Capitulo 12

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Por poco y no les actualizo, ya que me pasó una tragedia😭🤧 jajaja pero aqui lo tienen espero y les guste. 🛐

Adrián

Mi mente es un torbellino de ira y venganza. Siempre he sido vengativo, nunca he dejado que las cosas se queden así, sin más. Mi padre me enseñó desde pequeño que la debilidad es un lujo que no podemos permitirnos. Me enseñó que cuando alguien se mete con nosotros, hay que destruirlo completamente. Recuerdo las palabras de mi padre, grabadas en mi mente como un mantra: "Un enemigo no es un enemigo hasta que esté debajo de tus pies, aplastado y sin vida". Siempre he vivido según esas palabras.

Luca se ha metido conmigo, se ha atrevido a tocar lo que es mío. Mi mujer, mi propiedad, mi todo. Ahora, pagará el precio. No habrá misericordia, no habrá compasión. Solo habrá destrucción. Mi pasado se llena de historias de venganza, de personas que se atrevieron a cruzarse en mi camino y pagaron el precio. Mi padre me enseñó a ser fuerte, a ser implacable. Y yo he seguido sus enseñanzas a rajatabla. La ira me consume, me hace sentir vivo. Luca pronto descubrirá que se ha metido con el hombre equivocado. Descubrirá que yo no soy alguien con quien se puede jugar.

Mi mente se llena de imágenes de destrucción, de dolor y sufrimiento. Luca La Torre pronto será un hombre roto, un hombre que suplicará por su vida. Y yo estaré allí, sonriendo, disfrutando de su agonía.

La tarde ha pasado, y estoy en una de mis bodegas alejadas de la ciudad, junto con Marcus y Derek. He dejado a Iris en su casa, con Jonathan y mis hombres de confianza.

Los tres permanecemos de pie frente a Luca que está con los ojos cerrados. Marcus está furioso, con ganas de romperle la cara por acercarse a Jonathan. Su ira es palpable, y sus puños están apretados, listos para golpear.
_Quiero hacerlo pedazos_ gruñe._ ¿Cómo es que sigue vivo después de recibir tres disparos?

Me sorprende que Luca aún respira, pero eso es bueno para mí. Así podré torturarlo más tiempo, hasta que confiese quién lo mandó. La idea me excita, y sonrío para mí mismo. No quiero matarlo rápido. Quiero despedazarlo vivo, hacer que sufra como ha sufrido mi mujer. Quiero que suplique que pare, que suplique que de una maldita vez lo mate.

Derek por otro lado es aún más directo. _Un tiro en la cabeza y listo_ dice con frialdad.

La habitación estaba en penumbra, iluminada solo por una débil luz. Luca colgaba del techo, suspendido por cadenas que le sujetaban las muñecas, mientras que sus tobillos estaban encadenados con un separador que mantenía sus piernas abiertas en una posición incómoda y vulnerable.

Su cuerpo estaba cubierto de sudor y sangre, y su rostro reflejaba el dolor y la desesperación. Los ojos de Luca estaban cerrados, como si intentara escapar de la realidad de su situación.

_¿Empezamos con el interrogatorio?_ pregunta Marcus y asiento. Me dirijo hacia la mesa, donde un arsenal de herramientas de tortura está dispuesto con precisión militar. La luz tenue de la habitación hace que parezcan instrumentos de una orquesta macabra, listas para interpretar una sinfonía de dolor.

Cuchillos afilados, cuchillos oxidados, cuchillos de lanzamiento con bordes rugosos y manchas de sangre seca, tenazas, cables eléctricos, martillos, sierras, agujas, y otros instrumentos de tortura están dispuestos en una coreografía de sadismo.

También veo herramientas más exóticas, como un par de pinzas de hierro fundido, un cinturón de cuero con tachuelas, y un dispositivo que parece una media luna con bordes afilados. Cada herramienta está diseñada para infligir dolor de manera diferente.

Me siento atraído por la mesa, como si fuera un imán que me llama a realizar mi trabajo. Mi mirada se vuelve oscura, mi respiración lenta y controlada. Extiendo mi mano, acariciando las herramientas con una suavidad que contrasta con la crueldad que se avecina. Mi dedo índice se detiene en un cuchillo oxidado, con una mancha de sangre seca en la hoja.

El Peso del Pasado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora