Hombre: ¿Sabes? Yo también quise ser un aventurero cuando era joven.
Hombre: Mi mejor amigo me ofreció ir con él, pero me negué por seguir en el pueblo por mi hermano, no quería dejarlo solo, a veces me arrepiento de no haber tomado su mano.
Frieren: Lo siento.
Hombre: Sí, ahora que te he abierto mi corazón, ¿podrías ayudarme a salir de aquí?
Tn: Ayúdalo, Frieren.
-Frieren y Fern usan sus magias de levitación para sacar a aquel hombre de las arenas movedizas.-
Hombre: Gracias, chicos, se los pagaré algún día.
-Cada quien se fue por su lado.-
Tn: Miren, bayas silvestres.
Frieren: Ten cuidado, Tn, puede haber un...
Tu suegra: Ñam. -Le muerde la mano.-