La espera...

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Narra Ronal.

Al llegar a la calle York veo el caos que se desató.

– señor, Clark me ha dicho que están a dos cuadras de aquí  – me dice Nais

– Métele, Nais! – le gritó preocupado

Al dar la vuelta a la esquina veo que la camioneta de Esteban estaba rodeada, los hombres intentaban subir a mi mujer pero Clark y Parker se lanzaron a puño para detenerlos.

Veo adentro de la camioneta y mi corazón se rompe, mi hija se encuentra inconsciente con Esteban protegiéndola.

Mi rabia se enciende y me bajo como perro rabioso con la pistola en mis mano. Mis hombres me siguen y se abalanzan sobre los hombres que quieren llevarse a mi mujer, la tomo rodeando su cintura, Sammy me ve  y se rompe a llorar balbuceando el nombre de nuestra hija.

– ¡debemos irnos de aquí! – les gritó a mis hombres y ellos empiezan a matar a los pendejos.

– ¡señor, encontramos una salida! – me grita Nais

– ¡Suban a la camioneta! – les gritó a mis hombres

– ¡Parker! – le gritó a mi yerno al ver qué sus movimientos son lentos, lleva su mano a su pecho y veo que está sangrando, me acercó para ayudarlo a subir

– Sab...Sabi – es lo último que dice antes de quedar inconsciente

– Parker – me acercó y le doy golpecitos en su mejilla.

Volteo a ver a Sammy quien sostiene a Sabrina, veo la sangre escurriendo por sus piernas y la impotencia me llega.

–  Clark, maneja más rápido debemos ir al hospital Westin – le digo mientras saco mi pistola por la ventana y le disparó a los autos que nos siguen.

– !señor! – el grito de Nais llama mi atención y veo que unas caminionestas quieren rodearnos

– preparen las armas – escucho que clark le avisa a mis hombres por la radio

Los disparos empiezan y me lanzo sobre Sammy para protegerla, ambos cubrimos a Sabrina con nuestro cuerpo.

Cuando creo que no lo vamos a lograr el auto de la FEMF se atraviesa dejando  el camino libre

– ¡por acá! –

Mi hijo nos hace señales con la mano para que lo sigamos

– ¡sigue a mi hijo! – le digo a Esteban.

Las otras camionetas de la FEMF se quedaron disparando a los otros hombres.























Llegando al hospital nos bajamos para que los doctores a los que llamo Nais saquen a Parker y a mi hija.

Bratt baja con prisa de la camioneta y en cuanto ve a Sabrina viene corriendo.

Me acercó para detenerlo y el me grita pidiendo que lo suelte.

Me duele pero necesitan atender a Sabrina y en este momento mi hijo no ayuda, le hago señales a mis hombres y sostienen los brazos de mi hijo.

– ¡¿Qué hacen?! – grita mi hijo intentando soltarse

– hey, ¡hey cabron! – le digo dándole una cachetada en su mejilla – necesitas controlarte

El me ignora, así que no me queda de otra, le doy un fuerte golpe que lo manda hacía atrás pero mis hombres lo sostienen

–¡TE CALMAS! –. Le gritó – tu hermana no necesita esto ahora.

Creando Un Nuevo Cuadro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora