Un amor inesperado

04.Una vida nueva

El castaño vivió aquellos años como alguien diferente, aprendió a vivir así como era pero jamás le dijo a nadie que era gay, salía con chicas, se divertía, pero nunca volvió a sentir aquel poderoso sentimiento llamado amor, no hasta que lo encontró en una academia a la cual ingresó, una academia donde los hijos de los empresarios más importantes enviaban a sus hijos a estudiar, la famosa Academy Plenkov, un lugar que guardaba un oscuro secreto y una leyenda acarreando con ella, pero eso era lo que menos le importaba al chico, no creía en esas cosas extrañas que todos decían que ocurría en el lugar, el chico solo fue ahí porque nadie aparte de Isabella y Alexander lo conocían, un buen lugar para retomar su vida, ya tenía 17 años y aquello parecía mejorar en todo, aunque a veces pareciera que nada cambiaba lo hacía. El chico llegó al lugar aquel por cuestión de que sus padres lo habían mandado, no estaba de acuerdo en todo, en primer lugar odiaba aquel lugar porque le recordaba a su hermano, luego de enterarse de que le tocaría con una compañera de cuarto su enfado creció, no era bueno tratando de ser amable, y es que su carácter no había mejorado en nada, solo su autoestima, era bromista y mal hablado. Al mirar que la chica le hablaba le sonrió de manera hipócrita mientras tomaba sus maletas, la chica era rubia de ojos azules, un poco más baja que él y era delgada, una perfecta y hermosa chica para cualquiera, un peligro para él

-Hola, como ya habrás escuchado me llamo Stephanie Chesanie, ¿y tú eres Donovan?

-Sí corazón, yo soy Donovan, tu nuevo compañerito de cuarto.-Dijo fingiendo voz dulce, luego soltó una carcajada.-Soy Donovan pero dime...no, mejor no me digas nada, ni siquiera me hables, ¿entendido?

Dicho aquello siguió caminando hasta la habitación asignada, cuando uno de los asistentes de la directora le entregó las llaves, estaba tan metido en aquello que no se dio cuenta de que la chica le puso la maleta frente a él lanzandolo al suelo, las llaves cayeron a los pies de la chica

-Gracias bebé, las cosas servidas a mis pies.-Dijo para seguir caminando y entró a la habitación

-Esto me lo pagarás rubia.-Dijo bufando luego de levantarse, entró al lugar con su equipaje en manos

-Y natural cariño.-Dijo corriendo y tomando la cama que daba a la ventana del jardín

-Claro, serás teñida porque se nota a kilómetros tu tinte.-Dijo comenzando a desempacar

-Cierra la boca por favor.-La chica se acercó tocando la espalda del chico con su dedo, luego fue hacia la ventana mirando hacia afuera

-¿Y si no quiero qué me harás?, ¿asesinarme mientras duermo?, déjame decirte que no le temo a las rubias teñidas.-Le respondió el chico burlándose, lo que provocó que la chica girara en su propio eje y se acercara a él

-Cariño, no me ensuciaría las manos, tengo un futuro y tú no lo arruinarás.-Besó su mejilla para volver a la ventana

-Futuro, ¿por qué mierda la gente habla de futuro? ¿por qué simplemente no vivir el presente?

-Tienes razón, no planeo mi futuro pero vivir sin matarte es un sueño, ¿y quieres tomar algo?

-¿Sabes?, todos los de aquí son unos dementes.-Comentó el chico riendo

-Puede ser.-La chica se acercó acariciando el brazo del castaño

-Wow wow wow, espera, ¿qué rayos crees que haces?.-Preguntó retirando su brazo y mirando a la chica

-Trato de llamar tu atención.-Rió a carcajadas.-Tú pensabas que te coqueteaba, tranquilo nene, no eres lo suficiente para mí, eres eres...haber ¿cómo definirte sin ofenderte?, clásico, podrías ser un modelo antiguo

-Ni que estuvieras tan buena como para querer que fuera diferente, hay muchas mejores que tú aquí y en otro lugar

-Claro, no me molestarán tus insultos.-Bajó la voz al recordar escenas de su pasado, cerró sus ojos y comenzó a dejar escapar lágrimas, el chico quería hacerse a la idea de que no le importaba nada, pero le rompía el corazón ver a una chica llorar