Recién casados

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Rubén y Aura tenían semanas de haberse casado, vivían su vida plenamente disfrutando sus momentos a solas, pero ese día era el primer día de trabajo de Rubén en una nueva empresa que le daría una buena solvencia económica, aún faltaban algunas horas para el inicio de su jornada laboral cuando Aura se le acerco a Rubén que estaba sentado en el piso al lado del sillón de su casa.
—Te extrañare, estos días han sido maravillosos—le dijo mientras se acostaba en el sillón muy cerca de él.
—No cambiaria por nada el tiempo que he pasado contigo—le respondió Rubén.
—¿Qué lees? —le pregunto Aura mientras le acariciaba el hombro izquierdo.
—Las normas de mi trabajo y algunas pautas de conducta.
—Es una lástima que estes tan ocupado—volvió a decir ella.
—Tengo una hora antes de comenzarme a vestirme podemos aprovechar nuestro tiempo—le respondió Rubén.
—Me insinúas algo pervertido—dijo Aura.
—Acaso no era esa tu intención.
Rubén giro su cara para observar cómo Aura había subido su falda hasta más de la mitad de su muslo, se besaron desde esa posición, era un beso lento que se prolongaba mientras disfrutaban del sabor de sus bocas, sus lenguas se enlazaban en ese largo beso que no buscaba terminar si no alargar su disfrute, separaron sus labios y se sonrieron mutuamente, él extendió su mano izquierda hacia el sillón para acariciar y apretar la piel desnuda de los muslos de Aura, ella bajo su mano para cerrar de manera coqueta el documento que Rubén leía, invitándolo a que la acompañara en el sillón, él se levantó de piso para sentarse a su lado en el borde del sillón, tomo uno de los pechos de ella con su mano izquierda mientras la volvía a besar, la besaba suave mientras apretaba su pecho, ella le sonrió para acariciar su rostro, ella se levantó para ponerse de rodillas en el sillón, él la imito para estar más cómodos, volvieron a besarse mientras estaban frente a frente en el sillón.
Aura con sus dedos desabrochaba la camisa de Rubén, no paraban de besarse mientras le ayudaba a ella a quitarse su camisa, cuando estaba desabrochada la tiro a un lado en el piso para tomar el vestido de Aura y levantárselo por encima de sus pechos, bajando su boca para besar con deseo sus pechos, cambiando rápidamente de pecho para aplicarle al otro la misma caricia antes de volver a su boca para besarla y terminar de levantar su vestido por encima de sus manos, se terminaron de desnudar para que ella se acostara en el sillón, Rubén la beso para bajar lentamente por su cuerpo, acariciando su cuello con ardientes besos, bajando a sus pechos para meterlos a su boca y con su lengua acariciarle la punta del pezón de Aura, bajando a besos a su ombligo para lamer alrededor de su piel, seguir bajando hasta su monte de venus donde acaricio el área con rápidos besos aplicando una leve presión, abriendo las piernas de Aura para darle un lento lengüetazo a su vagina, usando la punta de la lengua para recorrer los labios vaginales de ella mientras miraba como reaccionaba a sus caricias.
Aura cerraba los ojos mientras disfrutaba del movimiento de esa lengua entre sus piernas, esas lamidas rápidas y firmes en medio de sus labios la excitaban, el roce de la punta de esa lengua alrededor de su clítoris que se había hinchado ante las intensas caricias de la lengua de Rubén, de su boca escapaban suaves gemidos de placer cada vez que era acariciada, estaba muy mojada y caliente. Rubén se levantó para sentarse en el sillón, ella dándole la espalda se sentó sobre su pene mientras con su mano guiaba la cabeza hacia su interior para comenzar a cabalgarlo lentamente, las manos de Rubén le abrieron sus piernas para tomarla de la cintura mientras ella subía el ritmo de sus movimientos, bajando y subiendo aceleradamente para sentarse en el duro pene, las sensaciones de placer aumentaban mientras ella cerraba los ojos y se concentraba en el movimiento de sus piernas, ambos disfrutaban las penetraciones, los suspiros y quejidos de placer habían inundado la habitación.
Cambiaron de posición colocándose de lado en el sillón, Rubén se colocó detrás de aura levantando su pierna izquierda para volver a penetrarla, metió su mano debajo de su cuerpo para alcanzar el pecho derecho de ella y acariciarlo con suaves apretones, besaba su cuello y el lóbulo de la oreja mientras la embestía de forma intensa, ella acariciaba su cabeza mientras giraba la suya para reclamarle un beso, se besaron con ese deseo intenso que sentían, él seguía levantando su pierna mientras la penetraba más duro y profundo de forma constante, variando ese ritmo veloz de penetraciones por una más firme y profunda, ella sentía como el pene de su esposo llegaba tan profundo a su interior, se sentía tan llena, complacida con el placer que estaba experimentando que exploto en un vorágine de sensaciones de placer que la llevo al éxtasis del placer junto a su esposo.
Rubén tiempo después salió hacia su primer día de trabajo, la persona que le enseño sus obligaciones fui muy amable y precisa, su turno transcurrió tranquilamente hasta la hora de receso a la cual tenía derecho, busco una mesa alejada en el comedor de la empresa para escribirle a su esposa.
—Hola que haces
—Aburrida y extrañándote amor.
—También te extraño aún siento el olor de tu cuerpo.
—¿Por qué piensas de esa manera en tu trabajo? —le pregunto Aura.
—Es normal desear a mi esposa después de lo de la mañana.
—No me recuerdes eso, aún siento tus caricias en mi cuerpo, estoy acostada en la cama ¿A que no adivinas lo que tengo puesto?
—No me digas que es ropa interior sexy de encaje.
El celular de Rubén recibió una notificación de una foto donde se apreciaba a Aura acostada en su cama luciendo un conjunto de ropa interior de encaje de color blanco con el mensaje de te espero con ansias.
—Con esa foto has roto toda mi concentración, no he podido evitar tener una erección.
—Perdona, sé que estas en tu trabajo, pero deseaba que vieras como voy a esperarte cuando salgas.
—Me haces desear estar a tu lado para besarte, recuerdas cuando éramos novios y visitaba tu casa.
—Te aprovechabas que mi mamá se ocupaba en sus quehaceres mientras estábamos en el patio de atrás, debo agradecer que no tenía vecinos cerca que nos vieran.
—Ese día esa falda corta que llevabas me tentó, no podía dejar de mirar tus muslos.
—Recuerdo que tus besos me tenían excitada, me daba pena decirte, pero fueron muchos besos y habías logrado mojarme, por eso no me negué cuando me pediste sentarme adelante tuyo.
—Realmente solo quería besar tu cuello, pero cuando sentí tu olor me descontrolé, no podía controlar lo que hacían mis manos.
—También estaba tan excitada que cuando acariciaste mis muslos y fuiste subiendo hasta mi falda, no pude detenerte, dejé que metieras tu mano hasta mi panty, cuando sentí la caricia de tus dedos por primera vez todo mi cuerpo vibro, esos masajes que me hacías con solo recordarlos me producen escalofríos.
—¿Acaso estas excitada recordando lo que paso esa tarde?
—¿Quieres saberlo? —le preguntó Aura.
—Por supuesto, tengo curiosidad—respondió Rubén.
Después de unos segundos una notificación llego al celular de Rubén, era un video, al reproducirlo pudo ver como la mano de su esposa acariciaba el panty de encaje para luego perderse en su interior, los suaves movimientos de sus dedos en la tela era un obvio mensaje de lo que pasaba.
—Acabas de causar que me pene se pusiera más duro de lo que estaba.
—Lástima que no estas cerca si no mi boca lo calmaría.
—Me haces desear que ya sea el fin de mi turno.
—Me estoy tocando mientras recuerdo aquella tarde pervertida cuando tus dedos llegaron a mi vagina, esos masajes que realizabas, como me tenías abierta de piernas susurrándome palabras calientes a mi oído mientas me masturbabas, era tan inocente y tu con tus dedos corrompiste mis pensamientos y acciones, pero me encanto tanto que ahora que lo recuerdo no pude evitar tocarme, ven estoy tan mojada y caliente que apenas llegues quiero que me vuelvas loca de placer como en la mañana. Desde ese día cada vez que me visitabas tus manos quedaban dentro de tu panty haciéndome gemir de placer, a veces tenía que morder mis labios para evitar que mi mamá nos escuchara.
—Nunca olvidare esos recuerdos, de verdad estoy tan excitado que tengo miedo que mis compañeros descubran mi erección, se termina mi hora de almuerzo, espérame en la noche no dudare en quitarte esas ganas que tienes, besos amor.
—Te estaré esperando con ansias—respondió Aura mientras le mandaba una última foto que no dejaba dudas a lo que estaba haciendo.
Rubén logro calmarse pero deseaba que terminara su turno, cuando por fin llegó la hora de salida, no demoro en salir hacia su casa, apenas abrió la puerta fue a buscar a Aura a quien sorprendió regando las flores de la casa en una bata abierta transparente y debajo el conjunto de ropa interior blanco de encaje que había visto en las fotos y video que su esposa le había enviado, no dudo en acercarse por detrás para abrazarla, girar su rostro para atrapar sus labios con pasión, acariciando su cuerpo con sus manos, apretó sus pechos y bajo para masajear por segundos la tela del panty a la altura de la vagina, la cargo para llevarla a su cuarto y dejarla caer suavemente sobre su cama, desnudándola mientras la besaba con deseo y desesperación, su cuerpo ardía y deseaba satisfacerlo rápidamente, al tenerla desnuda la acaricio entre las piernas para comprobar lo mojada que se encontraba su esposa, hundió dos dedos lentamente mientras besaba su cuello, el calor de su interior era muy fuerte, Aura desabrocho el pantalón de su esposo para liberar su pene, lo tomo firmemente con su mano para endurecerlo, quería que la penetrara rápidamente, él entendió el mensaje.
La llevo al borde de la cama, mientras levantaba una de sus piernas, la penetro de un solo empujón, la humedad de Aura facilito la penetración, su interior ardía causando miles de sensaciones de placer sobre el pene de Rubén, le acariciaba un pecho mientras la embestía con dureza, ella también estaba muy caliente que no pudo evitar masturbarse mientras era penetrada, sus dedos se concentraban en su clítoris para maximizar las sensaciones de placer que estaba experimentando todo su cuerpo, al tener una de las piernas sobre los hombros de su esposo le ayudaba a sentir su pene tan profundo, sus paredes vaginales se aferraban al duro miembro disfrutando ese intenso roce que se producía con cada embestida, él la halo haciendo que ella quedara boca arriba completamente para embestirla con rapidez y dureza, situación que arranco varios gemidos a Aura que no paraba de masturbarse y acariciar sus pechos presa de la lujuria que estaba experimentando su cuerpo.
Rubén decidió cambiar de posición, bajo la pierna de ella que tenía sobre su hombro para empujarla de lado, manteniendo su pene dentro, él apoyaba sus manos en las piernas de Aura que se encontraban a un lado de su cuerpo, esa posición causaba que el roce de su pene aumentara considerablemente, él la embestía tan duramente que causaba que todo el cuerpo de ella se moviera con cada penetración, le apretaba un pecho y sacaba y entraba su pene más lento, para que ella sintiera como ese duro miembro se abría paso entre sus paredes vaginales, Rubén la puso en 4 haciendo que bajara su cabeza hacia la cama, la tomo de las caderas para penetrarla con firmeza, puso las manos un poco más arriba de las nalgas de ella para embestirla duramente, sin descanso entraba y salía de su vagina a un ritmo frenético, estaba poseído por su deseo, muy excitado a los altos quejidos que su esposa no paraban de salir de su boca, él seguía penetrándola.
Ella estaba tan sensible que un calor fue naciendo, extendiéndose por su cuerpo, no pudo aguantar más, su cuerpo exploto mientras temblaba de placer, disfrutando cada contracción de su paredes vaginales, esas contracciones aprisionaron el pene de Rubén exprimiéndolo fuertemente rompiendo su resistencia, dio un fuerte grito mientras su semen salía a chorros en el interior de su esposa, su orgasmo también fue fuerte complaciendo ese gran deseo que tenía al llegar a su casa, durmieron abrazados, besándose lento, eran una pareja muy caliente, se durmieron pensando en los días que disfrutarían más adelante en su nueva vida de casados.

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