One-Shots: "Nuestra Primera"

Capítulo 19: ¿Te sientes cómodo?

El sol apenas comenzaba a filtrarse entre los árboles, creando destellos de luz que iluminaban el sendero por donde los empleados de la empresa en la que trabajaba Jasper caminaban. El ambiente era fresco y cálido a la vez, perfecto para la caminata organizada con el propósito de fomentar la camaradería entre los trabajadores. Los empleados podían invitar a familiares o amigos, y Jasper no había dudado en invitar a su novio, Dominick.

Dominick había llegado impecable, como siempre, con un conjunto sencillo pero elegante, listo para disfrutar del día al lado de Jasper. Con su camiseta blanca, pantalones cortos oscuros y una gorra para protegerse del sol, proyectaba una imagen casual pero refinada. Era la primera vez que conocía a los compañeros de trabajo de Jasper y, aunque al principio había sentido algo de nervios, la presencia calmada y tranquilizadora de su novio le había hecho relajarse.

Mientras caminaban juntos, muchos de los colegas de Jasper se acercaban a presentarse y charlar. La curiosidad por Dominick era palpable, pero él respondía con su habitual amabilidad y carisma, ganándose rápidamente el respeto y la simpatía de todos. Jasper no podía evitar sonreír cada vez que miraba a Dominick, tan seguro de sí mismo y a la vez tan cercano.

—¿Te sientes cómodo? —preguntó Jasper, dándole un apretón suave a la mano de Dominick, que sostenía con familiaridad.

—Mucho más de lo que pensé —respondió Dominick con una sonrisa, observando la luz filtrarse entre los árboles de bambú que se erguían altos y majestuosos a su alrededor. La naturaleza del lugar le transmitía una sensación de paz que rara vez encontraba en la ciudad.

A mitad del recorrido, el grupo se detuvo en una pequeña área de descanso. Una suave brisa hacía que las hojas de los bambúes susurran al viento, creando un ambiente casi mágico. Jasper y Dominick se sentaron sobre una gran roca cubierta de musgo, disfrutando del entorno y del silencio momentáneo que los envolvía.

—Esto es agradable, ¿no? —comentó Jasper, mirando los árboles que los rodeaban, absorbiendo la frescura del ambiente.

—Mucho más de lo que imaginé. Me alegra que hayamos venido juntos —respondió Dominick, buscando algo en su mochila mientras hablaba.

Jasper lo observó con curiosidad cuando Dominick comenzó a sacar un pequeño mantel de tela y lo extendió sobre la roca. Luego, con movimientos cuidadosos, empezó a colocar varios bocadillos caseros que había preparado con antelación. Dominick sonreía, complacido consigo mismo.

—Pensé que un poco de comida casera haría que esta caminata fuera aún mejor —dijo mientras organizaba los bocadillos frente a Jasper, cuyos ojos se abrieron de par en par, sorprendidos.

—¿Preparaste todo esto para nosotros? —preguntó Jasper, un destello de asombro y ternura en su mirada.

—Claro. Sabía que el paseo sería largo y quería asegurarme de que estuviéramos bien alimentados. Además, quería aprovechar para consentirte un poco —respondió Dominick con una sonrisa traviesa, sacando un pequeño termo con té helado que había traído para acompañar los bocadillos.

Jasper rió suavemente, mirándolo con una mezcla de cariño y admiración. —Sabes que me tienes completamente malcriado, ¿verdad?

—Ese es el plan —replicó Dominick, divertido, mientras le ofrecía a Jasper un bocadillo de pan crujiente relleno de queso y hierbas frescas.

Jasper tomó el bocadillo y le dio un mordisco, su expresión cambiando inmediatamente a una de puro deleite. —Esto está increíble —murmuró, asombrado por el sabor.

—Me alegra que te guste —respondió Dominick, satisfecho al ver que sus esfuerzos no habían sido en vano.

El ambiente tranquilo y la compañía del uno al otro hacían que el momento fuera aún más especial. Mientras comían, compartieron risas y anécdotas, hablando sobre cómo iba la caminata y las impresiones que Dominick había tenido de los compañeros de trabajo de Jasper. Con cada bocadillo que compartían, parecía que el mundo a su alrededor se detenía, dejando solo el suave murmullo del viento y el sonido de su conversación.

—Gracias por esto. No solo por la comida, sino por estar aquí conmigo —dijo Jasper con una sonrisa suave y llena de afecto.

Dominick le devolvió la sonrisa, rozando suavemente la mano de Jasper antes de tomar otro bocadillo. —Siempre.

El sonido del viento entre los árboles de bambú, las risas compartidas y el simple acto de estar juntos en ese momento hacían que la caminata fuera mucho más que un simple evento de trabajo. Para ambos, era un recordatorio de lo afortunados que eran por tenerse el uno al otro, disfrutando de la naturaleza y del cariño que compartían.

Jasper le sonrió a Dominick antes de inclinarse hacia él y darle un beso suave en los labios. Dominick, acostumbrado a las muestras de afecto de su novio, no pudo evitar sonrojarse ligeramente, sorprendido por el gesto inesperado.

—Jasper... —susurró Dominick con una risa nerviosa, mirando de reojo a algunos empleados que estaban más cerca, aunque todos parecían concentrados en sus propias conversaciones.

Jasper, sin embargo, no parecía preocupado en lo más mínimo. Lo único que importaba en ese instante era que quería mostrarle a Dominick lo mucho que lo amaba. Le acarició la mejilla, despreocupado por si alguien los veía o no.

—No me importa lo que piensen los demás, Dominick. Si quiero darte un beso, lo haré —dijo Jasper con tranquilidad, sus ojos brillando con una calidez que siempre lograba hacer sentir a Dominick especial.

Dominick sonrió, aunque el leve sonrojo no desaparecía. Sabía que esa era una de las cosas que más amaba de Jasper: su capacidad para ser siempre sincero y auténtico, sin importar el entorno o las circunstancias.

El resto de la caminata transcurrió entre sonrisas, charlas amenas y miradas cómplices. Jasper y Dominick disfrutaron cada momento, sabiendo que en ese pequeño rincón del mundo, rodeados de la majestuosidad de los árboles de bambú y el calor suave del sol, todo estaba bien. Y que, sin importar cuántos kilómetros faltaran por recorrer, mientras estuvieran juntos, el trayecto siempre sería perfecto.