Capítulo 4

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Loraine rodó por muchos tramos de escaleras antes de aterrizar pesadamente en el suelo.

Los golpes repetidos en su cabeza crearon una herida profunda, haciendo que la sangre comenzara a brotar.

Un dolor agudo recorrió su cuerpo, haciéndola sentir mareada y eventualmente causando que perdiera el conocimiento.

Justo cuando todo comenzó a desvanecerse a negro, vio a Marco corriendo hacia ella.

Él pasó directamente a su lado, eligiendo recoger a Keely y llevarla lejos, dejando a Loraine tendida en un charco de su propia sangre.

En el hospital

"¡Señorita, no puede entrar allí! La paciente todavía está muy débil y necesita descansar."

"¡Lárgate! Sé que Loraine está ahí. ¡No puedes detenerme!"

Loraine escuchó un alboroto y luchó por abrir los ojos.

Girando la cabeza, vio a Marina Bryant empujando a la enfermera y acercándose a ella, mirando ferozmente con intención de matar.

"¡Loraine, mujer vil! Keely ha estado luchando por recuperarse. ¿Cómo te atreves a empujarla por las escaleras? ¡Espera y verás! ¡Marco no te dejará salirte con la tuya!"

Loraine, todavía débil, luchó por sentarse. "¡Yo no la empujé; ella me empujó!"

Marina olfateó. No confiaba en Loraine en absoluto. "¡Nadie creerá tus tonterías! Keely proviene de una familia rica. ¿Por qué le haría daño a una humilde chica de campo como tú? ¡Solo tienes celos porque mi hermano la ama y quieres que esté muerta! ¡Bueno, eso no va a suceder!"

Loraine, incapaz de defenderse, buscó desesperadamente pistas que pudieran probar su inocencia.

Justo entonces, Marco entró en la habitación. Parecía molesto. Loraine lo miró con esperanza, como si él fuera su último recurso.

"Marco, ¡no le hice daño a Keely! ¡Por favor, créeme!"

Marco miró a Loraine con frialdad. Cuando habló, su voz estaba tensa.

"Loraine, eso es suficiente. No quiero escuchar tus excusas. Las faltas merecen ser castigadas. El riñón de Keely se dañó gravemente por la caída, y el tuyo es el único que coincide."

"¡Sí!" gritó Marina.

"¡Dañaste el riñón de Keely, así que deberías compensarla con uno de los tuyos!"

Los ojos de Loraine se abrieron en incredulidad.

"¡Llévala al quirófano!"gritó Marina a los guardaespaldas de Marco.

Adios mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora