PROFESORA DE LA REINA (MAFIN)

Capitulo 7

Observo el centro del anfiteatro, que me parece más pequeño que nunca porque la profesora de la Reina no se presentó a la clase.  

—¿Fina? —pregunta un chico subiendo por las gradas para llegar a mi lado.  

—¿Sí?  

—La envían de administración —dice entregándome una llave. 

—¿Para mí?  

—¿Tu eres Fina Valero? — pregunta de mala manera.  

—Sí, pero esto para qué…  

—Solo pidieron que te las entregara —dice regresando por donde vino.  

—Que amable —susurro con ironía.  

Guardo la llave en el bolsillo de mis vaqueros y me levanto para ir a indagar por mí misma.

¿Habrá cambiado la cerradura del dormitorio?

Supongo que para esas cosas dan algún tipo de aviso.  

Cuando llego al pasillo empiezo a pensar con mayor claridad y un apellido entra súbitamente a mi memoria, de la Reina. Vuelvo a sostener la llave, ¿es posible que me haya dado acceso a su estudio? Si ese es el caso, entonces ha sido más fácil de lo que imaginé, a decir verdad, todo con de la Reina es más fácil de lo que espero. Aunque frente a todos me sigue humillando, en su estudio permite que la rete, responde a mis preguntas y ahora quizá…  

La puerta se abre en cuanto hago girar la llave y al encender la luz lo primero que busco es su misteriosa pintura. 

¿Soy parte de su obra más esperada?  

¿Qué será?

Algo cómo «El jardín de las delicias» o «El nacimiento de Venus».  

Sin duda sería un halago formar parte de su aclamada creación, aunque ayer le dije que no me gustaría ser exhibida desnuda, no puedo evitar sentirme emocionada al imaginar una pequeña parte de mí expuesta en el recinto más grande e iluminado del New Art. 

Hago una revisión rápida para asegurarme que estoy completamente sola. No pasará nada si veo una parte, mi profesora no tiene porqué saberlo y el ser un personaje en ese cuadro me da cierto derecho… eso creo… 

Intento convencerme mientras me acerco. 

¿Dónde se metió de la Reina?

Solo espero que su hermana no la haya asfixiado por tener a una estudiante desnuda en su estudio.  

Toco la manta que lo protege y me detengo en el último segundo. Esto no está bien, me acaba de dar la llave y no es justo que yo traicione su confianza rompiendo todas las reglas en un día.

¿Por qué se va y me deja sola con la curiosidad anidada en mis átomos? 

No está y, aun así, se las ingenia para hacerme enfurecer. 

—Ya estoy tan loca como van Gogh, tienes algo más de lo que burlarte. 

Silencio.

Esto no me está gustando, debería averiguar dónde se ha metido para ir a patearla. 

Conozco dos lugares de su mundo. El bar y el departamento. Algo me dice que se encuentra bebiendo y cuando una persona no asiste al trabajo por embriagarse es porque el peso del mundo se ha vuelto insoportable. 

No necesito seguir pensando. Debo encontrarla. 

◇◆◇◆ 

Entrecierro los ojos, dentro del bar el día y la noche son conceptos abstractos y nadie voltea a verte cuando entras, supongo que por eso le gusta este sitio.