Me quedé dormida en el sofá, y a la mañana siguiente estaba tapada con una manta que seguramente me habría echado Patrice por encima, miré el reloj y eran las 10 de la mañana, fui a mi cuarto y vi que en la puerta estaban las maletas, obvio, Patrice no me dejó ir a mi cuarto porque quería saberlo todo y claro.
Entré metiendo las maletas, no había estado mucho en esta casa, por no decir 1 o 2 veces y que ni siquiera había entrado a esta habitación que supuestamente es la mía, las paredes eran de color blanco con cuadros de New York colgados en la pared, el escritorio estaba al lado de la ventana, y bajo la ventana un pequeño sofá, el armario tenía dos puertas correderas y era impresionante de grande, también tenía una puerta que daba al cuarto de baño, todo era grandísimo para mí. Coloqué alguna ropa en el armario y salí para hacerme el desayuno, vi que Patrice estaba en la cocina limpiando, fui a coger un vaso y ella no me dejó.
-¿Qué quieres? Dime y te lo hago.- Dijo amablemente.
-No te preocupes, yo lo hago.- Le sonreí.- Tengo dos manos.
-Aria, soy la que hace aquí las cosas y siéntate que lo hago yo.- Dijo cogiéndome de los hombros y sentándome en la silla que había en la cocina y yo me quedé allí.
Me preparó un colacao justo en su punto, ni muy frío ni muy caliente y tampoco mucho colacao, también me puso un trozo de tarta de chocolate, la de ayer, y me la comí encantada.
Me levanté de allí y me fui al patio, había una piscina con sombrillas y butacas, cuando veo esto me sorprendo, a mi familia le hacía falta un respiro, sobre todo a mi madre, y por eso con el dinero que cogimos con el Benefactor, compró esta casa y estuvo aquí unos días.
Marqué el número de mi hermano, quería saber cómo estaba y tal. Lo cogió al segundo tono.
-Buenos días.- Dije yo.
-Hola, ¿cómo estás?- Preguntó él.
-Bien, he dormido bien y he estado hablando con Patrice...- Se hizo un silencio, seguramente él estaría asintiendo con la cabeza.- Y... Liam ¿cómo está?- Pregunté.
-Destrozado.- Dijo y yo me sentí de lo peor.- No para de ir a buscarte y yo de ir tras suya, viene a cada hora a casa para saber si estás o simplemente ya se queda a dormir, en tu cama.- Dijo y yo me sentía más mierda.
-Scott... Yo lo siento, necesito un respiro sin que nadie sepa nada y estar... tranquila, sin peligro a mi alrededor, quiero sentirme de nuevo humana.- Dije con lágrimas en los ojos.- Y le quiero y le echo de menos, no puedo estar sin él... Me llamó anoche y yo le dije que no llamase más y que le quería... No creo que aguante mucho aquí...- Dije y de nuevo se hizo el silencio.
-Los demás también preguntan por ti y no para de buscarte, y de preguntarme, me tienen la cabeza loca... Y sabiendo como es Stiles, está en su cuarto buscando teorías y supuestos sitios dónde podrías estar... Aria ¿qué tal si se lo digo?
-No, no puedes, vendrán y me agobiarán con preguntas...
-No coló lo que le dije.
-¿Qué les dijiste?- Pregunté con curiosidad.
-Que fuiste a casa de la tía Ann para ayudarla en un par de cosas y Stiles dijo que no teníamos ninguna tía llamada Ann.- Dijo y los dos nos reímos.
-Tengo que dejarte, quiero salir a dar una vuelta y ver esto.- Dije y él colgó con un 'adiós.'
Me di la vuelta y Patrice sonreía como orgullosa por todo, me encantaba esta mujer, era increíble. Te daba todo tipo de consejos.
Cogí la chaqueta y salí por la puerta, ni siquiera tuve que coger el coche porque quería ir andando, sentir el aire fresco en mi cara.
Veía a toda la gente moverse de un sitio para otro, con prisas, otros que llegaban tarde a las citas con sus parejas, otras parejas sentados juntos desayunando. Todo eso me recordó a Liam, lo estaba pasando mal por mi culpa, quería llamarle y decirle que viniese y que no importaba lo demás pero no podía... Quería separarme del peligro y ya teniendo a un simple hombre lobo al lado no era bueno, no me refiero al hecho de ser un hombre lobo, sino que al tener cerca algo así, el peligro no desaparecería.
Entré a un Starbucks y pedí un capuccino, me senté en la pequeña terraza que había contemplando ese pequeño paisaje. Empezaron a venir recuerdos a mi mente con Liam, nuestro primer beso, nuestra primera cita, la segunda aunque fallida cita por culpa de Kate Argent, nuestra primera foto, nuestra ruptura. Todos los recuerdos se me pasaron por la mente, también pensé en los demás, cómo estaría Lydia, necesitaba saber todo de ellos pero también tenía que hacer un esfuerzo en mirar por mi misma.
Miré el reloj y me había quedado allí como una hora pensando en mis cosas y hablando con Scott por whatsapp. Decidí salir de allí e irme ya casa, pasé por una tienda de ropa que me gustó, entré y me compré un par de tacones y alguna que otra camiseta y pantalón.Después de eso, volví a mi camino a casa.
Al llegar, Patrice estaba algo alterada hablando por teléfono, colgó pero no quise preguntarle porque no me quería meter en asuntos que no eran míos.
-Aria.- Me llamó Patrice.
-Dime.- Contesté.
-¿Te molestaría si viniese un familiar mio a pasar unos días? Serían dos o uno quizás.- Dijo.
-No, claro que no, que venga, hay camas suficiente para dormir y tal.- Le dije amablemente.
Quería saber qué familiar vendría pero se fue a hacer cosas de la casa y no pude. Yo me senté en el sofá y puse la tele, no echaban nada, empezaba a aburrirme eso de estar sola en casa y no hacer gran cosa.
Patrice me dijo que su familiar estaría a punto de llegar y que si llamaban a la puerta abriese sin problema.
Al cabo de 15 o 20 minutos, la puerta sonó y fui a abrir, cuando vi quién estaba detrás de la puerta casi me caigo.
-¿Brett?- Dije sin entender nada.
-¿Aria?- Dijo él en el mismo tono
-Vaya, veo que ya os conocéis.- Respondió Patrice detrás mía.- Aria, Brett es mi hijo.
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Get out of me.- Liam Dunbar.
Fanfiction-Soy un peligro para ti, alejate de mi.- Y se fue de allí sin decirme nada más.