Sed.

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ARIANNA

Las imagenes de lo que acaba de suceder en la fiesta son borrosos, mi cabeza duele demasiado.

El ultimo momento lucido fue haber visto a Denaro rescatarme de ese hombre que estaba a punto de abusar sexualmente de mi, luego de eso senti sus brazos levantarme.

Para este momento nos encontramos en el auto de camino a un lugar que me resulta desconocido.

Me remuevo en el asiento soltando algunos quejidos por la jaqueca, ese hijo de puta me drogo.

-Bienvenida al mundo real bella durmiente- dice el individuo a mi lado con una pequeña sonrisa y con su vista en la carretera.

-¿A donde me llevas?- dije tocando mi cabeza y recomponiendome en el asiento.

-A casa, en la mochila que esta en el asiento de atras tienes agua, eso podra aliviar algo la droga que te ha puesto en la bebida ese hombre- guio mi vista hacia atras y tomo el agua, realmente estaba sedienta.

-¿Que hiciste con ese hombre?- dije dando un sorbo sin desviar mis ojos de el.

Aunque la respuesta puede asustarme bastante seria muy hipocrita de mi parte sorprenderme porque lo haya matado.
Es mas el mal nacido merecía lo que Denaro hiciera con el.

-Lo mate- BINGO! no me equivoque.

La antigua Arianna estaria muy sorprendida o asustada de que alguien le respondiera con total impetu, pero a esta nueva version, no le importa demasiado.

Repito seria muy hipocrita de mi parte si dijera que estaba mal. Malo es lo que le hice a mi ex, me tome propio el concepto de "i just killed my ex". Tenia mucho que procesar en mi cabeza pero realmente sentia como un poco de liberacion en el momento en el que su vida se iba en mis manos, podia escuchar como todo lo que él habia roto volvia a unirse, realmente sabia que era un mal nacido, pero nunca considere que ese mal nacido me haria la vida un infierno... sin mis padres todo iba a ser muy dificil, tenia mis amigas obvio, pero no me quedaba familia, estaba en un pais desconocido, con un hombre que aunque en el sexo sea un adonis sigue siendo una insertidumbre para mi y aqui me ven, confiando ciegamente...

-¿En que piensas?- sus ojos estaban sobre mi, no me di cuenta que estaba sobrepensando y logre captar su atencion con mi silencio.

-En nada- dije volviendo mi vista hacia él dedicandole una pequeña sonrisa.

-Mira Ari..- lo interrumpo.

-Franchesca- dije a secas, a esta altura realmente no confiaba en nadie y posiblemente hayan puesto microfonos dentro del auto.

-Franchesca, sé que no nos conocemos demasiado, pero no debes temer, por lo menos no a mi- dijo con sus ojos con brillo, y su sonrisa.. dios! su sonrisa que haria que cualquier mujer se arrodillara a implorarlo.

-Lo sé, me haz salvado de muchas situaciones, te lo agradezco- dije colocando mi mano en su mejilla, pude ver como reacciono a mi tacto, hasta yo senti electricidad por nuestra conexion.

-Siempre que pueda ire a tu rescate- Luego de decir esto pude ver como sus pupilas se dilataron y ese brillo que estaba en sus ojos habia desaparecido, toque su brazo y pude sentir su tension, ademas de que apreto con fuerza el volante, algo le estaba molestando.

-Escucha yo... no se como decirte esto, pero mi padre ha descubierto informacion que puede interesarte, busca en la mochila- dijo sin dedicarme una sola mirada.

Volvi a buscar en la mochila en donde solo habia ropa y un sobre marron, lo tome y volvi a recomponerme en mi asiento.

-Abrelo- demando.

Cuando estamos en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora