Iris
Me sentí abrumada por la propuesta de Adrián. ¿Casarme con él? No podía ser cierto. No lo conocía, no sabía nada sobre él, y además, no esta en mis planes casarme ahora. Mi vida estaba llena de incertidumbre y peligro, ¿cómo podía considerar un compromiso tan serio?
La idea de casarme con Adrián me parecía absurda. No sabía nada sobre él, sobre su pasado, sus intereses, sus valores. No podía comprometer mi futuro con alguien que era un desconocido para mí.
Y además, estaba el beso. Fue un error permitir que se acercara a mí, que me besara. Pero no podía negar que me había gustado. Sentir sus labios en mi piel había sido como una descarga eléctrica. Me había hecho sentir viva, deseada.
Me recordé a mí misma cómo había reaccionado ante su beso. Cómo había respondido a su contacto, cómo había sentido su calor y su pasión. Cómo había deseado que continuara, que me besara de nuevo.
Y eso era lo que me hacía sentir culpable. Yo también había tenido la culpa por permitir que las cosas avanzaran. Me había dejado llevar por mis sentimientos, por mi atracción hacia él. Y ahora, no sabía cómo detenerlo.
Sabía que no podía permitir que mis sentimientos me cegaran. Tenía que mantener el control, tenía que tomar decisiones por mí misma. Pero era difícil ignorar la conexión que sentía con Adrián.
La propuesta de Adrián me había pillado por sorpresa. No había visto venir que se declararía de esa manera. Y ahora, no sabía cómo reaccionar. Parte de mí quería rechazarlo de inmediato, pero otra parte de mí se sentía intrigada por su determinación.
Y había algo más. La forma en que me miraba, la forma en que me tocaba, me hacía sentir que me deseaba de verdad. Y yo lo deseaba igual. Pero no podía permitir que eso fuera suficiente para tomar una decisión tan importante.
Sacudí la cabeza, intentando despejar mis pensamientos. No podía dejar que mis sentimientos me confundieran. Tenía que tomar una decisión lógica, no emocional. Y mi decisión era clara: no iba a casarme con Adrián.
Pero, ¿podría resistir la atracción que sentía hacia él? Probablemente no.
_¡¿Que a pasado?!_ grita Jonathan a mi lado sacándome de mis pensamientos._ ¡Por dios Iris, habla de una vez por todas!
_No sé qué decir_ balbuceé.
Me sentí abrumada por la presión de Jonathan y la revelación de Adrián. Jonathan sabe lo que ocurrió anoche por qué su novio Marcus se lo dijo, ya que según no se ocultan nada.
Jonathan me agarró del brazo, su mirada intensa.
_¿Es cierto? ¿Estás comprometida con el?_ preguntó, sin dejar de presionarme.
No podía evitar pensar en las palabras de Adrián. Futuro esposo... La frase resonaba en mi mente como un eco.
_Jonathan, por favor_ rogué, intentando zafarme de su agarre._ No sé qué está pasando.
_Esta bien, nena. Te dejare en paz, solo por un rato.
_Ehh..¿Gracias?
_De nada_ mira a nuestro alrededor._ Y...¿nuestros hombres a dónde fueron?
¿Mi hombre?
Echo un vistazo al lugar. Hemos estado en la sala desde que terminamos de desayunar. Ni siquiera me eh dado cuenta de que Marcus y Adrián no estaban cerca.
Marcus.. eso me hace recordar que Jonathan no tenía nada oficial.
Tomo uno de los cojines de mi sillón y empiezo a golpear a Jonathan en la espalda.
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El Peso del Pasado
RomanceIris Wilder, una joven con un trauma psicológico profundo después de presenciar el asesinato de su amiga, intenta reconstruir su vida. Adrián Carson, un arquitecto famoso y secretamente el mafioso más temido de Washington, se cruza en su camino. A m...