𝑽𝒊𝒗𝒊𝒓𝒆 𝒉𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂

Capitulo veintinueve.

Una semana después.

Estuve descansando estos días, así que me siento más renovada.

Hoseok me estuvo ayudando con el trabajo acumulado así que me dí un momento para descansar.

Decidí visitar el orfanato.

En realidad, mis padres estuvieron visitandome desde que se enteraron del accidente, así que me hablaron de visitarlo, según sus palabras, los niños me extrañan.

Y les creo. Hace mucho tiempo no vengo a verlos.

Me perdí algunos cumpleaños, seguro deben estar más grandes.

Bajé del carruaje, Hoseok me ayuda, me a estado cuidando demasiado a pesar de decirle que estoy bien.

Caminé, acercándome a las puertas del orfanato.

–¡Majestad!–

El Koala sale rápidamente, corriendo mientras se lanza a mis brazos.

–¡Niño!–, una de las cuidadoras le llama la atención.

Pero le indico que está todo bien. Abrazo al pequeño con cariño.

–Hola Xion, mucho tiempo sin vernos–

Yo le puse el nombre. En realidad los niños ya tienen un nombre ahora.

Muchos volvieron con sus familiares, otros fueron adoptados bajo un estricto control y sobre todo si los niños querían, ellos recuperaron sus vidas.

–La extrañé, pensé que ya no vendría a verme–, me dice, abrazándome por el cuello mientras mete su rostro en este.

–Lo siento, eh estado muy ocupada–

Está más grande. Creció mucho, se recuperó bastante bien.

Veo la cicatriz en su brazo y solo sonrío a medias. Me alegra que esté bien.

–Lo sé, pero la extrañé mucho–

Solo acaricio su espalda. –Intentaré no tardar demasiado la próxima vez–

Acostumbrada a que siempre se queda aferrado a mí, solo camino con él brazos.

La cuidadora suspira pero sonríe. –Llegará un momento en el que no pueda cargarlo más–

Sonrío, –Mientras tanto, lo dejaré hacerlo–, le digo.

La mujer me da la bienvenida, así que entramos al orfanato.

Los niños me saludan alegremente mientras me los encuentro en el camino.

Es justo lo que necesitaba, un recibimiento cálido.

–¡Majestad!–, Sora también corre a abrazarme.

El Koala le da un ligero empujón con el pie, a lo que Sora solo le saca la lengua.

–No peleen–, les digo.

Paso mi brazo por los hombros de Sora, así que ella se queda pegada a mí.

–Son su favorita. Se pelean pero también se llevan bien porque solo hablan de usted–, la mujer me dice.

Sonrío ligeramente. Es porque pueden ver a través de mí.

–Vamos al jardín–, les digo, así que seguimos caminando.

.........

Cuando saludé a todos los niños y por fin pude llegar al jardín, Sora y Xion me hicieron una "revisión", viendo a través de mí.

Estábamos alejados, a una distancia segura.

–Sigue durmiendo, no creo que vaya a despertar–, Sora me dice.