El secuestro

2.1K 34 0
                                    

Eloísa caminaba hacia su auto, salía del centro comercial caminando por ese oscuro estacionamiento eran las 9 de la noche, aun pensaba que a su novio no se le pudo ocurrir una mejor idea de pedirle esas cosas a esa hora de la noche, él llegaría mañana de su campamento en el ejército, así que cuando le pidió ciertas cosas del supermercado no dudo en complacerlo, el estacionamiento casi estaba vacío era un día de semana había poco movimiento en las calles, se acercó a su auto abrió la puerta para entrar, cuando de repente sintió como era tomada por detrás por un sujeto quien con su fuerza la domino rápidamente, la obligo a entrar en la parte trasera de su auto, rápidamente amarro sus manos y tapo su boca con una venda, escucho como el desconocido entraba a su auto y lo encendía.

Ella esta nerviosa y con miedo, acaso la estaban secuestrando desde esa posición le era incomodo mirar al conductor, cuando lo vio no tuvo dudas que era un secuestro, el desconocido estaba usando una máscara, era la máscara de Dalí de la popular serie la Casa de Papel, la reconocía porque uno de sus sobrinos tenía una, ahora el miedo que sentía se hacía más fuerte conforme pasaba los minutos, el desconocido se detuvo, abrió la puerta y la levanto mientras le tapaba los ojos, la obligo a caminar por unos minutos hasta que le pareció a Eloísa que estaban en una casa, ese desconocido le ato las manos por encima de la cabaza mientras le despojaba de su ropa ante los gritos ahogados por la venda que no se escuchaban de Eloísa que había comenzado a temblar temiendo lo peor por parte de ese extraño.

—Había esperado por mucho tiempo este momento, que estuvieras a mi completa disposición y deseos.

Al escuchar la voz del extraño, Eloísa pudo reconocer de quien se trataba.

—¡Estas loco! Por qué hiciste todo esto.

—Perdona amor, deseaba desde mucho tiempo tener una noche donde estarías expuesta a todos mis deseos

Él le quito la venda, Eloísa miro al desconocido quien al mismo tiempo se quitó la máscara de Dalí, era su novio, ella estaba molesta por todo el miedo que había sentido, había estado a punto de derramarse en lágrimas, era un completo desconsiderado.

—Suéltame de inmediato, busca mi ropa y vámonos de aquí.

—Lo siento amor, esta noche quien da las ordenes soy yo, tu solo me complacerás en todos mis deseos.

—¿Hablas en serio? ¿Te has vuelto loco?

—Si loco por hacerte mía toda la noche.

La mirada y tono de voz de su novio eran diferentes, no era el típico hombre tranquilo que ella conocía, ahora era tan autoritario, tan dominante, por ahora no podía moverse, sus dos manos atadas lo impedían, él se acercó mirando con deseo su cuerpo, uso sus manos para acariciar su abdomen mientras caminaba en círculos para observar su cuerpo, se acercó tomando su rostro con la mano izquierda le dio un beso largo, duro que la sorprendió, era un beso hambriento lleno de deseo, él usaba sus manos para apretar sus pechos al mismo tiempo que la besaba, levanto sus sostén para que los pechos quedaran libres de la tela, le dio vueltas aprovechando que el soporte donde estaban atadas las manos sostenía su peso, levanto sus piernas para poner su cuerpo en medio.

—Te dije que serias mía toda la noche y pienso cumplirlo.

—Detente y vamos a tener sexo en la casa como siempre.

—Te equivocas, esta noche será diferente, te hare mi putita y pienso disfrutar tu cuerpo toda la noche, cuando calme mis ganas te soltare, pero mientras tanto disfrutare dándote placer, quiero mojarte como nunca lo he hecho, te dará placer hasta que me canse.

Su novio la tomo de las caderas, dándole una fuerte nalgada que hizo saltar a Eloísa, volvió a besarla con esa intensidad del primer beso, apretó fuertes sus nalgas como si le quisiera decir a ella que su cuerpo era de él, desde esa posición ella dejaba caer su cabeza hacia atrás situación que su novio aprovecho para besar sus pechos, los metió a su boca mientras con una de sus manos le seguía dando nalgadas, apretaba los pezones con sus dientes y realizaba una fuerte succión.

El libro de las perversiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora