Capitulo 6.

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Me desperté mareada y sin saber dónde estaba, al incorporarme en el lugar que estaba echada vi que era la habitación de un hospital, me pareció raro estar ahí pero vi que tenía vendas por la parte de la barriga, por la pierna y noté otra más en el cuello. Rápidamente me acordé de lo que había pasado la noche anterior. Liam me atacó. Me tumbé en la camilla algo entristecida, preguntándome cómo y dónde estaría.

Al rato entró en mi habitación mi madre, Melissa McCall. Empezó a curarme todas las heridas que tenía.

-¿Estás enfadada?- Le pregunté.

-No cariño, él no quiso hacerlo y tú intentabas ayudarlo.- Me respondió. Me miró y dijo- Aria, ¿Te gusta?

-¿Qué?- Yo abrí los ojos.- No no... ¿Por qué?

-Bueno, pasas mucho tiempo con él y solo quieres protegerlo y ayudarle... O te gusta o eres muy buena persona.- Dijo riéndose.- Lo que pasa que también eres muy buena persona con tus mejores amigos y no los tratas asi.

-Mamá, quiero dormirme un rato.- Dije cambiando de tema.

Ella salió de la habitación y yo me quedé pensando en lo que me había preguntado. Me sentía agusto cuando estaba con él, es más, me gustaba estar con él. Tenía una sonrisa y unos ojos preciosos. Pero nunca he llegado a formularme esa pregunta.

Estaba allí en la habitación viendo la tele cuando llamaron a la puerta, dije 'adelante' y entraron todos mis amigos. Lydia apartó a todos y se acercó donde yo estaba, no paraba de abrazarme. Cuando dejó de hacerlo, los demás repitieron la misma acción, yo, a parte de devolverles los abrazos buscaba a ver dónde estaba Liam, lo vi apoyado en la puerta, se dio cuenta de que le estaba buscando, entonces se acercó a mi.

-¿Cómo estás?- Me preguntó algo apenado.

-Bien, me han dado calmantes para el dolor, pero por lo demás bien.

-Aria siento lo que ha ocurrido.

-Liam, no eras tú, además la culpa fue mia por haber tenido esa idea, no te preocupes ¿vale?- El negó con la cabeza.

-¿Puedo hablar contigo a solas?- Yo asentí y les dije a los demás que salieran un momento.

-Me arrepiento muchísimo de lo que pasó. Me descontrolé y mira lo que ha pasado, casi te mato.

-Pero estoy viva y ya podemos estar tranquilo.- Le cogí de la mano y él me la quitó.

-No Aria, soy una bomba humana y jamás podré controlarme, ni con tu ayuda ni sin tu ayuda.

-Liam, si puedes, confía en ti como yo confié en ti el día del partido, sabes que puedes. Hay que esforzarse mucho pero podemos conseguirlo. Si estás conmigo podrás buscar mi voz y tranquilizarte.

-No, nada funciona.

-Tienes que creer en ti.

-Soy un peligro para ti, alejate de mi.- Y se fue de allí sin decirme nada más.

Mis ojos se pusieron cristalinos y la vista borrosa. No veía nada, me levanté de la camilla y fui corriendo a la puerta para ver si estaba allí con ellos pero no, giré la cabeza para la salida y nada. Scott me agarró.

-¿Qué ha pasado?

-Liam... Se ha ido.- Dije llorando.

-No, seguro que no. ¿Qué te ha dicho?- Preguntó.

Le dije todo lo que habíamos hablado y él me abrazó.

Mi madre me dijo que ya me podía ir a casa, pero que no fuera a clases ni nada, que tomara reposo, también me dijo que Scott estaría allí conmigo, pero la verdad es que yo quería estar sola, pensando en Liam. Solo sabía llorar por la forma en que se había ido y porque tal vez podría empezar a sentir cosas por él.

Le llamé para saber dónde estaba pero no me cogía el teléfono, cogí el móvil de Scott e hice lo mismo y nada. Esto empezaba ya a preocuparme. Me senté en la cama porque empecé a marearme, llamé a Scott para que se quedase allí conmigo.

Ya empecé a encontrarme mejor, Scott me trajo un zumo de naranja, al rato, vinieron los demás pero Liam no vino.

-¿Dónde está Liam?- Pregunté.

-No lo sabemos, nosotros también le hemos llamado y no nos coge el móvil.

-Joder...- Susurré.

Cogí de la percha una sudadera, me la puse y salí de mi casa. Scott empezó a llamarme pero yo no iba a pararme, sabía lo que me iba a decir. Alguien me cogió del brazo.

-No puedes ir.- Me dijo Stiles.

-Me da igual lo que digas, es Liam, tengo que protegerlo y voy a ir a buscarlo.- Me solté de su agarre y me monté en el coche.

Primero fui a su casa y escalé por la pared de su habitación. No estaba, busqué algo por su cuarto para ver si decía algo en algún papel o lo que sea y nada, no encontré nada. Fui al campo de Lacrosse, tampoco estaba, luego a los vestuarios, tampoco. Ya no sabía a donde ir.

Le llamé de nuevo para ver si esta vez lo cogía y lo hizo.

-Liam.- Dije yo aliviada.- ¿Dónde estás? No paro de...- Él me corto.

-Te dije que te alejaras de mi, que soy peligroso. Adiós.- Y me colgó.

Le metí un puñetazo al volante, me daba igual si me había roto la mano o yo que sé. Me tumbé en el asiento y de nuevo, me puse a llorar. Necesitaba que estuviera ahí conmigo.

Get out of me.- Liam Dunbar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora