Capitulo 13

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*Maya Pov.*

Estábamos aún en la tumba de papá cuando decidimos irnos y mi mirada seguía desviándose a la tumba de Ian al lado. Nos pusimos de pie y caminamos fuera del cementerio pero al llegar a la puerta me quedé mirando las flores y suspiré.

—¿Pueden esperarme un momento? —Les pedí y las dos me asintieron.

Me acerqué al florista y le compré unos claveles, luego me fui sola dentro del cementerio de nuevo y no miré a mamá o Carina. Necesitaba hacer esto, debía hacerlo.
Una vez que me acerqué a la tumba de Ian, me arrodillé y dejé la flor encima de la tumba, dejando mi mano sobre la piedra.

—Lo siento... —Dije mientras me quebraba—. No quiero que pienses que... no eres importante para mí.

Hice una pausa y saqué la mano de la piedra para jugar con mis dedos. Me quedé en silencio un momento, mirando su nombre y recordando ese trágico día.

—No me importa que no lleves mi sangre. —Dije finalmente—. Para mí fuiste y siempre serás mi hijo. Te hubiera amado como si lo fueras y habría sido feliz de verte crecer. Yo... lo siento... lamento no haberte salvado, de verdad que quería.

Respiré hondo y hablé mirando como si me estuviera viendo.

—Vas a ser hermano mayor. —Dije con una sonrisa que luego borré—. Estoy asustada, Ian. No quiero que nada le pase a este bebé. Quiero hacer con él lo que no pude hacer contigo.

Hice una pausa y tragué saliva, sintiendo el dolor en el pecho.

—Sé que eres un ángel rondando por el cielo así que... ¿Puedes velar por tu hermano o hermana? Tú y papá... —Dije mirando a su tumba al lado—. No dejen que nada malo le pase a este bebé, por favor. No podría tolerarlo...

Me quedé ahí arrodillada, llorando. Y sentí que me abrazaban. Supe que era Carina, lo supe. Me aferré a sus brazos y cerré los ojos.

—A este bebé no le pasará nada, Maya. —Me aseguró—. Y verás que tu papá y tu hijo estarán felices de ver la familia que vamos a formar. Y te prometo que no dejaré que te olvides de Ian, lo prometo. Lo tendrás siempre presente, me aseguraré de ello.

Me moví para quedar de lado y mirarla, tomé su rostro y le di un beso. Luego miré la tumba por un instante antes de ponerme de pie e irme de ahí tomando la mano de Carina. Solo que la detuve en medio del camino para llevar mi mano a su vientre y sonreír.

—Me has hecho muy feliz con esta noticia. —Le dije y sonrió conmigo, acariciando mi rostro—. Te prometo que te cuidaré.

—No necesito que me cuides. —Me dijo y me dio un beso—. Necesito que disfrutemos de lo que será este embarazo antes de que nazca. Vamos a esperar a este bebé juntas.

—Te amo... —Le dije y me sonrió con ternura.

—Yo también te amo, mi amor. —Me dijo y luego seguimos nuestro camino.

Cuando llegamos a mamá, ella se acercó para darme un abrazo sin decirme nada. Fuimos el viaje en silencio, hasta que llegamos a casa y entramos en conversación.

—Hice cosas ricas para comer. —Dijo mamá y miró a Carina—. Espero que estés con hambre.

—Lo estamos. —Dijo, llevando su mano al vientre y sonreí un instante.

—Bueno, mientras tú le enseñas la casa yo subiré el bolso. —Dije y subí lentamente las escaleras hasta el dormitorio.

Dejé el bolso encima de la cama y noté mis cosas, de antes de irme. Tenía fotos con Emily colgadas en la pared. Yo me veía feliz a su lado pero ella se veía incómoda, ahora podía verlo. Suspiré y fui al closet, tomé una caja que había con cosas que había guardado de cuando estaba con Emily y agregué las fotos. Mamá estaba en la cocina con Carina así que yo salí de la casa, fui a la basura y tiré dentro la caja con las cosas. Cuando regresé a la casa, mamá me miró desde la cocina.

El corazón de un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora