capítulo 10

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Pov Lys:

Sorpresa, la señora de la cafetería era un monstruo, Medusa según Annabeth. Nos ofreció comida al principio como si fuéramos pobres, lo cual me ofende muchísimo, pero luego nos pidió una foto y todo se volvió borroso al ser empujados por la hija de Atenea.

¿Por qué?

Grover me había jalado al intentar volar con sus zapatos, y ahora tenía que sujetarme de él para no romperme el cráneo.

— ¡Grover! Me dan miedo las alturas —y que no se diga que no soy Gryffindor al aferrarme aún más al sátiro volador.

— Oh, tranquila... Ya vamos a bajar —intentó calmarme, aunque creo que ambos estábamos igual de asustados.

Yo por las alturas y él por el manejo de esas zapatillas.

— ¡Percy! —gritó el supuesto protector de Percy— ¡Agáchate!

Vi cómo Grover cerró los ojos y tomó una rama al pasar por un árbol. Espera, ¿¡tenía los ojos cerrados!?

¡Tengo demasiado que insultar a Harry para morir!

— ¡Agáchate! —gritó otra vez, ignorando cómo yo le rezaba a Hades para no morir tan pronto— ¡Yo la golpearé!

Vi cómo Percy se tiró a un lado, evitándome a mí, y Grover se dirigía a toda velocidad hacia la señora Medusa. El sátiro logró encajarle un golpe, seguramente con todas sus fuerzas, en la cabeza.

— Miserable sátiro —siseó— ¡Te agregaré a mi colección!

— ¡Eso fue por el tío Ferdinand! —gritó Grover en respuesta.

¿Nadie puede pensar en cómo sigo viva?

¿Dónde está mi protector Potter cuando lo necesito?

El chico cabra volvió a caer en picada hacia la señora cabeza de serpiente para darle otro cariñoso golpe en las serpientes feas.

Logré ver a Annabeth junto a Harry y Percy; me alegraba que estuvieran bien, pero entre mareos no podía pensar mucho. El inteligente de Grover giraba como loco en el cielo nocturno y, desafortunadamente, yo estaba con él.

El sátiro volador del que me agarraba le gritó algo a los otros tres, pero sus palabras se mezclaban en mi cabeza cada vez que miraba hacia abajo.

Grover intentó volar hacia Medusa para darle otro dulce golpe, pero esta vez fue demasiado bajo y la dama serpentina agarró la rama para, al poco tiempo, empujarnos.

Las vueltas aumentaron y terminé chocando dolorosamente contra una estatua. Hoy habrá asado de cabra.

Me senté lo mejor que pude para ver lo que sucedía con Percy y Medusa; me hizo recordar algunos momentos sobre la pelea del Basilisco y Harry, la cual no había logrado presenciar.

No entendía lo que esa señora le decía a Percy, pero sí sabía que intentaba manipularlo, o eso pensaba mi mente mareada y recién golpeada.

— ¡Percy, no la escuches! —grité con todas mis fuerzas, pero tranquilamente podría estar muerta.

Desvié la mirada y vi cómo la hija de Atenea no permitía que Harry se metiera en la pelea, por alguna razón que desconozco.

Escuché cómo una cosa viscosa caía al suelo y nunca pude sentir tanto asco con algo que ni siquiera pude ver.

— Asco —dijo Grover, aún con los ojos cerrados— Mega-asco —concuerda.

Me sostuve la cabeza al levantarme; al menos no me sangraba, solo sentía mucho sueño.

Magia y mitología: Un legado por descubrir ▓┃ Percy Jackson × Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora