Otro viernes más, pensó Jasper, mientras el crepúsculo pintaba el cielo con una paleta de tonos dorados y anaranjados. El parque, que siempre parecía ser su refugio, estaba bañado en una luz suave que hacía que todo pareciera más tranquilo, casi idílico. Frente a él, Dominick sonreía, limpiándose con gracia las migajas de la última galleta que habían compartido. La escena era perfecta, demasiado perfecta, pensó Jasper, sintiendo cómo una ligera ansiedad comenzaba a agitarse en su interior.-Siempre haces las mejores galletas -comentó Jasper, intentando mantener la conversación ligera, aunque su mente ya estaba a kilómetros de distancia, en la pregunta que había estado rondando su cabeza durante días.
-Bueno, cuando tienes tiempo libre y buenos ingredientes, es fácil -respondió Dominick con una risa suave. Esa risa. Siempre lograba que el corazón de Jasper diera un vuelco.
El silencio entre ellos no era incómodo, pero esta vez cargaba con algo distinto, algo que no podían ignorar. El sol se hundía más en el horizonte, y Jasper sabía que, si no decía lo que sentía ahora, probablemente no encontraría otro momento tan perfecto. Respiró hondo, sintiendo cómo su corazón comenzaba a latir más rápido. Lo miró de reojo, observando la manera en que la luz dorada acentuaba las facciones de Dominick, su sonrisa fácil y relajada.
-Dominick... -Jasper comenzó, su voz titubeante al principio, pero recobrando fuerza cuando sus ojos encontraron los del otro-. Me preguntaba si... te gustaría salir a cenar conmigo alguna noche de estas.
El silencio que siguió fue ensordecedor. Dominick levantó la vista, visiblemente sorprendido por la pregunta. Jasper sintió cómo cada segundo se alargaba indefinidamente, y por un instante, estuvo seguro de que había arruinado todo. Pero entonces, la sorpresa en el rostro de Dominick se suavizó, y una sonrisa, pequeña al principio, pero creciente, iluminó sus facciones.
-¿De verdad? -preguntó Dominick, su voz cargada de una mezcla de incredulidad y algo más-. Me encantaría, Jasper.
El alivio que sintió Jasper fue tan grande que casi lo hizo reír. Toda la tensión que había estado acumulando se desvaneció en un instante, reemplazada por una calidez que le llenó el pecho. Sonrió ampliamente, incapaz de contener su alegría.
-Perfecto -dijo Jasper, incapaz de contener su entusiasmo-. Entonces, ¿qué te parece si planeamos algo para este fin de semana?
-Suena genial -respondió Dominick, su voz suave pero llena de entusiasmo-. Estoy deseando saber más detalles.
Ambos intercambiaron miradas cómplices, y aunque intentaron seguir con la conversación como si nada hubiera cambiado, la anticipación de la cita se coló en cada palabra, en cada risa. Había una electricidad en el aire, una expectación que ambos compartían, aunque sin necesidad de decirlo en voz alta.
El parque, que había sido testigo de sus primeros encuentros y de tantas conversaciones íntimas, ahora era el escenario de algo nuevo, algo que se estaba gestando entre ellos. Jasper podía sentirlo en la manera en que sus dedos rozaron brevemente los de Dominick al alcanzar la última dona, en la forma en que sus risas se entrelazaban, creando un eco que parecía envolverlos en una burbuja de felicidad compartida.
El tiempo pasó demasiado rápido, y cuando finalmente la noche comenzó a envolverlos con su manto oscuro, supieron que era momento de despedirse. Pero esta vez, no hubo tristeza ni melancolía en sus gestos, sino la promesa de un futuro cercano, de un encuentro que sería especial y significativo.
-Nos vemos pronto -dijo Jasper, con una sonrisa que era más que una despedida, era una promesa.
-No puedo esperar -respondió Dominick, su mirada brillante, cargada de una ilusión sincera.
Mientras Jasper se alejaba, sintió el corazón ligero, como si estuviera flotando. Giró una última vez para ver a Dominick, quien se quedó en la banca, mirándolo con esa expresión suave que le era tan propia. Dominick alzó la mano, despidiéndose con una pequeña sonrisa que parecía decirle todo lo que sus labios aún no habían pronunciado.
Jasper se alejó, sintiendo que la promesa de esa cena era más que una simple cita; era la apertura de un nuevo capítulo en su historia compartida. Uno que estaba ansioso por escribir, junto a Dominick, bajo las estrellas que ya comenzaban a brillar en el cielo nocturno.
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One-Shots: "Nuestra Primera"
FanfictionEn "Nuestra Primera", te invito a sumergirte en una serie de momentos íntimos y significativos en la vida de Jasper y Dominick. A través de capítulos independientes, descubrirás cómo estos dos personajes se conocen, forjan una profunda amistad y, co...