Quédate

Parte 10: Contigo

But you'll never be alone

I'll be with you from dusk till dawn

I'll be with you from dusk till dawn

Baby, I'm right here

I'll hold you when things go wrong

I'll be with you from dusk till dawn

I'll be with you from dusk till dawn

Baby, I'm right here

Dusk till dawn (Zayn Malik Feat Sia)

ELLA

Estaba evitando a todos, sin excepción, algo difícil porque ausentarme de mis obligaciones laborales no era posible, pero a veces resultaba más fácil alejarse en medio de una multitud de desconocidos, así que llené mi agenda de eventos que me mantuvieran fuera de la Generalitat y evitaran que pensara en Néstor. El problema era que me estaba cansando de tropezarme con periodistas que no paraban de preguntar lo mismo y a quienes tuve que insistirles que mi nuevo amigo solo me acompañó a casa y que no había nada entre nosotros.

Las personas pueden ser amigos, aunque tengan diferentes creencias u opiniones, no tengo una relación con él, no es más mi médico y estoy mejor que nunca, fueron las mentiras que no me creyeron porque todos preferían inventar las historias que mejor les convengan. Estaba resultando más agotador que mi enfermedad.

Solo quería llegar a casa y esconderme.

Era cierto que había ignorado mucho el teléfono, pero no esperaba ver a mi madre sentada en el sofá de mi sala con una taza de café en las manos, acompañada de una de mis asistentes que al parecer la había recibido cuando se apareció sorpresivamente en la Generalitat. Llevaba tanto tiempo sin verla que casi corrí hacia ella para abrazarla.

—¿Por qué no me llamaste? Habría dejado todo para verte.

—Acabo de llegar —me dio una palmadita en la espalda y me apartó.

Le agradecí a mi asistente por acompañar a mi madre y le dije que podía irse.

—No puedo creer que estés aquí. Voy a liberar mi agenda, haremos lo que quieras.

—No es necesario, no pienso quedarme.

—¿Al menos te quedarás a dormir?

—Vi el debate y los chismes sobre tu relación con el doctor. Te inventas un romance para ocultar las cosas que haces. Es una vergüenza más para la familia.

—Bueno, si es por eso por lo que has venido podrías tan solo haberme gritado al teléfono.

—Tienes cáncer, si querías una razón para renunciar, esa es una buena razón. Tienes dinero, no necesitas trabajar. Tu padre no lo está pasando bien con cada cosa que haces en televisión.

—Bueno, tengo metástasis, no creo que vaya a vivir demasiado, así que mi padre no tendrá que avergonzarse más.

Me levanté y fui a prepararme una taza de café, no se me antojaba, solo quería una excusa para alejarme. No tenía ganas de discutir.

—No sé qué esperas de nosotros. Intentamos llevar una vida tranquila y tú no lo haces fácil para la familia. La mayoría de nuestros amigos han dejado de serlo.