Tentación inevitable

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Ver entrar a mi hermano por la puerta con Renji a su lado me hace soltar por fin el aire que había mantenido por culpa de los nervios.

-Ya te dije que estaban bien.- Dice Kensei sonriendo a Renji y abrazándolo antes de despedirse.- Odio haberme perdido tu pelea.- Le dice el albino mirándolo con admiración.

Creí que el desafío tardaría mucho más tiempo del que realmente ha tardado. Hace una media hora, avisaron a Kensei por teléfono que todo había terminado y que Renji había ganado, pero que habían ido al hospital para que lo revisaran. Por lo que puedo apreciar, no está herido, aunque si tiene bastante sangre en algunas partes de su cuerpo, y juraría que esa no era la ropa que llevaba en la cena.

Mi hermano entra y directamente abraza a Haruka que no ha tardado nada en ir a por su padre. No puedo evitar sonreír al verlos juntos y también, porque no hemos tenido que usar mi plan de escape. Gracias a los Dioses por eso.

-Voy a ducharme.- Dice Renji dejándonos a solas. Puedo ver como mi hermano lo sigue con la mirada y, aunque no sé muy bien que es, le noto algo diferente.

-Me alegro de que todo haya terminado.- Le digo tomando asiento en el sillón.- Aunque te diré que pensaba que tardaría más.

-Todo fue muy... rapido. El zorro de Renji es realmente increíble.- Abro los ojos sorprendido y mi hermano sonríe negando.

-No he dicho nada.- Le digo riendo mientras alzo las manos. Haruka ronronea ligeramente acurrucado sobre mi hermano, señal de que está a punto de dormirse. Siempre me sorprendió ese tipo de comportamientos cuando era más pequeño.

-No te ha hecho falta.- Dice suspirando.- Sé que es lo ultimo que cualquiera habría esperado, pero realmente quiero a Renji.- Escucharlo admitir eso me alegra por él, y a la vez, me hace sentir una ligera presión en el pecho.

-Increible es que al final hayas caído con un cambiaformas, aunque no haya sido un lobo.

-Todo lo que pensábamos... bueno, no todo, pero gran parte de lo que pensábamos de ellos...

-Lo sé. No son como pensábamos.- Digo suavemente, sin poder evitar comparar nuestras ideas previas a conocer a ciertos cambiaformas. Renji ha resultado ser perfecto para mi hermano, casi con una dedicación envidiable y que era justo lo necesario que Byakuya necesitaba. No creo que jamás hubiera encontrado eso mismo en alguien... bueno, en cualquier humano.- Menos los mierdas de esa manada, claro.- Puntualizo recordando lo cabrones que pueden llegar a ser, aunque me inquieta el extraño brillo en los ojos de mi hermano que antes no tenía. Es como si por fin hubiera superado su miedo y ahora, fuera alguien a temer para ellos.- Entonces ¿todo bien?

-Eso parece.- Su voz no oculta la ira repentina.- Aunque no me fio de ese alfa.- Primero pienso que puede estar refiriéndose a Zangetsu, pero luego entiendo que es sobre el otro. El padre de Zangetsu.

-Pero Zangetsu prácticamente lo ha expulsado de sus tierras ¿no?- Le digo repitiendo algo que le escuché a Kensei hablar por teléfono, intentando que no se cabree.- No creo que intente nada. Es un cobarde que se esconde tras los suyos y ahora mismo, está más solo que la una.

-Sí, no es que mostrara la dignidad que uno esperaría en un líder ¿no?- Veo a Renji bajar las escaleras y sonrío.

-Ni de lejos.- Hago un gesto con la mano como espantando una mosca.- Ese alfa es lo peor. Solo basura perruna.- Sonrío más ampliamente por mi propio juego de palabras.- Ya sabes lo que dicen, la basura es mejor sacarla por la noche y cuanto antes mejor.

-Lo unico que me escama es... que Ginjo no se presentara a la pelea.- Me tenso un poco cuando Renji lo menciona, pero alzo las cejas y suspiro intentando parecer relajado mientras me encojo de hombros.

MANADA IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora