Vulnerable | Jaeyong

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—¿Qué tal la tormenta, chicos? —preguntó el guardabosques mientras se quitaba el sombrero.

—Estamos aquí —confirmó Minho.

—Estáis aquí —respondió el guardabosque. Jaehyun notó que Taeyong no le prestaba demasiada atención mientras rebuscaba en su mochila, parecía contento de dejar que Minho manejara la conversación. Le resultó extraño que Taeyong no quisiera controlar la situación como casi siempre hacía, pero tal vez estaba delegando a Minho por ser el mayor y más sabio.

Cualquiera que fuera la razón, Jaehyun no creía haber visto nunca a Taeyong tan relajado. Era una actitud atractiva y Jaehyun se encontró deseando que se quedara de esa manera, una vez que regresara a su casa. Esta mañana, su camiseta era una negra que decía Sólo TU puedes prevenir los incendios forestales, y debajo, en letras más pequeñas, agregaba Lo cual es bueno porque yo tengo mejores cosas que hacer.

Jaehyun se sentó sonriendo a su compañero mientras reflexionaba sobre lo bien que encajaba eso con Taeyong.

—Hemos encontrado algunos rastros de un quad arriba —estaba diciendo Minho, y el guardabosques frunció el ceño.

—¿Recientes? —preguntó el hombre.

Minho sacudió la cabeza.

—No. Creemos que dé antes de las últimas tormentas de hace un par de semanas.

El guardabosques asintió lentamente.

—Hemos tenido otros informes los últimos meses.

—Y el coche —añadió Jaehyun.

—Revisión caducada —proporcionó Taeyong mientras se detenía al lado de Minho—. Al comienzo del sendero. Llevaba allí algún tiempo.

Minho le suministró el lugar específico, dándole las coordenadas GPS. Jaehyun se sorprendió. No había visto a Minho con ningún tipo de localizador o brújula a baterías.

—Le echaremos un vistazo —dijo el guardabosque mientras sacaba una pequeña libreta y empezaba a garabatear.

Jaehyun se inclinó hacia delante, con las manos apoyadas en el banco.

—¿Cómo de lejos estamos del comienzo del sendero?

—Unas veinticinco millas, en línea recta —dijo el guardabosque.

—Significa que probablemente hemos caminado cincuenta —murmuró Hyunjin. Tenía las piernas extendidas en un reflejo de las de Jaehyun.

—Nos dirigimos hacia el paso más cercano —le contó Minho al guardabosques.

—Hemos tenido algunos informes de excursionistas perdidos. Los buscadores no han encontrado ninguna señal, está demasiado húmedo, y el frío no ayuda —les dijo el guardabosques, tratando de infundirles el peligro. Minho volvió a asentir.

—¿Excursionistas perdidos? —preguntó Jaehyun a Hyunjin.

—Sí, a veces ocurre. Por lo general, niños corriendo y siendo estúpidos —dijo con ironía—. Pero a veces un through-hiker tiene un accidente.

—Alguien como John —dijo Jaehyun.

Hyunjin asintió.

—Con más frecuencia novatos. O excursionistas del día. La gente como John tiene suficiente experiencia para conocer los peligros y cómo evitarlos.

—Como las serpientes —murmuró Jaehyun, mirando donde el guardabosques, Minho y Taeyong seguían hablando.

—No te preocupes, Jaehyun —dijo Hyunjin, dándole una palmada en el hombro—. Como dijo el abuelo, hace demasiado frío para las serpientes en estos momentos.