Era viernes, los días habían pasado rápido así como la coreografía poco a poco comenzaba a verse bien. Jay se había tomado algo mal que yo hubiera ido a comer con Seon Woo el martes y casi me pintó la ley del hielo. Miércoles ya se había olvidado y cuando nos encontramos para reunirnos, me abrazo así como lo hace mientras bajo las escaleras de la salida de la preparatoria.
—Nena.—me da un beso corto en los labios después de soltarme.—Hoy no te escapas con nadie ¿Quieres ir por un helado?
—Me gustaría.—replico entrelazando la mano con él.
El coche de Jay nos esperaba con el chófer que tan bien me caía. Despedí a Son Hyun y me aseguro que iría por mi a la agencia de los chicos más tarde.
—Hola señorita Yang Mi.—saludo el chófer de Jay. Esta vez no se burlaba y me mostró una sonrisa amable. Sus ojos brillaban un poco maquiavélico.
—Buen día.—salude mientras subía a la camioneta.
—Hola Seo Jun.—saluda Jay entrando al auto detrás de mi. Seo Jun se llamaba,
—Hola joven Jay ¿A donde van?
—Iremos a la heladería que está cerca de la agencia ¿Puedes llevarnos?
—Por supuesto.
Me acomodo en el asiento tratando de no estar al alcance de la mirada de Seo Jun. Jay se acomoda más cerca al ver mi acción. Mientras avanzaba el auto no apartaba la mirada del frente y no quería hablar con Jay frente a este tipo.
—¿Estás bien?—susurra de repente mi novio cerca de mi oreja.
—Si.—asiento varias veces y lo miró.
—Bueno, somos pareja públicamente podemos salir libres sin escondernos. No te preocupes.—dice apretando mi mano. Eso no se me había cruzado por la mente.
—Tienes razón Jay.—le doy una sonrisa lo menos tensa posible.
El viaje se vuelve tedioso porque vamos en silencio y aunque me hubiera gustado hablar con Jay, su chófer se sentía como un intruso y no me sentía cómoda. Al llegar a la heladería, bajo del auto y me adelantó. Estar afuera se sentia bien.
—¿Sucede algo nena?—pregunta Jay alcanzandome después de hablar con su chófer quien me hizo una señal de despedida. El auto se mueve alejándose.
—Nada, solo que ya estaba ansiosa por llegar.—suelto una risa. Jay eleva una ceja mirándome extrañado pero igual sonríe.
—Hola, dos helados triples por favor—dice Jay acercándose a la chica que atendía.
—Por supuesto.—la chica se fija en mi novio, un sonrojo aparece en sus mejillas. Tomo la mano de Jay y miro a la chica. Al menos que sepa que tiene novia. Ella se da cuenta de esto y Jay igual. —¿Paga con efectivo o tarjeta?
—Tarjeta.—Jay saca su cartera del bolsillo de sus pantalones, luego saca su tarjeta y la entrega a la chica.
Ella pasa la tarjeta, le devuelve la tarjeta a Jay aún con su cara colorada y rodeo el brazo de mi novio con mis brazos.
—Pueden pasar a escoger el sabor de sus helados. Gracias, que tengan buen día.—aparta la mirada de Jay.
—Gracias.—responde Jay con una sonrisa. Volteo hacia a otro lado y trato de aguantarme las ganas de no pellizcarlo.
Camino junto a Jay hacia la corta fila de personas que esperaban para pedir su helado. No digo nada pero la punzada de celos no quería ceder. Al volverme, la chica miraba alternativamente a Jay y cuando chocó con mis ojos, avergonzada volvió la vista al frente. No le quite los ojos de encima conforme avanzaba la fila.
—¿De qué quieres tu helado nena? —pregunta Jay. Regreso mi atención hacia él.
—¿Que sabores hay? —miro hacia la chica.
La chica, una diferente a la que había cobrado los helados señala hacia el tablero de arriba.
—Oreo por favor.—digo.
—¿Las tres bolas? —pregunta ella. Asiento. Ella se pone a lo suyo y yo a lo mío, mi atención vuelve hacia atras. Entonces escucho la risa de Jay ¿Con quién se reía? Vuelvo mi atención a él. Me estaba mirando con una sonrisa divertida en los labios.
—¿Estás celosita?—pregunta, la chica me entrega mi helado y abro los ojos. Era grande, casi de la altura de mi cara. En cualquier momento se cae, pensé. Jay a mi lado se ríe.
Sujeto mi helado con cuidado, pronto Jay recibe el suyo y con la mano libre sujeta la mía.
—¡Se va a caer! —digo tomándolo de las dos manos cuando salimos de la heladería.
—Comelo rápido nena—roba una lamida a mi helado.
—¡Oye!
—No te enojes, celosita.—planta un beso en mi mejilla. Me sonrojo por la muestra de afecto repentina.
—No soy celosita—replico dando lamidas a mi helado mientras caminamos hacia la izquierda, desde aquí podía ver el edificio de Hybe en la esquina del inicio de la próxima cuadra.
—¿No? No dejabas de mirar a la cajera con tus cejas juntas.
—Ella te estaba mirando mucho, no lo disimuló mucho que digamos. Le gustaste.—mi mano libre forma un puño.
—Supongo.—responde con petulancia.
—¡Jay! —trato de tirar su helado como venganza pero no sucede. En lugar de eso, rodea mi cintura y sonríe.
—Aunque las chicas me miren, tú me gustas a mí. Eres la chica que me gusta.—por un momento pienso en que me va a besar pero se aparta lentamente. Sentía mis mejillas calientes por la vergüenza.
—Eres un tonto.—sonrío, deslizo mi mano a la suya y el asiente.
Al llegar a Hybe, subo con cuidado las escaleras para no tirar la montaña de dos bolas. Jay abre la puerta de la sala de ensayo. Hoy practicariamos más temprano, a las 3 pm. Entro a la sala seguida de mi novio. Veo a Ryujin adentro.
—¿Qué hace ella aquí?—pregunto molesta, andaba un poco más perceptible de lo normal.
—¿Viste Jake? Yang Mi es la que me ataca primero sin motivo.
—¡No es cierto!—exclamo e indignada aprieto el puño y cuando me doy cuenta de lo que acaba de pasar, fijo mi vista en el suelo. El helado estaba sobre el suelo. Lo había soltado.—Ahora vengo, voy a traer algo para limpiar.—digo avergonzada, me doy media vuelta y salgo de la sala de ensayo.
Busco a una señora de intendencia para ver si me podría apoyar con un trapeador. Para mi mala suerte no la encuentro. Saco papel de mi mochila. Regreso sobre mis pasos y entro de nuevo.
Jay estaba de rodillas sobre el suelo, una de sus manos pasaba papel por dónde antes estaba el helado tirado.
—Lo siento.—digo. El mueve su mano con desaire y noto su ceño fruncido.
—Supongo que así de importante es lo que te compro.—parecia algo molesto.
—Jay fue un accidente.
—Por tu tonta reacción. Si sabes que Ryujin te molesta no le des más armas.
—Yang Mi, ¿Quieres que compre otro helado para ti? —se burla Ryujin. Entrecierro los ojos.
—Dejala Ryujin.—le dice Jake.
—¡Yang Mi! ¿Te enteraste?—llego Yoon Mi, casi se trasbilla mientras corre hacia a mi con una sonrisa.
—¿Qué sucede?
—Habrá audiciones para SM Entertainment a mitades del próximo año.—me muestra una hoja.
La miro confundida. Ella se da cuenta de eso y su sonrisa se borra.
—¿No habías hecho audiciones para SM?
—¿Qué? No recuerdo.
Yang Mi había audicionado para SM Entertainment. Claro, por eso Mark me había visto practicando en alguna de las salas de ensayo de SM.
—Ah claro, la amnesia. Bueno, no importa. Puedes volver a audicionar.—anima.
Suelto una risa nerviosa.
—Vere Yoon Mi, gracias por decirme.—tome la hoja que traía en la mano.
—¿Vas a audicionar? Dime que si, si tú vas yo iré.—mueve mi brazo de un lado a otro.—Es obvio que a ti te aceptarán, ya has estado adentro ¿No?
—Creo que si pero aún no estoy segura de querer audicionar. —haria el ridículo, porque no sé cantar, pensé.
—Pues a prepararse.—dice Yoon Mi alegremente.
—Si, pero primero la coreografía.—señala Samuel.—Buena tarde a todos.
Yoon Mi, Samuel y yo comenzamos a calentar, Gaeul y Justin venían un poco atrasados pero cuando los veo entrar sonrío aliviada.
—¿En donde estaban ustedes dos?—pregunta Samuel tan amable como puede. Yo iba a preguntarles lo mismo.
—Fuimos a ver los resultados de una audición que hice para JYP.—explica pasándose la mano por el cabello.
—¿Entraste?—preguntamos Yoon Mi y yo al mismo tiempo. Sonrío.
—Creo que es obvio ¿No?
—Si entraste.—confirme.
—Si, pero no estoy seguro.
—JYP tiene buenos artistas como Stray Kids y Twice —comento.
—Lo entiendo, pero yo quería entrar a Hybe o a Big Hit.
—Yo creo que te irá bien en la que decidas entrar.—me encojo de hombros.
—Estoy de acuerdo con Yang Mi.—me sigue Gaeul.
—Tienes madera para idol.—animo.
—¿Eso crees? —de repente Justin ya estaba sobre mi abrazándome.—Ninguno de mis compañeros me ha dicho algo así, gracias Yang Mi.
—No es nada.—digo, él se aparta y veo sus ojos brillantes. ¿Estaba llorando?
—Yang Mi, no sabes lo que significa que me digas algo así.—toma mis manos.—Pense que me veías como un idiota.
—Claro que no.—me río, creo que la idiota soy yo aquí, entre tanto idol, pensé. Hasta Yoon Mi tenía madera para idol. Suelto sus manos amablemente.—Hay que ponernos a hacer lo que nos corresponde Justin.
—A tus órdenes Noona.—comienza con saltos de tijeras.
Niego con la cabeza mientras miro de reojo a Yoon Mi. Ella mira hacia Justin luego se fija en mi.
—Creo que le gustas a Justin.—comenta bajito.
—No creo.
—La ultima vez le dije que tenía un cabello lindo y no reaccionó así. Creo que le gusta que lo elogies tu. Además, se emociona cuando habla de ti.
—No me digas eso Yoon Mi, lo aprecio pero como a un hermanito.
—Lo sé pero trata de no elogiarlo mucho. Es pesado y si tú le inflas el ego, se volverá un egocéntrico insoportable. No quiero alguien así en el equipo.
—Ya no lo haré, por el bien del equipo.
—Por el bien del equipo y de que a tu novio no le salgan más hernias por los celos.—bromea.
Suelto una risa.
—Comencemos. Yang Mi ¿Podemos empezar contigo para corregir errores?—dice Samuel.
—Vale, pero no te enojes—digo como si fuera una promesa que Samuel va a cumplirme.
—Si lo haces bien, seguramente no me enoje.—responde cómo siempre.
Era nuestro ritual antes de comenzar el ensayo. Escucho la risita de Ryujin.
—Me había olvidado que estabas aquí.—hago una mueca.
Ella entrecierra los ojos pero luego una sonrisa aparece.
Empiezo los pasos de la coreografía, Samuel no me ha interrumpido en los primeros 5 segundos. Cosa que ya era ganancia. Ryujin me miraba con ojos críticos mientras se paseaba en la parte posterior.
Luego pasaron 10, 30, 60, 1 minutos, 2 minutos y 3 minutos. La canción terminó. Samuel no me había interrumpido.
—No sé si estar aliviado o sentirme orgulloso—comenta Samuel.
—¿Lo hice bien?
—Si, ya solo son cositas muy pequeñas pero en general yo creo que no podrías reprobar si presentas lo de ahora.
—¿En serio?—pregunto. Él asiente.
—Jakey, me voy. Debo hacer unas cosas con las chicas antes del programa de más tarde.—se despide Ryujin dejando un beso en la mejilla de Jake. Este se sonroja mientras pone una sonrisa boba. Los ojos de Ryujin se desvían hacia a mi.—Nada mal Yang Mi.—dice antes de fingir una tos y salir de la sala de ensayo.
Sonrío orgullosa de mí.
—Hagamos un ensayo con todos.—interrumpe Samuel.
—Samuel, deja de ser tan mandón. Yang Mi es la líder, no tu.—dice Yoon Mi.
—Bueno, fingiré que no oí eso.
Durante el resto de la práctica, Samuel no me corrigió. ¿Hoy era mi día de suerte? Me estaban saliendo las cosas bien.
—Vaya, al fin no oigo los gritos de Samuel.—comenta Ni-Ki tendiendome una botella de agua. Me toma un poco por sorpresa la acción pero cojo la botella.
—Gracias.
—Fue un buen ensayo hoy Yang Mi.—comenta Heeseung.
—Supongo que yo aprendo con gritos.—bromeo.
—Samuel es muy pesado, realmente no veía tanta prisa porque saliera bien en la primera semana si tienes todavía tres semanas.—opina Sunghoon.
—Incluso Ryujin no te dijo nada.—le siguió Jake.—Pensé que te molestaría.
—Como eres Jake, creo que te gusta que tú noviecita me moleste.
—¿Cómo sabes que Ryujin y yo somos novios?
—Creo que son un poco obvios.—responde Jay llegando a mi lado.—Bien hecho nena—acaricia mi barbilla.
—¿No crees que merezco un besito? —pregunto bromeando.
Jay me mira con los ojos abiertos. Suelto una risa.
—Era broma. No te espantes.
Me siento en el suelo, Jay lo hace a un lado de mi y toma mi mano. Los demás se alejan, veo dos corrillos uno en cada lado de la sala. Por un lado, los chicos de Enhypen y por el otro, mis compañeros de equipo.
—Hoy Yang Mi paga todo, pidan lo que quieran.
Miro a Jake, niego con la cabeza.
—No tengo efectivo.
—Eso sonó pretencioso de tu parte.—dice Samuel.
—En serio no tengo.—saco la cartera del bolsillo de mi pantalón.
Coloco la cartera boca abajo sobre el suelo y la sacudo, mi tarjeta de estudiante, mi tarjeta del metro, un won y otra tarjeta negra que no había visto caen al suelo. Samuel toma la tarjeta negra antes de que yo la tome.
—Que humilde Yang Mi. —sonríe mientras niega con cabeza.
—¿Qué?—pregunto.
—No tienes efectivo pero traes tu tarjeta de la élite.
—¿Qué es eso?
Ni-Ki se levanta, se mueve rápido y quita la tarjeta de las manos de Samuel. Me incorporo, soltando el agarre de Jay y me acerco a Ni-Ki para mirar mi tarjeta.
—Wow, tienes la tarjeta negra exclusiva.—Ni-Ki ve la tarjeta con los ojos abiertos.
—¿De verdad?—tomo la tarjeta entre sus manos. No daba crédito. —Supongo que Ji Na la puso en mi cartera, no sabía que la tenía. Bueno, en ese caso, invito yo—sonrío.
—Cosa de gente rica.—dice Jungwon.
—Jay también es rico.—replico. El abre la boca y la vuelve a cerrar. No le hago caso.—Wonyoung, si piden algo págalo con mi tarjeta—le digo a mi amiga, quién toma la tarjeta que le extiendo. —¿Chicos no quieren algo? —me dirijo a mi equipo de danza.
—¿Podemos? —pregunta Yoon Mi cautelosa.
—Eso ni se pregunta, son mis amigos y compañeros. Claro que sí. —suelto una risa. Me acerco a ellos y saco mi teléfono.—¿Qué van a querer? Estoy a sus órdenes —pregunto
Justin se ríe, luego se ponen alrededor de mi y me ayudan a pedir su comida. Justin y Samuel piden comida tailandesa.
