Una noche, la vida miserable de Luhan da un vuelco. Frente a sus ojos, una escena que no debió haber visto cambiará su vida para siempre. Aquella noche, un sujeto, un asesino; Oh Sehun, se convertirá en su salvador. O quizás, en más que eso.
Una hi...
—Bien, bonito. Así como están las cosas, tienes dos opciones: me obedeces...o desgarro ese lindo cuello que tienes, tal y como hice con ese imbécil. Tú decides. Si decides comportarte, prometo que seré bueno —dijo el asesino.
Luhan temblaba, producto del frío y del miedo, sin saber que demonios hacer en aquel momento. La solución parecía sencilla. No obstante, lo que más nerviosismo le causaba, no era el sujeto amenazante delante de él, sino que la erección que tenía entre sus propias piernas.
¿Qué mierda hago ahora...?, se preguntó el muchacho.
Estaba jodido.
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¡Y así, luego de mil años, comienza una nueva historia!
He vuelto a las pistas, con una escritura más madura y mejorada (eso espero), así que espero que esta historia sea de su agrado.
Ya me conocen, así que está demás advertir que vamos a adentrarnos en terrenos bien turbios owo
