El rey de la ley

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Permanezco sentado en uno de los sillones de la sala donde nos han metido mientras Zangetsu intenta mediar en todo este lio que se ha montado. Mierda, pensaba que tardarían algo más en encontrar el cuerpo de Ginjo, al menos lo suficiente como para que ya pudiera estar lejos de aquí. A fin de cuentas, mi hermano ha estado todo el tiempo con gente, por lo que tenia una coartada perfecta, pero viendo que la obsesión de ese maldito bigotudo es destruir a mi hermano y su pareja, no me quedó mas remedio que confesar. Además, no es que me asuste demasiado enfrentarme a el. Por lo poco que he podido conocerlo, es un tramposo, pero siempre bordeando las leyes, y eso es algo que se me da mucho mejor que a él.

-¿Pero en que estabas pensando?- Grita mi hermano totalmente furioso, aunque sé que todo es producto de su miedo.

-Él fue quien te atacó hace años, nii san. Él mató a tu amiga y casi te mata a ti. Todo lo que te hizo...- Le digo sin agachar la cabeza mientras aprieto los puños. No me arrepiento de lo que he hecho. Él arruga ligeramente el entrecejo y suspira sentándose a mi lado y tomándome las manos.

-Lo sé, Sen.

-Bya nii... Yo... no podía simplemente dejar que se saliera con la suya.- Le digo sinceramente. Él me abraza y yo le correspondo. Mi hermano pasó por un infierno por lo que ese ser le hizo, vivió huyendo, separado de la familia, de sus amigos, de todo lo que le importaba por miedo a que ese lobo lo encontrara. Renunció a su vida, su futuro y sus sueños por su culpa. Si él hubiera seguido vivo, la vida de mi hermano, simplemente nunca habría sido suya.

-Sen... deberías haber dejado que Renji se ocupara de él.

-Ya, claro.- Le digo separándolo de mi y mirándolo con una ceja alzada.- No te lo tomes como algo personal cuñado, pero...

-Pensabas que no sobreviviría.- Sus palabras dichas en alto, son el pensamiento que muchos compartíamos.

Renji se nos acerca y alza a mi hermano para abrazarlo. La forma en la que se miran es increíble. Realmente es como si pudiera comunicarse sin siquiera hablar y eso, supongo que es la máxima intimidad que podría uno soñar tener con una pareja.

-Tu hermano no estaba desencaminado, Byakuya.- Dice suavemente, lo que me hace sentir un poco mejor.

-No lo busqué.- Miento a medias.- Ese lobo me abordó cuando iba hacia el hospital para ver a Unohana.

-¿Te hizo algo?- La preocupación de mi hermano me hace negar rápidamente.

-Nah... me asusté un poco al principio, pero mi odio hacia él, era más fuerte que mi miedo. 

Quiso ofrecerme una oportunidad única en mi vida...- Digo rodando los ojos.- ¿Te imaginas? Sí, claro, una oportunidad única en la vida de vomitar.- Digo gesticulando de forma exagerada.- Ni de coña.

-Ese cabrón...- la voz de Renji sale medio gruñida.

-En realidad fue... casi cómico. Los lobos no se diferencian demasiado de los humanos en cuanto a ligar o a tener un enoooorme ego. Así que lo aproveché.- Digo como si fuera lo más normal del mundo, aunque en seguida miro serio a mi hermano.- No podía sobrevivir. Si dejaba que se enfrentara a Renji, podría salir victorioso y seguir haciendo lo que te hizo a ti y a saber cuantos más. Así que decidí que tenia que acabar con él y vengarte.

Justo en ese momento entra Kensei y por su expresión, puedo adivinar que la charla ha ido justo como imaginaba que iría.

-¿Que ha pasado?- Le pregunta Renji poniéndose en pie.

-¿Tu que crees?- Dice con hastío.

-Yhwach a pedido mi cabeza y la de mi hermano en compensación por su lobo y su honor y bla, bla, bla...- Digo gesticulando de nuevo con mi tono hastiado , lo que parece hacer reír a Renji.

MANADA IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora