observó cómo los ojos de Keely brillaban con arrogancia. Antes de darse cuenta, perdió los estribos.

"Marco, ¿cómo no entiendes que nunca ha sido tu dinero lo que quiero?"

Loraine luego se dio la vuelta y se fue, desilusionada.

Marco la observó salir, pellizcando el puente de su nariz entre las cejas.

"¿Qué le pasa hoy?"

Keely parpadeó y dijo suavemente: "Ella debería estar enojada conmigo. Iré a disculparme con ella."

Loraine regresó a suhabitación, se cambió de camisón y se acostó en la cama.

Adios mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora