CAPITULO 33:

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—Así que... quieres renunciar—comentó Homelander, su tono aún relajado, pero había algo peligroso en su mirada, algo que congeló la sangre del héroe marino.

La incredulidad en profundo fue Clara, Aunque trató de disimularlo, fallando estrepitosamente a causa de tragar en seco. Homelander se había dado cuenta de su propósito, algo que había intentado mantener oculto hasta su salida.

Lo que sea que estaba pasando en estos momentos, lo que sea qué pasaría, no le sentaba bien a profundo.

El líder de The Seven inclinó la cabeza ligeramente, evaluándolo como si fuera un insecto que decidía si aplastar o no.

Profundo pudo descifrar la mirada expectante de homelander, por lo que no tardó ni un segundo más en contestar, ya que aquella mirada podría representar un peligro inminente para su vida.

—S-Sí—tartamudeó El Profundo, incapaz de mirarlo a los ojos—. Yo- yo sé lo que de-debes estar pensando,  Pero… no... yo... yo no... no quise—

Homelander lo interrumpió con un gesto de la mano, su sonrisa se desvaneció, ya sin ganas de seguir intimidando al payaso que tenía frente a sus ojos.

—Sé que piensas que te culpo por lo de Thor— homelander dijo sin rodeos—. Y no estás equivocado.

El Profundo sintió un nudo en el estómago, su corazón palpitaba tan fuerte que le costaba respirar.

¿Acaso iba a morir aquí? Todo su cuerpo se paralizó por un momento, la sensación de una muerte inminente se había sembrado en su interior, sin poder atreverse a mirar, siquiera mover un centímetro de su cuerpo.

—Tu fracaso en recuperar la caja negra nos ha dejado a todos en una situación muy... delicada. Por causa de tu inteligencia hemos perdido un activo muy valioso para este equipo y la empresa. Tu maldita incompetencia ha traído algunas complicaciones, inconvenientes que han afectado incluso las vidas personales de muchos. Se suponía que debías encontrar una simple baratija, y para empezar, investigar sobre todos los involucrados en la recuperación de los restos de la aeronave. Pero querías hacer lo que querías, no apegarte a las normas que hemos establecido como equipo, y pasar el resto del día en un jodido club nocturno de prostitutas y delfines drogados.  —acusó  Homelander, su voz bajando hasta convertirse en un susurro peligroso—. Ahora tenemos que hacer malabares para que ese video nunca vea la luz del día.

La boca de El Profundo se secó. Intentó tragar, pero le resultaba casi imposible. Homelander lo observaba como un depredador acechando a su presa, como un depredador observando a un mosquito molesto.

—Estoy decepcionado—dijo Homelander, sin rodeos—. Pero... te voy a dar una oportunidad. No creo que eches todo a perder otra vez.

El Profundo no pudo evitar sentir una ráfaga de alivio, aunque supo de inmediato que ese sentimiento era equivocado.

Probablemente no saldría bien parado de esto, y había algo que aún no podía entender por el momento.

Sin mencionar que con homelander, el verdadero homelander que Thor desconocía.

Nunca había "oportunidades" con Homelander. Solo amenazas veladas.

—Los Siete están perdiendo efectividad—continuó Homelander, su tono frío—. Y no voy a dejar que renuncies, que arruines aún más nuestra deteriorada reputación ¿Acaso no pensaste en los rumores que podrías desembocar con tu salida repentina del equipo? ¿Qué crees que pensarán las personas tras darse cuenta que no solo Thor, sino que también profundo decidió dejar a the Seven? Sé que eres un completo estúpido pero Dios, tienes que tener conciencia de la situación. —homelander explicaba, mientras negaba con la cabeza antes de recostarse en el asiento.

— además, tú más que nadie sabes que no puedes abandonar esta empresa, Porque si te vas... ya sabes lo que pasará. Sabes cosas que no deberían salir a la luz, como lo de Baltimore. ¿Estás consciente de las consecuencias por tratar de renunciar?

El profundo se paralizó ante los hechos, las palabras de homelander. Muy pocos en la empresa, tanto Héroes como personal, sabían la verdadera capacidad y el alcance que ésta tenía, las cosas que pasaban a puerta cerrada, debajo de la alfombra.

Los siete, a excepción de starlight y Thor, eran conscientes del verdadero poder que vought representaba.

El Profundo abrió la boca, intentando negar, balbucear alguna excusa, pero Homelander levantó una mano.

—No necesito que lo jures, ya lo sé—lo cortó—. Esto es simple: no vas a renunciar. Te necesitamos, y más te vale hacer bien tu trabajo. Afirmaciones de este martes para tu película sigue adelante, y la conferencia también.

El Profundo asintió frenéticamente. No podía hacer otra cosa.

—Y una cosa más—dijo Homelander, inclinándose hacia adelante, sus ojos brillando de una manera que hizo que El Profundo sintiera que iba a desmayarse—. Estás muy... blando. Haz más ejercicio, o la próxima vez que te toque el hombro podría... romperte algo accidentalmente.

Homelander sonrió de nuevo, levantándose y dándole una última palmada en el hombro antes de salir de la oficina.

El Profundo se quedó allí, paralizado, sudando, sintiendo cómo su cuerpo temblaba incontrolablemente. No había escapatoria.

El Profundo permaneció sentado en la silla, su respiración agitada, su mente completamente en blanco. Era como si cada músculo de su cuerpo estuviera paralizado por el miedo. Apenas podía creer lo que acababa de suceder; la amenaza de homelander.

la clara advertencia de que su vida estaba en manos de ese psicópata, lo llenaba de una frustración palpable junto con un terror indescriptible. No había escapatoria, ni siquiera la posibilidad de renunciar lo salvaría.

Intentó calmarse, recobrar el control. Pero cada vez que cerraba los ojos, veía la mirada de Homelander, el peso de su mano en su hombro, como si estuviera probando qué tan fácil sería aplastarlo.

“Debí haber salido antes”, pensó, con amargura y desesperación. Pero salir ya no era una opción. Homelander había dejado claro que no permitiría que lo hiciera.

Renunciar significaba morir.

Se levantó lentamente, tambaleándose un poco mientras se dirigía hacia la puerta. Afuera, el bullicio de la sede de Vought continuaba como si nada hubiera pasado, como si el mundo no estuviera a punto de desmoronarse bajo sus pies. Respiró hondo, tratando de convencer a su cuerpo de que todo estaba bien, que podía superar esto, pero la sensación de amenaza inminente seguía presente.

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⏰ Última actualización: Oct 27 ⏰

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THE BOYS: "Thor" dios del trueno ⚡⚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora