Parte 5: Espejos

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So I love when you call unexpected

'Cause I hate when the moment's expected

So I'ma care for you, you, you

I'ma care for you, you, you, you, yeah

'Cause girl, you're perfect

You're always worth it

And you deserve it

The way you work it

'Cause girl, you earned it, yeah

Girl, you earned it, yeah

Earned It (The Weeknd)


ELLA

La vida tiene su propia manera de complicarlo todo, con lo simple que podría ser simplemente encontrar a alguien que te guste y le gustes. Después de sentirme sola por casi toda mi vida encuentro a alguien que es la persona incorrecta y que parece quererme por encima de mis defectos.

Porque Néstor es todo aquello que yo jamás elegiría y exactamente lo que siempre he deseado. Habría sido el hijo ideal en mi familia, mis padres lo adorarían si supieran que estamos juntos y solo por eso terminaría apartándolo de mí. El problema es que no concibo la idea de perderlo y me aterra pensar que no viviré lo suficiente para ser feliz a su lado.

Me miré fijamente en el espejo del baño y dejé caer la cobija en la cual me encontraba envuelta. Desde la operación había estado evitando todos los espejos y ahora solo necesitaba hacer esto. Me quité la sudadera y levanté un poco el top blanco que cubría mi torso, pude ver las marcas rosadas en mi cuerpo, dos cicatrices que me alteraban, pero eran bastante aceptables, era la tercera cicatriz la que no era capaz de contemplar.

Cerré los ojos, respiré profundo, pasé mis dedos por la cicatriz donde antes solía estar mi seno. Si yo no tenía el valor de verme, cómo esperaba que alguien más lo hiciera, cómo podía siquiera pensar en estar con Néstor desnuda. No quería que me viera como su paciente o que sintiera lástima.

No fui capaz de quitarme el top, no con un espejo en frente. Volví a ponerme la sudadera y regresé a la cama donde él seguía durmiendo. Me acomodé entre sus brazos, aferrándome a la seguridad que él sin saberlo me ofrecía. Cerré los ojos y deseé con todas mis fuerzas volver a estar sana. No quiero tener cáncer. No quiero morir. No quiero perderte Néstor.

Se movió, y lo primero que hizo fue apretarme contra su pecho, su mano acarició mi espalda y sus labios besaron mi cabeza, incluso me di cuenta de que hundió la nariz en mi cabello percibiendo mi aroma; eran pequeños detalles que me hacían quererlo más. Me gustaba tanto que fuera así conmigo.

—Hueles delicioso —dijo adormilado—. Siempre hueles tan bien.

—No te dejes engañar, es mi mezcla especial de pastillas, vitaminas y una dosis de quimio.

—Es como una mezcla entre rosas y manzanas, es como la primavera, durazno, cerezas, no logro descifrarlo.

—Hemos descubierto algo en lo que no eres bueno —me apoyé sobre su pecho para verlo a los ojos.

—Necesito un poco más de práctica, dormir más contigo, besarte esa boca deliciosa. —Giró conmigo en la cama con facilidad, me dejó debajo de él y rozó sus labios con los míos—. Estoy hambriento esta mañana.

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