Sehun se encontraba fumando, apoyado en su motocicleta, cuando Kai salió de la guarida del pelinegro, a eso de las tres de la tarde. Había dormido un día entero, bajo la vigilancia de sus amigos, que habían optado por mantenerlo ahí por si volvía a salirse de control.
Chanyeol no se encontraba, pues estaba viendo cómo conseguir un poco de sangre B negativo en caso de que hiciera falta.
Cuando Kai observó al pelinegro, no pudo evitar sentirse avergonzado por lo ocurrido, incluso antes de hacer contacto visual. Pensó en regresar adentro y seguir durmiendo, empero las palabras de Sehun lo detuvieron.
—¿Cómo sigues? —le preguntó.
—Mucho mejor, gracias —dijo Kai, nervioso.
Desde que ambos tenían memoria, sus personalidades los hicieron chocar. De niños, Kai y Sehun peleaban bastante, con Chanyeol como el mediador. A veces, parecía que se detestaban, pero lo cierto era que ambos se querían, como si fueran hermanos. Y como tal, discutían. El apoyo entre ellos, a pesar de todo, era incondicional. Siempre había sido así. De hecho, Kai no podía enumerar las muchas veces que Sehun lo había ayudado, e incluso, las veces que le había perdonado sus errores. Cinco años atrás, el pelinegro le había perdonado un error garrafal. Y era eso precisamente, lo que lo hacía sentirse avergonzado en ese momento. Porque de no haber estado sus amigos para detenerlo y amarrarlo, estaba seguro de que hubiera matado a Luhan o al primero que se le cruzara en el camino.
Aquel muchacho, Luhan, le interesaba, por supuesto, pero solo por su sangre. Aunque, a sabiendas de que Sehun tenía puestos los ojos en él, cualquiera fuera el motivo, se había obligado así mismo a dar un paso atrás, por mucho que deseara su sangre. Y también lo había intentado hace cinco años, con Irene. Hasta el día de hoy, Kai no era capaz de comprender los sentimientos que Sehun había sentido por esa muchacha. No sabía si la consideraba comida o si había llegado a amarla. A veces pensaba, que quizás, no la había querido tanto, pues de otro modo, jamás le hubiera perdonado el haberla asesinado tras un arranque de descontrol. O quizás, Sehun valoraba mucho más su relación fraternal de lo que él creía. Ahora, en cambio, estaba seguro de algo. Si dañaba a Luhan, podía olvidarse de su amigo para siempre; de su hermano. En ese momento, sabía perfectamente que era el rubio para Sehun. Si era comida o si lo quería como algo más, aunque Sehun no lo tuviera claro, Kai sí lo sabía. Lo había notado durante la noche.
—Sobre lo que ocurrió, yo...
—No es necesario que te disculpes. Sé que lo sientes —le dijo Sehun.
Acto seguido, el pelinegro le ofreció un cigarrillo a su amigo, pero éste negó con la cabeza.
—Intento dejarlo.
Sehun sonrió.
—Vaya, eso es nuevo —articuló, para enseguida apagar el suyo.
—¿Luhan...él está bien? —preguntó Kai, luego de un rato de silencio incómodo.
—Si, no te preocupes.
—No quise lastimarlo. Me gustaría disculparme con él...
—Cuando lo veas la próxima vez, dile que lo sientes. Estoy seguro de que será suficiente.
Esta vez, Kai sonrió.
—Cuando me sienta mejor, ya sabes...cuando pueda controlarme y todo este asunto con la mafia Shin se calme, iré a ver a mi hermana. Hace un año que no sé nada de ella.
—Si lo haces, envíale mis saludos.
—Quiero que vengan conmigo. Siempre me pregunta por ustedes.
Sehun asintió.
—Entonces ahí estaremos.
La palabra familia, para la gente como ellos, era ambigua. A veces, hasta resultaba difícil de pronunciar sin sentir rabia, dolor o tristeza. Sin embargo, con excepción de su hermana menor, Kai estaba agradecido de haber escogido la suya. Sehun y Chanyeol, eran los mejores. Siempre podía contar con ellos
...
Esa noche, luego de haber conversado durante la tarde, Luhan y Minho preparaban la cena, juntos, entre risas y jugueteos. En tanto, Wolf se encontraba recostado junto a la chimenea. Nuevamente, las cosas parecían marchar bien en casa. Empero, el timbre los alertó a ambos, pues rara vez recibían visitas. Al acercarse hasta la ventana, con cierto deje de precaución en su semblante, Minho notó que se trataba del camión de encomiendas, por lo que se encaminó hacia la puerta, aliviado de que solo fuera eso. Ahí recibió un paquete. Era para Luhan.
—¿Compraste algo, Lu? —le preguntó al muchacho, a lo que éste negó.
El mayor le entregó el paquete a Luhan y volvió a dirigirse hasta la cocina. Cuando se halló solo, Luhan abrió la encomienda. Se trataba de una caja grande, con otra caja más pequeña adentro, y dentro de esta última, había un pequeño sobre. El contenido del sobre lo alertó, por lo que inmediatamente, tomó el paquete y corrió rumbo a su habitación.
Su corazón comenzó a latir con fuerza cuando nuevamente abrió el sobre. Este contenía una carta y un CD.
No había datos del remitente. La carta solo decía: "espero que lo disfrutes".
Temiéndose lo peor, Luhan reprodujo el CD en su computadora. Todos sus miedos y malos recuerdos, los que creía enterrados, volvieron a hacerse presentes. Era un video suyo, de hace cuatro años. Un vídeo en el que de fondo se oía la voz de su padrastro, Choi Siwon. Recordaba a la perfección aquel día, por lo que no fue necesario seguir viendo. Ya conocía el final de aquel vídeo. El muchacho cerró su computadora con violencia y se acercó hacia la ventana. Allí no había nadie, ni siquiera rastros del camión de las encomiendas. Solo árboles y oscuridad. Sin embargo, estaba seguro de algo...alguien lo observaba.
Hola bonitas! Cómo están?
Nuevo capítulo sopresa! (aunque a esta altura, creo que todos los capítulos son sorpresa JAJAJA) ¿Qué les pareció? ¿Les gustó? Lo sé, este es más corto que los demás, pero igual de intenso y pronto se vienen más cosas! SE VIENE LA VIOLENCIA! LA SANGREEEEE! Pero no se preocupen, que después las compensaré ;)
Nos leemos pronto
owo
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EN LAS MANOS DE UN ASESINO (HUNHAN)
FanfictionUna noche, la vida miserable de Luhan da un vuelco. Frente a sus ojos, una escena que no debió haber visto cambiará su vida para siempre. Aquella noche, un sujeto, un asesino; Oh Sehun, se convertirá en su salvador. O quizás, en más que eso. Una hi...