Gran Bretaña Vol.2

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Max se dejo llevar por la pasión, haciendo el beso mucho mas intenso... Sergio, por otro lado, estaba totalmente extasiado por la situación, tomo al güero por la cintura y lo subió a una mesa que estaba a su lado.

Max se separó por falta de aire, pero sus labios aun rosaban, puso su mano en la mejilla de su amante, acariciando con dulzura.

Sergio subió la mirada a los majestuosos ojos azules del holandés, su corazón empezó a palpitar con fuerza...

El mexicano se acercó un poco, y le susurró al oído—¿pero si quieres que te embruje y nos volvamos eternos o nah...?—Max sonrió al reconocer la canción, reconociendo que es unas de las favoritas del mexicano—me encantaría, mi pecas...—

El mexicano quedó encantado por la respuesta de su amado, pasó sus manos por su cintura y el rubio puso sus brazos alrededor del cuello del castaño en un cálido abrazo.

Sergio estaba hundido en el cuello del menor, empezó a besarlo para hacerle estremecer un poco.

El ambiente estaba lleno de pasión, ya era de noche y las luces de la pista brillaban a lo lejos, estaban solos en el paddock, solamente ellos y su romance prohibido...

Max cerro los ojos disfrutando del momento, cuando escucho a su amado susurrar —quítate la ropa lentamente hoy quiero amanecer contigo...—Mientras sentía las manos de Sergio recorrer todo su torso.

Al güero se le puso la piel chinita, pero obviamente no podían hacer el amor ahí mismo, podría entrar cualquier persona... Pero quizás una aventura es mas divertida si huele a peligro...

Sergio se separo del holandés, dejándolo sentado en la mesa, el mexicano saco su celular y lo conecto a una bocina que se encuentra cerca, al ambiente le hacía un poco de música...

¿Quieres escuchar música, mi güero?—Max sonrió al escuchar esas lindas palabras, seguido asintió con la cabeza—¿Quisieras escuchar algo en especial?—En realidad no, me siento de humor para escuchar cualquier cosa— Sergio se quedó pensando en que canción podría poner, cuando de la nada sonrió y empezó a sonar una hermosa melodía...

Y a mí me gustan como tú, Rebeldes y obstinadas...

Con ese glamour celestial, de nubes en los pies

Misteriosas como el mar...

Sergio se acercó al güerito, tomo su mano y le dijo —¿Quieres bailar, mi amorcito corazón?— Los ojos azules de Max comenzaron a brillar, bajó de la mesa de un brinco, y Sergio lo jaló hacia sus brazos... Max no mostró resistencia y se dejó envolver por el calor del mexicano.

Me gusta el tiempo de tu swing, me gusta cómo bailas

Elegante, ultra sensual, te vuelves una con la noche...

Los enamorados seguían el ritmo de la melodía, todo eran risas, baile y diversión. Hasta que escucharon un par de voces...

Rápidamente se soltaron e intentaron disimular, y comenzaron a escuchar una plática interesante...

—¿Seguro que no nos descubrirán?...—Por supuesto Christian, solo seremos tu y yo... —

Eran Toto y Horner!, Max y Checo solo se miraron y comenzaron a reír discretamente, ellos también estaban en la misma situación.

Al escuchar que los otros enamoraron se fueron a otra parte, Continuaron escuchando y disfrutando de la música...


Otra canción comenzó a sonar, esta vez una del sol de México...

Cómo te atreves a mirarme así,  A ser tan bella y encima sonreír...

Mía,  hoy serás mía por fin...

Sergio sonrió al escuchar esta bella canción, miro a Max con unos ojos deslumbrados por pasión, Max noto esta mirada, pero no conocía esta canción.

—¿Qué canción es esa, cariño?— Sergio solo sonrío levemente, y dijo—Solo escucha...—

Cierra los ojos, déjate querer

Quiero llevarte al valle del placer...  Mía, hoy serás mía, lo sé...

Déjame robar el gran secreto de tu piel,  Déjate llevar por tus instintos de mujer...

Entonces, Sergio tomo al rubio por detrás, de un momento a otro, Max estaba en el piso sobre unas cuantas mantas, Sergio estaba besando su cuello, el güero se estaba estremeciendo entre los brazos del mayor, mientras de fondo seguía sonando la bella canción...

Entrégate, aún no te siento

Deja que tu cuerpo se acostumbre a mi calor...

Entrégate, mi prisionera

La pasión no espera, y ya no puedo mas de amor...

Sin importar nada, ambos empezaron a entregarse, pareciera como si nunca hubieran tocado sus cuerpos.

Se envolvieron en la pasión del ambiente, mientras tenían la linda vista, las luces de la pista...

Disfrutando sin mas el momento, ya que no sabían cuando podría ser la siguiente vez que se entregaran así, él uno al otro... o si tan siquiera, habría otra vez...


El autor con dislexia.

Yo dije que trataría de sacar el capítulo el 20, nunca dije que lo sacaría el 20, ¿ok?.

Este sin duda alguna, es mi capítulo favorito, es algo corto pero me encanto el ambiente romántico...

Faltan solo unos capítulos...

Hola, soy un estúpido este capítulo debió de haber salido desde el 26 de octubre, pero no lo subí porque soy idiota.

Solo en Mónaco...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora