Yo estaba en el suelo pringada de sangre, perdía muchísima cantidad, entonces Scott me montó en el coche para llevarme al hospital donde mi madre me podría curar y sacar la flecha de mi pierna.
Liam se montó en la parte de atrás conmigo mientras que los demás se montaban en sus coches y se dirigían al mismo lugar que nosotros.
Mi cabeza estaba apoyada en las piernas de Liam, mis lágrimas no paraban de salir de mis ojos por el dolor. Liam me acariciaba la cara diciéndome que todo iba a estar bien, que no pasaba nada, pero yo creía que todo esto era por algo. ¿Por qué Kate Argent, la tía de mi mejor amiga muerta Allison, me había atacado? Nadie nos lo explicábamos.
Liam me cogió de la mano para que mi dolor se fuera, lo típico de hombres lobos, pero el dolor no se iba o mejor dicho, me seguía doliendo y aumentaba.
-Vamos a sacarte de esta.- Dijo Liam mientras que yo, a mi alrededor todo se volvía oscuro.- Kate va a pagar por esto.
Estábamos llegando al aparcamiento del hospital cuando ya escuchaba a Stiles, Scott y Liam hablar en un tono bajo, escuché a mi hermano Scott gritar mi nombre cuando me desplomé en el coche.
Estaba consciente, me sentía como dormida, pero podía escuchar voces a mi alrededor y notar luces blancas.
-Hay que sacarle esa flecha lo antes posible.- Escuché decir una de las voces. Era mi madre.
-¿Mamá?- Dije mientras cerraba los ojos.
-Sh cariño, sigue así. Ya mismo estarás bien.- Me respondió ella.
Me di cuenta de que me metieron en una habitación muy grande con muchas máquinas. Era el quirófano. Mi madre dijo que contara hasta 10 para quedarme dormida con el tranquilizante que me habían puesto. Estaba a punto de cerrar los ojos cuando toda mi visión se convirtió en la del hospital, pero en vez de médicos, berserkes. Conté 1 y cerré los ojos, con temor a que me hicieran algo, pero el tranquilizante era demasiado y no podía defenderme por si me atacaban.
Tuvieron que pasar varias horas cuando al despertarme me encontraba en la camilla, allí estaba Scott, con las manos entrelazadas y su cara de pensativo. Carraspeé la garganta para que se diera cuenta de que estaba despierta y me miró captando mi atención y levantándose hacia mi.
-Aria ¿cómo estás? ¿Te duele algo?- Preguntó nervioso.
-Scott... Escuchame. Cuando estaba en el quirófano adormilada, vi como los médicos se convertian en berserkes y tenía mucho miedo.
-Aria ha sido una visión, yo estaba allí pero no te diste cuenta.
-¿Estabas en el quirófano conmigo?- Pregunté confundida.
-Sí, no me vistes porque estaba en la puerta, mamá habló con los médicos para que dejasen entrar y he estado todo el tiempo vigilándote.
-De todas formas... Necesito que protejas a todos, que no le pase nada a Liam, por favor.- Dije y él asintió con la cabeza.- ¿Están aquí?
-Sí.- Se dirigió a la puerta y de pronto entraron todos mis amigos y Liam. Les noté decaídos, tristes.
-¿Cómo estás?- Preguntó Stiles.
-Bien, me duele la pierna muchísimo. Ni siquiera sé cómo está.- Dije mirando a todos.
Liam no hablaba, solo se sentó a mi lado y me cogió de la mano transmitiendome confianza. Todos ellos planearon algo para buscar a Kate y matarla, dijeron de llamar a Chris Argent, padre de Allison, para saber que era lo qué pasaba. Pero sinceramente, yo pienso que ni siquiera él sabe nada y que cuando se lo digamos le pillará de sorpresa.
Mi madre me dijo que tenía que estar 1 semana hospitalizada para ver si perdía sangre o se me bajaba el azúcar o tal vez la tensión, en fin, que me quedara para ver si me pasaba algo.
