Iris
Siento el calor de los rayos del sol en mi rostro, y mi piel se vuelve cálida y sensible. Al abrir un ojo, la luz del sol me ciega por un momento, y tengo que entrecerrarlo para adaptarme. La habitación está bañada en una cálida luz dorada, y puedo sentir el calor del sol en mi piel.
Me escondo en la almohada, buscando proteger mis ojos del intenso sol que ilumina la habitación.Quiero enterrar mi cara en la suave tela, pero algo duro me lo impide.
Al principio, creo que es la almohada misma, pero pronto me doy cuenta de que es algo más. La dureza es cálida y parece moverse ligeramente.
Confundida, trato de ajustar mi posición, pero la dureza se mueve de nuevo. Esta vez, siento un ligero subir y bajar, como si estuviera respirando.
Me quedo sin aliento al darme cuenta de que estoy apoyada en el pecho de Adrián. Siempre había dormido abrazando una almohada, pero ahora, la realidad es diferente. Mi corazón late con fuerza y mi mente se llena de pensamientos confusos.
Mi mirada se desplaza hacia abajo y noto que mi mano está alrededor de la cintura de Adrián, y una de mis piernas está entre las suyas. La sorpresa me golpea al ver que su palma está en mi piel desnuda. ¡Tiene su mano en mi muslo! El calor de su contacto me envuelve, y mi cuerpo reacciona con un escalofrío.
Mi primera reacción es retirar mi mano y mi pierna, pero algo me detiene. Tal vez es la conexión que siento con Adrián, o la curiosidad por saber qué significa esto.
¿Cómo terminé aquí? ¿Por qué estoy tan cerca de Adrián?
No recuerdo cómo llegué aquí o por qué estoy en esta posición.
Mi mente es un torbellino de preguntas y dudas, pero mi cuerpo parece tener una respuesta diferente. Mi mano sigue apoyada en su cintura, y mi pierna sigue entre las suyas. Es como si mi cuerpo hubiera encontrado un hogar en los brazos de Adrián.
Levanto la mirada y me doy cuenta de que Adrián me está mirando. Sus ojos negros como la noche, profundos y misteriosos, están fijos en los míos. Me siento atrapada en su mirada, como si estuviera sumergida en un abismo de intensidad y pasión.
Su expresión es serena y tranquila, pero hay una chispa de curiosidad en sus ojos. Me doy cuenta de que me ha estado observando todo este tiempo, mientras yo estaba perdida en mis pensamientos.
Su cabello está un poco desordenado, con mechones rebeldes que caen sobre su frente. Su rostro, relajado y sereno, muestra una belleza masculina que me deja sin aliento.
Me siento nerviosa y vulnerable, sabiendo que me ha estado mirando mientras yo estaba en sus brazos. Mi corazón late con fuerza, y trato de encontrar las palabras para romper el silencio.
-¿Cuánto tiempo...?-comienzo a preguntar, mi voz apenas audible. Adrián sonríe ligeramente, y su mirada se vuelve aún más intensa.
-Desde que te dormiste, cariño.- dice con una sonrisa en el rostro. Al mismo tiempo, su mano se desplaza hacia arriba y abajo, acariciando mi muslo con un movimiento suave y sensual. Una descarga de electricidad recorre mi cuerpo, y siento un escalofrío en la espalda. Su contacto es como un fuego que enciende mi piel, y me hace sentir viva.
Mi corazón late con fuerza, y mi respiración se vuelve más rápida. Me siento atrapada en su mirada, y su mano en mi pierna es como un ancla que me mantiene en el momento.
-Lo siento-digo, empiezo a retirar mi mano de su cintura.
-no deberi...-Si deberías-me corta Adrián, su voz baja y rasposa. Coloca mi mano de vuelta a su cintura. Su mano libre la coloca en mi espalda acercándome más a el.
-Eres mía y aquí es donde debes estar.
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El Peso del Pasado
Roman d'amour⚠️ CONTENIDO, FUERTE Y EXPLÍCITO. NO APTO PARA MENORES DE 21 ⚠️ En un mundo de secretos y mentiras, Iris y Adrián comparten una relación tan peligrosa como apasionada. Iris, una mujer marcada por un pasado que se niega a soltarla, lucha por desentra...