22.¿Por qué ahora?

3 0 0
                                    

Hacía meses que Gabriel comenzaba a sentirse realmente mal, no emocionalmente, sino físicamente. Sus fuerzas disminuían cada vez más y su rostro mostraba una rara palidez. Le había contado a su hermana sobre eso y ella lo obligó a ir a hacerse unos estudios para saber qué era lo que tenía, por supuesto, todo a espaldas de su chico ya que no quería preocuparlo. El resultado se lo entregarían esa tarde, exactamente a las 3:30 p.m., junto a su mejor amiga Ángel salió a recoger el resultado. Los nervios se sentían a flor de piel y el castaño solo deseaba que no fuera nada malo

-¿Crees que todo estará bien?

-No lo sé Gabo, esperémos que sí, tranquilo ¿vale?

Él asintió queriendo creer eso. Cuando llegaron al hospital esperaron hasta que el médico los atendió. Gabriel entró al consultorio mientras la chica esperaba afuera. El médico no mostraba un buen semblante a lo que el chico se preocupó

-¿Todo está bien doctor?.-Preguntó con miedo a lo que el hombre pudiese responder

-Lo siento Gabriel, me gustaría poder decirte que sí, pero por desgracia no.-Aclaró el doctor entregándole el resultado. El castaño lo tomó y su piel se erizó al instante, no quería abrir el sobre, tenía miedo de descubrir lo que pasaba. Cuando al fin tomó las fuerzas para hacerlo suspiró y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas

-¿Leucemia?.-Preguntó aún sin creer lo que había leído

-Sí, la enfermedad está muy avanzada, tendrás que estar en tratamiento, pero ni aún así te puedo asegurar que mejorarás, si no te atiendes desde ahora irás empeorando.-El chico se sentía deshecho al escuchar eso, ¿moriría?, todos los planes que tenía con el amor de su vida ¿no se podrían cumplir?, eso era lo que más le dolía, saber que lastimaría a Donovan cuando le dijera eso. Después de que el doctor le diera indicaciones y lo revisara, Gabriel salió del consultorio bañado en llanto, Ángel al verlo así se levantó de la silla y se acercó a él tomándolo de la mano

-¿Qué pasó Gabriel?.-Preguntó preocupada, el castaño no podía hablar, solo la abrazó sin dejar de llorar.-No me asustes y dime qué pasa por favor.-Insistió abrazándolo con fuerza

-Me voy a morir Ángel, mi vida se irá a la mierda, yo...tengo..Leucemia.-Reveló con tristeza, la chica al escuchar eso comenzó a llorar de igual manera

-Dime que es una broma Gabriel, dímelo.-Reclamó mirándolo con dolor

-Quisiera que fuera así, pero no lo es, es la verdad

Enterarse que tenía poco tiempo de vida le había destrozado el alma, era algo con lo que no podía luchar, tantos sueños, tantos planes e ilusiones que tenía para su futuro y en solo un instante todo eso se había consumido como un cigarrillo. Luego de eso, él y la chica volvieron a la academia, durante el camino buscaba la forma de decirle a su chico sobre su enfermedad, pero no podía, no quería verlo sufrir, soportaría todo menos saber que la persona que amaba sufriría por su culpa

-Ángel, te voy a pedir un favor ¿sí?

-Claro, el que quieras Gabo

-No le digas a nadie de esto, ni a Louis, ni a Mildreth, mucho menos a Donovan, no podría soportar verlos mal, yo hablaré con ellos cuando me sienta listo, por favor

-Sabes que no diré nada, estoy aquí para lo que necesites ¿vale?, como siempre lo he estado

-Lo sé linda, lo sé

Ambos bajaron del auto y caminaron hasta sus habitaciones, el chico no podía con eso, quería gritar de dolor, pero tenía que ser fuerte, tenía que mantenerse firme para enfrentar lo que le esperaba. Se duchó y guardó el resultado de los estudios junto a sus cosas en su mochila, como si fuese a clases, pero no lo haría. Caminó buscando a Donovan, no para decirle lo que pasaba, solo quería estar con él, que él le diera las fuerzas que necesitaba aún sin saber lo que ocurría. Lo divisó en el jardín, se veía tan perfecto como siempre, parecía que buscaba algo o a alguien, se acercó a él por detrás cubriendo sus ojos

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora