Capitulo 15

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*Maya Pov.*

Estar recostada en esta cama de hospital recuperándome de la lesión no era fácil. Luego de estar unos días en cama bajo observación, Andrew insistió en hacerme caminar así que iba tomada de la mano con Carina por los pasillos cada vez que podía o con Andy.

Mis compañeros de la estación 19 se habían aparecido para verme el día que desperté y no solo les di la noticia de que tendría una hija, sino que iba a casarme con Carina. Ella me pidió matrimonio, era increíble. Estaba muy emocionada para ser sincera.

Íbamos caminando y tomaba el brazo de Andy.

—Sabes, he observado que el vientre de Carina es enorme para tener 17 semanas de embarazo. —Me dijo y la miré—. Esa niña será grande, Maya.

Sonreí ante la imagen que se formuló en mi mente y me distraje por un momento. Así que no me di cuenta que me hizo subir por el ascensor.

—¿Por qué venimos por aquí? —Le dije y me sonrió.

—Porque Carina te tiene una sorpresa. —Me dijo y la miré frunciendo el entrecejo—. Ya verás, valdrá la pena.

No dije nada más y fuimos en silencio el resto del camino. Noté que estábamos en la zona de maternidad y entendí por qué me hizo poner una bata cerrada de hospital. Noté a Carina hablando con otra doctora y sonreí al notar su vientre desde donde estaba. Se veía hermosa, muy hermosa. La otra doctora nos notó y la reconocí como su obstetra.

—Llegaron. —Dijo Carina y me sonrió—. Te tengo una sorpresa, Maya.

—¿Ah, sí? ¿Qué sorpresa?

—Como no pudiste ver el ultrasonido por estar inconsciente, la Doctora Wilson aceptó hacerme otro para que puedas ver a nuestra hija.

—¿En serio? —Dije con emoción y asintió, por lo que miré a la Doctora Wilson—. Gracias...

Nos sonrió y luego abrió la puerta. Entramos al consultorio y Carina fue primero a subirse a la camilla mientras yo me quedé de pie al lado, aunque Andy me alcanzó una silla alta y agradecí, sentándome junto a Carina. Dejó su vientre libre y llevé mi mano ahí, dando una caricia con una sonrisa. No tardé en sentir movimiento y Carina sonrió.

—Es increíble cómo sabe cuándo la saludas. —Dijo Carina y miró a la Doctora Wilson y a Andy—. Se está moviendo en este momento, la puedo sentir. Creo que está algo inquieta.

—Seguro le emociona saber que mamá la conocerá. —Dijo la Doctora Wilson y acercó el gel—. Bueno, vamos a poner gel. Y les diré, que esta vez haré la ecografía con el equipo de más definición. Tuvimos que cambiar el anterior, no funcionaba bien.

Vi el movimiento de su brazo poniendo el gel y luego acercando el escáner del ultrasonido. Mi corazón latía rápido y Carina apretó mi mano con una sonrisa. Cuando la imagen comenzó a hacerse visible, sonreí sin dudar al ver la figura de mi pequeña hija, era clara.

—Oh, aquí está la beb... —Dijo y me llamó la atención que se interrumpiera—. ¿Qué es esto?

—Oh, cielos... —Dijo Andy y la miré.

Miraba sorprendida y yo no entendía nada pero incluso Carina se incorporó un poco para mirar y se vio sorprendida. Mi corazón comenzó a latir fuerte.

—¿Qué sucede? ¿Le pasa algo a la bebé? —Dije y la doctora reaccionó.

—Oh, no... No le sucede nada malo. —Dijo y me sonrió—. Quiero que veas bien, Maya.

Movió el escáner a otro ángulo y mis ojos se abrieron como platos al ver un segundo bebé.

—Parece que este par jugaba a las escondidas. —Dijo la doctora Wilson y mi corazón latía en mi garganta y comencé a llorar—. Y por lo que veo, son dos niñas.

El corazón de un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora