Capítulo 16: Eh... las leí, si eso cuenta

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Jasper estaba sentado en el borde del sofá, nervioso, mirando el reloj. Sabía que Dominick llegaría en cualquier momento, y aunque no tenía que preocuparse por nada en particular, siempre le ponía algo nervioso recibirlo en su departamento. Sobre todo porque sabía lo que venía con cada visita: un maletín lleno de comida fresca y dos semanas de provisiones que harían que su cocina, normalmente vacía, pareciera la de alguien que sabía lo que estaba haciendo.

La puerta sonó, y Jasper corrió a abrirla. Ahí estaba Dominick, con su usual porte elegante y una sonrisa en los labios, pero, como siempre, cargado con varias bolsas de supermercado en ambas manos.

—Te dije que no hacía falta que trajeras tanto —protestó Jasper, aunque ambos sabían que no lo decía en serio.

Dominick levantó una ceja y le dio un beso rápido antes de pasar al pequeño departamento. —Claro que hacía falta. Ya sé lo que comes cuando no estoy aquí, y no pienso dejar que te alimentes solo de comida enlatada o ramen instantáneo.

Jasper intentó disimular su sonrisa, pero era imposible. Sabía que Dominick tenía razón. Si no fuera por él, probablemente habría seguido sobreviviendo a base de cualquier cosa rápida y empaquetada.

—No está tan mal… —murmuró mientras cerraba la puerta detrás de ellos.

—Oh, claro que no —replicó Dominick con sarcasmo mientras empezaba a sacar los ingredientes frescos de las bolsas—. Comida enlatada todas las noches, un manjar. —Colocó una bolsa de zanahorias en la encimera y luego lo miró—. Jasper, amor, ¿cómo sobrevives?

Jasper se encogió de hombros. —Tengo mis métodos. Y te tengo a ti para salvarme de vez en cuando.

—No es "de vez en cuando", es cada vez que vengo —señaló Dominick, mientras sacaba una botella de aceite de oliva y varias verduras frescas—. Esta vez traje suficiente para dos semanas. Te dejé recetas simples la última vez, ¿las seguiste?

Jasper lo miró con la expresión de alguien atrapado en una mentira evidente. —Eh... las leí, si eso cuenta.

Dominick soltó una carcajada, acercándose a él para darle un beso en lod labios. —No te preocupes, ya me lo imaginaba. Por eso te traje todo esto. No solo quiero que comas bien cuando estoy aquí, quiero que comas bien siempre.

Mientras Dominick organizaba los ingredientes, Jasper lo observaba en silencio. Era ese tipo de detalles los que lo hacían sentir tan afortunado de tenerlo a su lado. Dominick no solo se preocupaba por él; lo hacía de una manera que lo hacía sentir querido, cuidado, como si su bienestar fuera algo que realmente importaba.

—Te prometo que esta vez intentaré seguir las recetas —dijo Jasper con un tono más serio, aunque en su interior sabía que cocinar no era lo suyo.

Dominick lo miró de reojo, con una sonrisa que sugería que no le creía del todo, pero lo dejó pasar. —Lo único que te pido es que no vivas solo de enlatados. Si necesitas ayuda, me llamas. Sabes que estaré encantado de enseñarte otra vez.

—¿Te quedas todo el fin de semana? —preguntó Jasper, cambiando de tema mientras observaba cómo Dominick empezaba a preparar algo sencillo para esa noche.

—Ese es el plan. Cocinaré para los dos y luego podemos hacer lo que quieras. Películas, juegos, o simplemente no hacer nada. Lo que prefieras.

Jasper asintió, sintiendo cómo se relajaba poco a poco. Dominick tenía esa capacidad de hacer que todo pareciera más fácil, incluso las cosas que Jasper solía evitar. Como la cocina.

—Me parece perfecto —respondió finalmente, acercándose para abrazarlo por la espalda mientras él cortaba algunas verduras—. Te extrañé, ¿lo sabías?

—Lo sé. Y yo también te extrañé —contestó Dominick, dejando el cuchillo a un lado para girarse y besar a Jasper—. Pero ahora estoy aquí, y no voy a dejar que sobrevivas solo a base de comida rápida mientras tanto.

Ambos rieron, sabiendo que aunque la comida pudiera ser el tema recurrente de sus bromas, lo que realmente importaba era el tiempo que pasaban juntos, en ese pequeño departamento que, con Dominick ahí, siempre se sentía un poco más cálido y lleno de vida.

One-Shots: "Nuestra Primera"  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora