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Capítulo 5

Violeta y Chiara comparten una última mirada antes de dirigirse hasta la pareja de chicas que se encuentra delante de la barra, conversando como si fuesen amigas de toda la vida.

—¡Hombre!—Ruslana es la primera en reparar en la presencia de veterinaria y clienta.—Ya era hora.

—Había mucha cola en el baño.—Explica la morena colocándose al lado de su mejor amiga, la reportera hace lo propio con la suya. Cuando la medio inglesa mira hacia delante se da cuenta de que Denna la mira con una sonrisa.—Hola.—Sonríe mientras se acerca a darle dos besos.

—Pelirroja dos.—La ucraniana intenta mantener un aura seria mientras levanta la cabeza hacia la chica con el mismo tono de pelo que ella, Violeta se limita a reírse y se acerca a saludarla.

—¿Sabes que soy más mayor que tú, no?—Le pregunta una vez vuelven a estar cara a cara.

—Eso da igual, ya te lo dije.—Dice restándole importancia con la mano. Las otras chicas observan sin entender mucho de qué están hablando.

—¿Tú cuánto llevas siendo pelirroja? Porque yo te lo dije, pero tú a mí no.—La auxiliar se queda en silencio, mira a su amiga en busca de socorro, pero lo único que encuentra es a un Chiara aguantándose la risa junto a la rubia, que mira toda la escena divertida.

—Es que no te hace falta saberlo.—Intenta hacerse la digna ante una Violeta que ya se ve ganadora de esta especie de juego.

—Pero no sería muy justo. Además, nos estamos conociendo, yo comparto información, tú compartes información... Ya sabes.—Le guiña un ojo disfrutando del momento y recibe una mueca de desagrado.

—Llevo un año siendo pelirroja.—Susurra entre dientes, le está sentando fatal perder este duelo.

—¿Qué?—Violeta se le acerca mientras se pone una mano en la oreja, de fondo se escucha la risa de la menorquina, lo que le saca una sonrisa instantánea.—¿Perdona? ¿Puedes repetirlo? Es que no te he oído.

—¡Que llevo un año siendo pelirroja! Ala, ya lo he dicho, ¿contenta?—La reportera sonríe mientras asiente.

—Eso me convierte en la pelirroja número uno. Muchas gracias por jugar.

—Eso no...

—Eso sí cuenta.—La interrumpe su mejor amiga, ganándose una mirada mortal por parte de la ucraniana.

—Tranquila pelirroja número dos, lo superaras.—Sigue metiendo el dedo en la herida, regodeándose en el resultado.

Mientras, Chiara solo puede pensar en hacerle un altar a Violeta por haberle cerrado la boca así a su amiga.

—Bueno, aclarado este asunto de vital importancia.—Se cuela la bailarina entre las dos pelirrojas.—Hemos estado aquí hablando Ruslana y yo de que nos parece bastante buena idea juntar grupos y sentarnos todos juntos en una mesa.

Reportera y veterinaria comparten un rápida mirada, en un principio no debería haber ningún problema, aunque no suele ser lo normal lo de unir grupos con el médico de tu mascota. De todas formas, hay algo más que hace que se repiensen un poco la situación, ambas sienten algo de miedo por lo que pueda resultar de sus dos mejores amigas interactuando con la otra, aunque obviamente no son conscientes de que es un sentimiento compartido.

—Por mí bien.—Es la más mayor la primera en responder.

—Yeah. For sure.—Recurre al inglés en busca de una seguridad que siente que no tiene ante el inminente peligro que supone que Violeta y Ruslana compartan espacio, y lo que esta última puede decir o insinuar.

La ucraniana sonríe, sospechando del pánico que puede estar experimentando su mejor amiga ahora mismo.

—Nosotros estamos más centrados, ¿os venís vosotros?—Pregunta la rubia mientras pasa su brazo por el de su amiga.