La Loraine que conocía era una débil, no una mujer que perseguía metas.
Keely puso una expresión preocupada.
"¿Está hablando en serio, señor Benton?
Loraine era tan pobre que no podía permitirse ir a la escuela durante su infancia. Después de casarse con Marco, vivió de él. ¿Cómo es posible que...?"
"¡Basta!" Marco la interrumpió con el rostro serio.
Loraine se rió, mirando a las dos personas frente a ella.
"Adelante, Keely. ¿Por qué no terminas lo que ibas a decir?
Marco, recuerdo haberte enviado la tarjeta bancaria con los papeles del divorcio.
El dinero que me diste estaba intacto. ¿Por qué no le dejas saber a esta mujer ignorante que nunca gasté tu dinero?"
"¡Eso es imposible!" Keely replicó de inmediato.
"Loraine, ¿cómo te atreves a decir que nunca gastaste ni un centavo del dinero de Marco durante tus tres años de matrimonio?"
"¡Basta, Keely! Ella dice la verdad," Marco afirmó con firmeza.
Mirando a Loraine, añadió: "No debiste haber devuelto el dinero, Loraine. Solías estar casada conmigo. Es justo que gastaras ese dinero. De todos modos, no he sacado el dinero ni cambiado la contraseña. Si aún lo necesitas, puedo devolverte la tarjeta."
Esta oferta era muy tentadora. Ninguna mujer la rechazaría.
Sin embargo, Loraine se sintió asqueada por ello.
No le importaba el dinero de Marco. No se había casado con él por eso, así que nunca dependió de él para su mantenimiento.
Ahora que se había librado de él y tenía una carrera floreciente, ¿por qué aceptaría su dinero? ¿Acaso pensaba que ella se lanzaría sobre la oferta? ¡Qué broma!
Sin dudarlo, Loraine rechazó: "No, gracias. No necesito tu dinero. Ya no soy tu esposa. Además, es solo cuestión de tiempo antes de que empiece a ganar más que tú. Mi carrera está despegando, por si no lo sabes."
Esas palabras llenas de orgullo irritaron a Keely. Para ella, Loraine era solo alguien que le gustaba presumir, aunque no era tan especial.
"Loraine, deja de pretender. Trabajar en una empresa de arquitectura no paga tan bien. No podrás ganar ni la mitad de la fortuna de Marco aunque trabajes duro el resto de tu vida. Yo estudié arquitectura en la universidad, así que sé que diseñar grandes estructuras como un parque de diversiones es muy difícil. Es un milagro que hayas logrado diseñarlo, ya que nunca fuiste a la universidad. Pero tengo que decir que no siempre puedes contar con la suerte. Un día te verás atrapada."
"No me gusta discutir con mujeres delirantescomo tú. Solo puedo decir que sabrás si logré tal hazaña por suerte cuando elproyecto esté terminado."
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Adios mi Amor
RomanceSe adentra en las complejidades del matrimonio, la traición y el anhelo a través de los ojos de la protagonista Loraine Bryant. Desde la escena inicial, los lectores son atraídos al mundo de Loraine, donde la fachada de felicidad conyugal se desmoro...