Choi Minho observó a Sehun con furia. Hace mucho tiempo que no se sentía tan molesto como en ese instante. Y es que haber visto al pelinegro con Luhan, a sabiendas de que se trataba de un asesino peligroso, le había hecho hervir la sangre de ira. Desde un inicio, el castaño había orquestado todo para proteger al muchacho, por lo que verlo junto al pelinegro y frente a la posibilidad de que todo lo que había hecho saliera a la luz, se sentía tremendamente furioso.
Durante un año y medio, solo eran él y Luhan. Todo estaba perfecto. No había más problemas en sus vidas. No obstante, no contaba con la repentina aparición de Oh Sehun.
—Dime...¿Cuánto dinero quieres? —habló Choi Minho, con evidente molestia en su mirada.
—¿Qué?
—¿Cuánto dinero necesitas para alejarte de Luhan?
El pelinegro volvió a encaminarse a su moto, dispuesto a marcharse de allí. No estaba para oír estupideces como esa.
—Esto no se trata de dinero, Choi.
—Siempre ha sido una cuestión de dinero, no me vengas con cuentos ahora. Con dinero puedes conseguir toda la sangre que quieras,
—La de Luhan es especial. No voy a alejarme de él.
—Hijo de puta...¿Estás bebiendo de su sangre? —masculló Minho, cabreado a más no poder. Lo que menos había querido era involucrar a Luhan con tipos como el pelinegro y los de su clase —Maldita sea. ¡Si le pones un dedo encima...!
—Bueno, ya es tarde. Le he puesto todos los dedos encima —dijo Sehun, sonriendo con diversión.
Al oír aquello, el castaño sintió como si un balde de agua fría le cayera encima. Se puso pálido, incapaz de moverse de su sitio. De haber tenido una pistola en su bolsillo, la habría vaciado en la cabeza de Sehun sin dudarlo.
—Descuida, Choi. No lo voy a lastimar. Tienes mi palabra.
—¿Qué te hace pensar que voy a confiar en un bastardo de tu clase?
—Te conviene hacerlo, pues así como yo estoy tras la sangre de Luhan, es probable que haya otros en lo mismo. Solo que, yo si sé controlarme y lo sabes bien.
—¿Qué estás diciendo...?
—Solo digo, que si realmente te interesa, cuídalo mejor. De seguro viste las noticias. Lee Donghae está muerto. Yo lo maté. Era el último. En un comienzo creí que se estaba ocultando aquí en Daegu, pero eso no es así, el infelíz estaba siguiendo a Luhan, a pedido de alguien más. Alguien interesado en su sangre.
—Eso no es posible...
—Lo es. La verdadera amenaza, no soy yo. Solo quiero protegerlo, al igual que tú.
Dicho aquello, Sehun se puso el casco y abandonó el estacionamiento, dejando a Choi Minho sin palabras, de pie, en aquel frío y solitario lugar.
...
Mientras observaba las llamas de la chimenea y bebía una copa de vino, a pocas horas de su encuentro con el pelinegro, Choi Minho pensaba en el pasado. Pasado que, con mucho esfuerzo, había intentando olvidar y enterrar para siempre, empero, justo cuando creyó que podía dar vuelta la página definitivamente y ser feliz, Oh Sehun apareció para destruir todas sus ilusiones en cuestión de segundos.
¿Por qué?...se preguntaba una y otra vez. ¿Por qué siempre que intentaba ser feliz llegaba un bastardo para arruinarlo todo? Lo cierto, es que en aquel instante se sentía furioso.
El primero en arruinar todos sus planes y su felicidad, había sido su propio hermano: Choi Siwon.
Y por primera vez en muchos meses, pensó en Lee Taemin. Aquel joven; el amor de su vida. El muchacho que había amado cuando ambos tenían tan solo dieciocho años. El muchacho que le había robado el sueño. El muchacho con el cual había planeado un futuro juntos a pesar del pasado tortuoso de éste. El muchacho que le había sido arrebatado por su propio hermano; a quien odiaba, a quien por eso había mandado a asesinar, para vengarse y acabar con él y su afán por destruir las vidas ajenas. Minho odiaba a su hermano, porque él era el responsable de la muerte de Lee Taemin.
Ahora, sin embargo, tenía a Luhan, a quien quería. Aquel niño a quien su hermano también había destruído. No obstante, con Luhan tenía la oportunidad de hacer las cosas bien. Al rubio podía cuidarlo y protegerlo, podía impedir que lo lastimaran hombres malvados. Con él, podía hacer lo que no pudo hacer con Lee Taemin.
La sonrisa de Luhan le recordaba a la sonrisa de Taemin. Aquella que no había podido proteger. Aquella por la cual, a veces, lloraba durante las noches. Sin embargo, no iba a cometer los mismos errores dos veces. No dejaría que Luhan tuviera el mismo final que su amado.
Lo único que deseaba Minho, era ser feliz y que el rubio también lo fuera. Y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para lograrlo. Iba a protegerlo, con su vida de ser necesario. Y si Oh Sehun representaba una amenaza, no le iba a temblar la mano acabarlo tal y como había hecho con Choi Siwon.
Choi Minho no era malvado, pero cuando quería a alguien, cuando amaba a alguien, lo hacía con tal intensidad, que estaba dispuesto a todo.
Capítulo nuevo recién salido del horno!
Es más corto que los demás, pero lo justo y necesario para entender las motivaciones de Minho. Y en base a eso...¿Qué opinan?
¿Creen que Minho visualiza a Taemin en Luhan?
Dejen sus comentarios! owo
Nos leemos pronto!
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EN LAS MANOS DE UN ASESINO (HUNHAN)
FanficUna noche, la vida miserable de Luhan da un vuelco. Frente a sus ojos, una escena que no debió haber visto cambiará su vida para siempre. Aquella noche, un sujeto, un asesino; Oh Sehun, se convertirá en su salvador. O quizás, en más que eso. Una hi...