Cada día se turnaban para venir a ocuparse de mi y odiaba eso, ya que ellos tenían sus cosas y yo no quería ser una carga para ellos. Liam quería venir siempre porque él apenas estaba ocupado y quería pasar tiempo conmigo, pero Scott le dijo que no, que sería malo para mi salud.
Malia siempre que venía me contaba que Liam no paraba de hablar de mi y a todos les tenía la cabeza loca, me hacía mucha gracia porque incluso me imaginaba a Liam hablando rápido y a Malia diciéndole que se callara.
Lydia, por otro lado, venía y siempre me traía algo de ropa porque decía que con la bata estaba feísima, me traía maquillaje y me daba algo de color en la cara aunque yo no quería, no me gustaba mucho pintarme.
Kira venía a contarme que Scott estaba muy preocupado por mi y que no se podía concentrar en nada porque estaba hospitalizada y me echaba de menos.
Stiles, en cambio, me alegraba todos los días con sus chistes y sus sarcasmos, también me contaba que echaba en falta nuestros momentos de peleas de hermanos, él también me aseguró que Kate pagaría por ellos y que planeaban algo, tal y como escuché el día que me quitaron esa bonita flecha de mi pierna.
Scott venía y trataba de contentarme en todo, me traía comida basura, la cual es mi favorita, a escondidas sin que los médicos se enteraran. No me contaba nada sobre el plan porque no quería preocuparme, decía que él estaba bien pero yo sabía que no, por lo que me había dicho Kira y Stiles.
Liam, venía y todo era distinto al estar allí conmigo. Cogía y se ponía en la camilla conmigo, abrazándome y ponía una pelicula. Me decía que me echaba muchísimo de menos y que sin mi, la manada era un coñazo. Sacaba el móvil y nos hacíamos fotos, pero yo rechistaba ya que salía fea siempre, él decía que no, que yo estaba guapa siempre, y como no, me hacía sonreir.
Al finalizar la semana, Scott vino a recogerme al hospital para llevarme a casa, yo iba con las muletas porque aún la pierna me dolía y no podía andar bien, solo cogeaba. Todos venían a casa a verme, fingían estar contentos pero en realidad me ocultaban el plan, se les notaba que no estaban nada bien.
Liam subió a mi habitación y yo le dije que me contara el plan que tenían, él fingía no saber nada y yo me estaba cabreando. Vale que no fuera ninguna mujer lobo ni una kitsune ni nada en lo que pudiese protegerme por mi misma, pero yo estaba en ese grupo y debían contar conmigo.
Al día siguiente me quedé todo el día en la cama y Scott no fue a clases para atenderme, pero sé que no le hacía gracia ni dejarme sola ni dejar a nuestros amigos solos. Estuve todo el día callada y pensativa. Tal vez debería dejar esto de lado y mirar un poco más por mi misma.
Estábamos comiendo mi hermano Scott y yo cuando me dijo.
-¿No vas a hablar en todo el día?
-Em... No hay mucho de que hablar.- Respondí.
-Estás pensativa y eso no es nada bueno en ti.- Dijo.
-Scott... Creo que lo mejor será... Es que me vaya de Beacon Hills e irme a la casa de New York... Quiero olvidarme un poco de esto.- Dije mirando el plato de comida.
-¿Qué?- Preguntó escupiendo agua.
-Eso... Tampoco hago nada aquí y lo mejor será que me vaya.
-No puedo dejarte sola y que te pase algo.
-Scott quiero irme y lo necesito. No puedo seguir viviendo aquí mientras que veo como me atacan o incluso planean cosas sin mi.- Le reproché.
-Aria, ¿Estás segura?
-Está todo decidido. Mañana por la noche me voy.
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Get out of me.- Liam Dunbar.
Fanfiction-Soy un peligro para ti, alejate de mi.- Y se fue de allí sin decirme nada más.