Encadenados al placer

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Todo comenzó cuando nos conocimos a través de Instagram. Ambos compartimos esta pasión por las letras. Él, se llama Marvin, y sus poemas, llenos de pasión y entrega masculina, cosquillean en lo profundo de mi alma de una manera especial. Los míos, que son altamente de liberación sexual femenina, mezclados con una lujuria y un deseo de nuevas aventuras, parecían causar en él una curiosidad de la mujer tras las letras, así entre los dos nació lentamente un interés mutuo de vivir las fantasías que habíamos despertado.

Empezamos dándonos likes, y comentarios que fueron cada vez un poco más calientes y específicos, a hablar por DM, compartiendo nuestros últimos escritos, nuestras inspiraciones, nuestros miedos y nuestras alegrías. Con cada mensaje, la conexión entre nosotros se hacía más fuerte, más profunda. Descubrimos que compartimos no solo el amor por la escritura, sino también una visión similar del mundo bajo las sábanas, una forma de entender las relaciones y una necesidad constante de expresar nuestros sentimientos más íntimos.

Tras meses de conversaciones llenas de complicidad y de promesas tácitas que nos habían llevado hasta este punto. Habíamos decidido reunirnos en un hotel en Santo Domingo, el cual él acostumbraba a hospedarse cuando visitaba República Dominicana, para conocernos en persona y hacer realidad lo que se desbordaba en las pantallas.

La emoción era palpable en el aire mientras esperaba en el lobby.
Y entonces, lo vi. Era tal y como se veía en las fotos que me había compartido, con esa mirada intensa y esa sonrisa amplia que había conocido solo a través de sus mensajes.

Esa noche, las palabras cobraron vida. Nos habíamos conectado en un nivel más profundo, en un lugar donde las almas se reconocen sin necesidad de hablar.

A medida que la noche avanzaba, la tensión sexual que habíamos estado acumulando durante tanto tiempo se hizo insoportable. Nos besamos con una pasión que parecía consumirnos por dentro. Nuestras manos se entrelazaron, explorando cada centímetro de nuestros cuerpos con una familiaridad sorprendente.

En ese instante, comprendimos que lo que nos pasaba, solo podía ser expresado en la piel. Y así, en esa habitación 305 del hotel, bajo la tenue luz de una lámpara, comenzamos a escribir un nuevo capítulo en nuestras vidas.

De solo imaginarlo, se me erizaba la piel, la adrenalina corría por mis venas. Había esperado tanto este encuentro, tratando de causar una buena impresión, tenía miedo de que algo pudiera arruinar la noche, lo deseaba.

Al quedar a solas en la habitación, Marvin tomó el control, me besó, subiendo así la intensidad mi deseo de sus besos, el calor que se desataba de mi cuerpo, de pronto, me mostró una venda roja para que la usara, sin preguntar, le obedecí quedando a su merced, con el placer inquietante de sentir su presencia cerca de mí, su cálido aliento quemando mi cuello y reclamando mis labios nuevamente, sus manos acariciaron mi espalda mientras bajaban lentamente de forma posesiva haciendo presencia hacia mis nalgas, las acarició y apretó exquisitamente, me apretó contra su cuerpo y sentí la dureza de su miembro creciendo hambriento en sus pantalones de tela, sus manos seguras y ágiles me despojaron lentamente de la ropa, mientras mi deseo ardía de la desesperación que acumulaba mi existencia ante él.

Clavó sus besos de fuego en mi cuello, me llevó contra la pared de la habitación haciéndome sentir pequeña e indefensa, dentro de mí, se hacía realidad mi fantasía, me dio la vuelta repentinamente, sus manos acariciaron mi cuerpo con pasión, sentía su deseo presionar mis nalgas, sus manos tomaron completamente mis pequeños pechos, mis pezones estaban terriblemente endurecidos, él se excitó aún más, acariciándome por encima del sostén, procediendo a retirarlo con una de sus manos, con la otra procedió a desatar mis ganas deslizándose a mi vulva, mientras yo respiraba agitada, lo quería, lo necesitaba, el sentir sus dedos acariciando delicadamente mi clítoris, y la suavidad de su dedo explorándome, en definitiva él era el hombre que necesitaba en mi vida, él sabía exactamente qué hacer.

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⏰ Última actualización: Oct 22 ⏰

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