—¿Compramos pollo? —pregunto mirando a Yoon Mi y a Gaeul.
—Yo pensaba en pizza.—responde Gaeul. Yoon Mi asiente.
—Pizza será. Pollo para mí. Bueno supongo que ya quedó.
Mis ojos buscan a Seon Woo, no lo encuentro cerca. Entra por la puerta de ensayo cuando mis cejas escrutan insistentemente hacia el corrillo de los chicos de Enhypen con Wonyoung. Jay estaba entre ellos. Supongo que había pedido ya con ellos.
—Seon Woo ¿Quieres algo de comer? —le pregunto.
—Tú sabes que nunca te diré que no.—sonríe acercándose a nosotros. —¿Qué han pedido?
—Pollo, Pizza y comida tailandesa.
—No sé, supongo que comeré de todo.
—Vale.
Sonrío, estos días Seon Woo y yo nos hemos hecho más cercanos, somos buenos amigos y lo mejor de todo es que me siento cómoda.
—Yang Mi ¿En serio no piensas audicionar? —pregunta de repente él. Los demás se pusieron a los suyo. Justin con Gaeul hablaban, igual Yoon Mi y Samuel.
—No, no creo. No soy buena.
—¿Esto tiene que ver con la prueba de canto que hizo la profesora esta semana?
—Seon Woo, ya no te conté.—lo miro y bajo la mirada—La profesora me dará de baja de la materia. No estaré con ustedes en esas clases.
—¿Qué? ¿Por qué? —pregunta.
—Es que falle la prueba, ella no quería afectar mis calificaciones entonces pues me dio esa opción.
—Pero Yang Mi, tu sueño de ser cantante. ¿Lo vas a abandonar así como asi?
—No soy hábil para cantar Seon Woo, además, supongo que los sueños cambian.
—No cambian, solo hay personas que se dan vencidas fácilmente.—replica, su tono había cambiado de repente a algo más seco. ¿Estaba enojado?
—Seon Woo, no lo tomes así.
—¿Cómo no quieres que lo tome así? Tu sueño siempre ha sido ser cantante desde que te conocí. Tu dijiste que aunque pasarán cosas buenas o malas tu siempre tendrías ese sueño ¿Recuerdas nuestra promesa?
Una promesa entre Seon Woo y Yang Mi ¿Qué podría ser? Me mira fijamente, no tenía una sonrisa como siempre y sus ojos venían acompañados de un ceño fruncido. No quería que él se enojara conmigo, si respondía que “No" seguramente no respondería muy feliz.
—Si, claro que lo recuerdo.
—¿Entonces? ¿Por qué te das vencida tan fácilmente?
—Es solo que de verdad no soy hábil, perdí mi voz Seon Woo. No canto bien.
Su rostro se suaviza, suspira y pasa una mano por su ceño fruncido.
—¿De verdad?
—Puedes preguntarle a la profesora.
—Te creo, pero es solo que ¿Sucederá con nuestra promesa?
—Podemos hacer una nueva.
—Yo quería cantar contigo algún día.—murmura. Así que esa era la promesa, cantar juntos. Luego me mira de nuevo y sonríe —¿Qué te gustaría prometerme?
—Estar en el mismo escenario. De cualquier forma. Tal vez no cante contigo pero ya veremos en qué puedo formar parte. Tal vez aprenda a tocar un instrumento o puedo ser parte del staff, algo se me va a ocurrir.
Seon Woo se ríe, me siento aliviada de que no terminara en una discusión.
—Bueno, en ese caso, tenemos una promesa Yang Mi.—alza su mano y pellizca mi mejilla.
Sonrío, ahora tenía una promesa con él. Tendría que comenzar a buscar y explorar las opciones. Me pregunto de que forma la cumpliré.
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My I [Enhypen-Fanfic]
FanfictionDesde ese día en que desperté después de un largo coma no me imaginé que los chicos que tanto idolatraba fueran a formar parte de mi día a día. Cuando después de golpearme la cabeza y terminar en el cuerpo de otra chica que lo tiene todo, dinero, ta...