Capitulo 5.

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Cuando me desperté a la mañana siguiente me di cuenta de que Liam seguía allí en mi cama, abrazándome. Le ví que estaba con la boca medio abierta. Parecía un bebé. Sonreí ante su cara y me levanté, fui al baño, me duché y me vestí. Al salir del baño, él ya estaba despierto.

-Buenos días.- Le dije mientras me quitaba la toalla del pelo y me lo sacudía.

-¿Cómo has dormido?- Preguntó.

-Bien, ya sabes...

-Ya... ¿Estás mejor?

-Sí.- Sonreí.- ¿Qué quieres desayunar?

-¿Tienes zumo de naranja?

-Claro.- Salimos de mi habitación y bajamos a la cocina.

Cogí dos vasos, abrí el frigorífico, vi la botella de zumo de naranja y eché un poco en los dos vasos. Nos sentamos en la mesa que había en la cocina, los dos estábamos callados. Yo no hablaba porque estaba absorta en mi pesadilla de anoche.

-¿En qué piensas?

-En la pesadilla de anoche. Fue rara... Algo me dijo que tenía que cuidarte y eso es lo que más raro me parece.

-Eh, tranquila ¿vale?- Me dijo dándome la mano.- Todo va a estar bien, ya verás.- Yo asentí y le sonreí.

Al poco tiempo, Liam se fue y yo fui a casa de Lydia. Llamé a su puerta y su madre me abrió. Es muy amable, es como si fuera mi srgunda madre. Me dijo que Lydia estaba en su habitación, así que subí.

-Hola princesa perdida.- Me dijo ella y las dos nos reimos.

-Hola.- Dije abrazándola.

-¿Cómo estás?

-Bueno bien, tú sabes.

-¿Y Liam?

-¿Liam?- Pregunté yo y ella asintió.- Ah, pues bien. Ha dormido esta noche en casa, Scott quería que estuviera bien.

-¿Ha dormido contigo?

-Bueno, larga historia.

-Tengo todo el tiempo del mundo.- Me contestó guiñándome un ojos.

Las dos nos reímos y le conté lo que había pasado anoche, ella estaba asombrada. Me dijo que veía que pasabamos Liam y yo mucho tiempo y eso puede llevar a que al final, acabemos gustandonos, pero yo no creía eso. Ella me dijo que si se controlaba con mi voz y tal es por eso, porque le gustaba. Yo solo sabía negarlo. A ver, no digo que Liam sea feo, pero yo no creo en eso del tema del amor ni nada de ese rollo. Yo paso, pero la verdad es que sí que estaba mucho tiempo con Liam.

Me quedé a comer en casa de Lydia, su madre nos preparó para comer unas albóndigas que estaban buenísimas, la verdad es que tiene mano para cocinar.

A las 6 o 5 de la tarde, me fui de casa de Lydia y me dirigí a la de Liam, hoy quería ayudarle con eso del control. No llamé a la puerta de su casa porque me daba vergüenza así que decidí trepar por la pared y subir a su ventana. Estaba de vueltas al ordenador, cogí un par de calcetines que tenía por allí y se los tiré, empecé a reírme por la cara que había puesto, estaba muy guapo.

-¿Qué haces aquí?

-He venido porque tengo una pequeña sorpresa para ti.

-¿Sí? ¿Una sorpresa?- Dijo sonriéndome.

-Sí, vamos a irnos al bosque a controlar tu ira. Así que vamonos.

Salimos de alli, nos montamos en mi coche y nos fuimos al bosque, aparqué hasta donde ponia 'prohibidos vehículos' y estaba vallado. Nos adentramos en el bosque y nos pusimos en una zona donde no había muchos árboles.

Le dije que pensara en algo que le hiciese enfadar, él no estaba seguro de esto porque no quería hacerme daño y yo le dije que no pasaría nada, llevaba una pistola eléctrica para poder darle en el caso de que me atacase.

Vi como Liam se empezaba a transformar, primero sus ojos y luego su boca.

-Bien, concéntrate en mi voz. Yo estoy aquí y no va a pasar nada. Esuccha como te digo que tú puedes hacer esto, mírame Liam.- Me miró pero no con muy buena cara.- Liam tranquilo.

Liam rugió y yo me asusté muchísimo, así que salí corriendo antes de que me pudiera atacar, intentaba sacar del bolso la pistola eléctrica, pero cuando la conseguí sacar se me cayó al suelo. Fui a cogerla cuando Liam se avalanzó sobre mi y me rugía en toda la cara.

-Liam soy yo Aria, tranquilizate. Mírame, no querrás hacerme daño ¿no?- Liam no reaccionaba.

Me clavó sus uñas en mi cuello, luego con la otra mano me arañó en la pierna y luego en la barriga.

-Liam por favor.- Sollozaba.- No sigas, vas a arrepentirte, por favor para.- Mis lágrimas rodeaban mi cara.

Liam, al verme así y darse cuenta de que era yo, volvió a su forma.

-Hostias Aria, perdón, yo no quería. Aria eh mírame, mírame. No cierres los ojos.

-Liam.- Hice una media sonrisa, le toqué la cara y mis ojos se cerraron.

Get out of me.- Liam Dunbar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora