Otoño [namkook]

Almendras

I can't be the only one
Who still believes with everything
The best is yet to come

De hecho, fue una mala decisión posponer su medicina solo para pasar un rato más ayudando a Namjoon. No se arrepiente del tiempo que compartió con él, solo los dos en un silencio cómodo. Pero se arrepiente de los dos días que tuvo que estar en cama y no pudo ir a la azotea para visitarlo.

Al tercer día, se levantó con más energía y subió las escaleras a la azotea sin tomar descansos. Su corazón latía rápido sin saltarse ningún latido por la anticipación. Sin embargo, la decepción fue grande cuando llegó a la azotea, solo para ver que no había nadie.

Se encogió en sí mismo con la brisa fría metiendo el dedo en la llaga, al final, los vientos del norte si habían llegado, sin embargo, él sol aún brillaba sobre su cabeza. Digno del otoño. Paseo alrededor abrazándose a sí mismo, preguntándose donde estaría el meteorólogo...

En eso notó que había una nota en la mesa donde trabajaba. Encima de ella un pequeño saco de frutos secos evitaba que se lo llevase el viento. Incluso antes de abrirlo, sus mejillas ardían.

"Hola, Jungkook-ssi. No viniste ayer y no pude preguntarte ¿Prefieres que las hojas se sequen naranjas o rojas? De todas maneras, espero que te guste el follaje de este año ¡Ya empieza oficialmente el otoño! Así que trabajare duro toda la semana, pero te prometo que aún tendrás buenas mañanas soleadas.

Disfruta las almendras y nueces! Escuché que algunas personas son alérgicas, espero que no lo seas!

Con cariño, Namu. "

No pudo dejar de pensar en aquel mensaje de caligrafía bonita por días y espero la siguiente semana con ansias. También cuido mucho de su salud para estar en la mejor condición que podía cuando Namjoon volviese.

El trabajo del mayor seguía intrigandolo mucho ¿Trabajaba para un noticiero? ¿O para una universidad? ¿Para una organización de Meteorólogos anónimos?

Namjoon parecía alguien demasiado único para estar en televisión, y tenía una forma de pensar que lo hacía parecer demasiado inocente, demasiado nuevo en el mundo, no tenía ningún tipo de malicia. Quizá era un genio, los genios casi siempre estaban relacionados al espectro autista. Jungkook no podía confirmarlo porque no era un experto, pero había algo diferente en Namjoon.

--Buenas tardes, Jungkook-ssi --Saludó el mayor apenas lo vio cruzar la puerta justo a las 6 de la tarde, para ver el atardecer. El rostro de Jungkook se iluminó sin poder evitarlo --¿Me extrañaste?

--N-no... --Murmuró sintiéndose repentinamente expuesto ¿Era demasiado obvio?.

Namjoon soltó una carcajada.

--Lo siento, hablaba del Otoño ¿Lo extrañaste?

--Ah... --Jungkook exhalo aliviado, aunque el sonrojó hablaría por sí mismo a ese punto. --Claro, es una linda estación. No es seca y despiadada como el verano, ni gélido  insensible como el invierno, es el equilibrio, es perfecta

Namjoon parecía complacido y divertido con su respuesta, lo que lo hizo sentir igual de complacido.

--El verano no es despiadado, pero puede ser un poco egoísta, tiene un gran ego. El invierno... tiene sus propias maneras de dar lecciones, no son tan malos. Pero entiendo tu punto, puede que el otoño no sea perfecto pero se preocupa mucho por todos

Jungkook se sentía encantado e intrigado por el original punto de vista de Namjoon. Sonrió, arrastrando su silla cerca de la mesa perdida entre papeles que Namjoon ya no intentaba proteger de él.

--¿Es así?

--Por supuesto, ayuda a la flora y fauna a prepararse para el invierno, ayuda las personas a prepararse para pasar por un momento duro, o eso intenta. El otoño se trata de reconocer que hiciste lo mejor que pudiste, y apartir de este momento te protegerás a ti mismo

--Es hermoso --Suspiró, sin poder poner juntas las palabras para expresar el comfort.

--Gracias... --Murmuró Namjoon con una sonrisa tímida, demasiado bajito para ser comprendido fácilmente.

--¿Que dijiste?

--¡Que tengo mucho trabajo! Hablamos luego, Jungkook-ssi

Esa era una sutil invitación a largarse, Jungkook la acepto con diversión y se dirigió al pequeño muro que rodeaba la azotea y que daba al vacío, directo a la calle.

--¡Las almendras estaban buenas!

La sensación de felicidad, paz y sosiego lo acompañó durante toda la noche, incluso durante la madrugada mientras seguía despierto contando sus latidos.