Yuki Tsunoda

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—Claro porque la perra se te acerca, solo por eso debes ser súper amable.

¿Qué carajos pasa por la mente de Yuki?
Estábamos en el paddock después de una carrera, él había terminado dentro de puntos y para todos era lo mejor que pudo pasar, todo termino quiero felicitarlo, es MI novio y él, lo primero que hace es abrazar a la hermana de Daniel, siento mi sangre hervir del enojo, ella es de nuestra edad y desde que Daniel y Yuki son compañeros ella siempre le coquetea y hace hasta lo imposible para llamar su atención. La abrazó y él muy... es que solo recordarlo que da tanto coraje, el idiota dejo que ella, que ella, la zorra que quiere con mi hombre, le dio un beso en la mejilla.

Si, siento unos celos inmensos, ni siquiera lo bese cuando por fin fue conmigo, solo lo abrace y rápido me aleje para irme a ver a los que estaban en podio, ¿justificó mis celos?, claro que lo hago, Yuki sabe muy bien que esa zorra quiere con él y yo se como a Yuki le encanta que le den atención, así que él siempre le da entrada o al menos así lo siento, nunca ha permitido que lo bese o toque más allá de un saludo o un abrazo, pero a mi, eso es un gran insulto a nuestra relación.

Ahora mismo estamos en su cuarto de hotel, bueno, nuestro cuarto.

—¿Estas molesta?— me mira mientras sonríe. —¿Por eso no le besaste?

—Lo te bese por dos razones —él pone sus manos en mi cintura. —Uno: Esa perra beso lo que es mío, y dos: dejaste que lo hiciera.

—Ella se acercó a mi.

Ruedo los ojos, esa es, ¿su excusa?

—Ajá, solo por eso, te abrazó, y dijo Oh Yuki, eres el mejor, deberíamos celebrarlo en la cama.

Yuki frunce el ceño.

—Ella no dijo.

—Pero si lo pensó.

Yuki ríe ante lo que digo, si, el coraje ya se me pasó, pero es que este niño, finge tanta ternura e inocencia que me enojo, él sabe lo que hace y vamos, a puerta cerrada es todo menos tierno e inocente.

—Primero que nada, yo soy tu novio y segundo soy todo tuyo, ¿cuando te he dado razones para dudar de mi?

Lo miro de forma irónica, nunca me ha dado razones reales para dudar, pero ama ponerme celosa y seré honesta, soy muy, muy celosa.

—Cada que tienes oportunidad.

Yuki sonríe... Si, definitivamente ya no estoy molesta.

—¿De verdad?

Él sigue con sus manos en mi cintura, somos casi de la misma estatura, solo me gana por unos cuantos centímetros. Mi rostro está frente al suyo y sus manos, Dios, sus manos juegan con el borde de mi pantalón, una sonrisa se forma en sus labios...

—¿Sigues molesta?

—Un poco si...

Sus labios se acercan a los míos, roza estos con los míos, no me quito, solo miro a sus ojos, él besa mi mentón y luego baja sus besos a mi cuello, si, justo donde amo que me bese.

Un suspiro sale de mis labios, sus dedos siguen jugando con él borde de mi pantalón, luego mete sus manos a este para tomarme de las nalgas, rio ante eso. Yo me rio y él sigue besando mi cuello.

—¿Aún molesta?

Su sonrisa, su bella sonrisa, sonrió mirándolo, niego y luego vuelve a atacar mis labios, nuestro beso se funde en un mar lleno de deseo, un oleaje que al inicio parece que golpea lento, pero cuando entras al agua estas te golpean fuerte y la adrenalina sube en ti, esa es la sensación que siento en este beso.

—No olvides que eres lo más importante para mi.

Sus palabras golpean mi pecho, al igual que sus labios vuelven a fundirse en mi cuello, caminamos hacia el sillón y ahí me recuesto, Yuki se sube dejando sus brazos a cada lado de mi cabeza, siento como sus manos me ayudan a quitarme el pantalón y sus manos acarician mis muslos, es tanta su delicadeza, su toque es como aquel intento de memorizar lo que tocas, de memorizar cada pequeño detalle.

Sus labios son tan suaves, su movimiento sobre mi piel, sus manos acariciando mis muslos mientras sus labios besan cada rincón de ellos, la sensación es asombrosa, mis jadeos se hacen presentes mientras que él sigue besando cada espacio de mi.

Yuki mira a mis ojos, se quita la playera, dejando su torso desnudo, mis ojos se van a su cuerpo.

—Mi hombre...

—Mi mujer.

Mis manos acarician su abdomen y sus besos en mi cuello regresan, se siente como el bendito cielo esta sensación, me ayuda a quitar mi top, senos pequeños que a veces me causa inseguridad, sin embargo a Yuki le encantan.

Sus labios viajan de mi cuello a mis senos, donde los mordisquea y lame con tanto gusto, sus manos viajan de mi cintura a mis muslos y regresa de nuevo para acariciarme, sus manos no se mueven con desespero, se mueven con deseo, con delicadeza, con ternura, definitivamente este no es el Yuki con el que folle hace días, no, este Yuki me está haciendo algo más que solo follar.

—Mierda Anya... eres una puta diosa y te amo.

Sus labios chocan con los míos, mis manos van a su pantalón, lo desabrocho y luego saco su pene para acariciarlo, se separa de mi, su frente queda junto a la mía y jadeo, yo sigo acariciando su miembro y él jadea, mira a mis ojos y vuelve a besarme, abro mis piernas.

Hago que se siente a lado de mí y lo monto, alineó su pene en mi entrada y Dios, que sensación tan hermosa, se hunde en mi, sus manos en mis nalgas mientras me muevo sobre él, salto y sus manos me ayudan a moverme, la sensación es increíble.

Nuestros cuerpos chocan, el sonido de nuestros gemidos y el choque es lo único en la habitación. Su ceño fruncido, sus manos en mi y su frente con gotas de sudor mientras lo montó, es un privilegio y es solo mío...

El estasis se hace presente, sus labios me dan un beso para cargarme y llevarnos a la cama, donde me deja y luego se acuesta a mi lado.

—Si, eres una puta diosa, amor.


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Y lo prometido es deuda, una personita comento que quería uno de Yuki, así que aquí os lo dejo.

Me gusto, si, siento que Yuki fuera de cámara es diferente, claro, pero si, es una ternurita, y mide exactamente lo mismo que yo jajaja, así que cuando lo veo alado de un piloto se como me vería yo jaja.

El siguiente, o más bien los siguientes serán Checo y papá Alonso.

One shot F1|| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora