Capítulo 26: Wildest dreams

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Emma


Abro los ojos con lentitud, a pesar de que me duele incluso parpadear

Lamo mis labios resecos mientras aparto unos mechones de pelo de mi cara

Estiro mi brazo acomodándome sobre la cama, hasta que este choca con algo, no algo, alguien.

Miro el techo y me quedo estática al no ver mi techo, mis ojos divagan por toda la habitación ubicando el lugar. El alma me vuelve al cuerpo al darme cuenta que es la habitación de Max

Me pasé de tragos anoche

Giro mi cabeza con lentitud y lo primero que miro es a Max, un Max dormido

Sus hombros desnudos suben y bajan con lentitud por su calmada respiración, mientras apoya su mejilla sobre la almohada

Me examino asegurándome de que tengo ropa puesta, y sí, efectivamente estoy vestida. Seguramente Max me cambió, o yo lo hice antes, no lo recuerdo

Me acomodo sobre la cama sin dejar de verlo. Deslizo mis dedos por su espalda admirando la hermosura de mi novio. Lo puedo llamar así, ¿verdad? Terminamos, pero ahora estamos juntos así que…

Mejor me voy a duchar antes de que Max se despierte, que vergüenza que me mire así

Salgo de la cama con mucho cuidado para no despertarlo

Que cómodos son estos jodidos bóxeres, creo que tomaré uno prestado —para siempre— y me lo llevaré a la residencia, ni siquiera se nota que es un bóxer

Me quito el collar de mi cuello y lo dejo en el buro en un lugar seguro antes de entrar al cuarto de baño

El shampoo de Max huele delicioso, no sé qué tantos componentes tenga, pero huele súper rico

Cuando salgo del cuarto de baño Miro que Max ya no esta en la cama. En su lugar encuentro una playera y un bóxer, este es color rojo

Sonrío

Me acerco al buro para ponerme mi collar y me encuentro una nota bajo un vaso de agua y a la par una pastilla

Esto te ayudará mi amor: Leo en la nota

Dejo el vaso sobre la mesa y casi al instante doy un respingo al sentir unos brazos alrededor de mi cintura

Sujeto la toalla alrededor de mi cuerpo cuando Max empieza a girar conmigo en sus brazos, rio a carcajadas cuando la toalla en mi cabeza sale volando, cayendo en alguna parte de la habitación

—¿Qué estás haciendo? —pregunto riendo cuando me lanza a la cama

Max no responde solo besa mi cuello haciéndome cosquillas

Halo una almohada y le pego en la cara alejándolo. Trato de levantarme pero Max vuelve a detenerme

—Te amo pequeña lunática —me dice con una sonrisa al detenerse

—¿Lunática? —frunzo el ceño—, tú pareces un lunático —digo incorporandome mirando el collar en su cuello

Max me mira con una sonrisita malvada antes de intentar acercarse para seguir con las cosquillas seguramente

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