Narra JasperEra viernes por la noche, uno de esos viernes que siempre espero con ansias. Cada tercer fin de semana del mes, Dominick se quedaba a dormir en mi departamento. Y aunque el lugar era pequeño y apenas suficiente para dos, cuando él estaba aquí, el espacio parecía agrandarse. El aire se volvía más ligero, y el tiempo, de alguna manera, pasaba más lento, como si el universo conspirara para hacernos sentir que no había nada más importante que este instante.
Esa noche, sin embargo, el ambiente se sentía extraño, casi opresivo. Afuera, una tormenta azotaba la ciudad con furia. La lluvia golpeaba las ventanas como si quisiera romperlas, y los truenos, profundos y estruendosos, hacían vibrar las paredes con tal intensidad que parecían intentar invadir nuestro refugio. A mí no me afectaba —había visto cosas mucho peores en mi vida—, pero sabía que Dominick siempre había odiado las tormentas. Lo leía en la tensión de sus músculos, en la forma en que su respiración se volvía irregular con cada trueno que resonaba en el cielo.
Me giré hacia él y noté su perfil, tenso y nervioso. Trataba de ocultarlo, como siempre hacía, pero no podía engañarme. Sus manos, normalmente firmes y seguras, temblaban levemente. Su mandíbula estaba apretada, y aunque intentaba aparentar calma, sus ojos reflejaban el miedo que las tormentas le provocaban desde niño.
Sin decir una palabra, me acerqué lentamente y lo rodeé con mis brazos, atrayéndolo hacia mí. Pude sentir cómo, al contacto, su cuerpo cedía un poco, como si mi cercanía lo ayudara a soltar una parte de la tensión que lo había estado consumiendo. Lo sostuve firme contra mi pecho, su cabeza encajada en el hueco de mi hombro.
—Estoy aquí, amor —le murmuré, mi voz baja y suave, lo suficientemente cerca de su oído como para que me escuchara a pesar del ruido de la tormenta.
Él permaneció en silencio por un largo rato, su respiración aún acelerada, pero poco a poco comenzó a igualarse con la mía. Mis manos recorrieron su espalda en movimientos lentos, casi hipnóticos, como si con cada caricia intentara borrar el miedo que lo invadía. Sabía que no podía calmar el estruendo del cielo, pero sí podía recordarle que no estaba solo, que yo estaría a su lado hasta que la tormenta pasara, y mucho después de eso.
Finalmente, habló, su voz quebrada, apenas un susurro que apenas sobrepasaba el ruido de la lluvia.
—No sé por qué me sigue asustando tanto... —dijo, su tono cargado de frustración consigo mismo—. Es solo una tormenta, pero...
—No tienes que explicarlo —lo interrumpí suavemente, apoyando mi mentón sobre su cabeza—. A veces el ruido de afuera nos afecta de formas que no podemos controlar. Y está bien... No tienes que justificarlo.
Sentí cómo su respiración se hacía más profunda bajo mi toque, su cuerpo relajándose poco a poco en mis brazos. Mis palabras no podrían detener la tormenta, pero sabía que de alguna manera podían hacerle sentir que, al menos aquí, en este pequeño mundo que habíamos creado, estaba a salvo. La tormenta podría rugir todo lo que quisiera, pero no nos alcanzaría mientras estuviéramos juntos.
Planté un beso en su frente, un gesto que siempre lo tranquilizaba. Lo sentí suspirar contra mi pecho, dejando que parte de su ansiedad se desvaneciera en el aire. Me quedé quieto, sosteniéndolo, escuchando el sonido de su corazón que poco a poco iba volviendo a su ritmo normal. En momentos como este, donde el mundo se reducía a solo nosotros dos, me daba cuenta de lo simple que era la felicidad: su presencia, su confianza, su amor.
—Te amo —susurró finalmente, con una calma recién recuperada, su voz aún llena de una dulzura que solo él podía tener.
Sonreí, acariciando su cabello.
—Y yo a ti, más de lo que sabes —le respondí, sin soltarlo, sin dejar que un solo espacio nos separara.
Afuera, la tormenta seguía golpeando la ciudad, los truenos estallaban en el cielo, pero aquí, en este pequeño departamento, éramos intocables. Mientras él estuviera conmigo, ninguna tormenta, ni dentro ni fuera de nosotros, podría alcanzarnos.
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One-Shots: "Nuestra Primera"
FanficEn "Nuestra Primera", te invito a sumergirte en una serie de momentos íntimos y significativos en la vida de Jasper y Dominick. A través de capítulos independientes, descubrirás cómo estos dos personajes se conocen, forjan una profunda amistad y, co...