Adagio VII

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"Aquello que no te mata, te hace más fuerte... "

¿Cuál es el límite?

Si, después de tanto tiempo, tu cuerpo cansado, aturdido y decepcionado, ha creado una coraza tan fuerte que ni las lágrimas son capaces de huir. ¿Cuánto debes soportar? Si el peso de callar durante tantos años, una y otra vez, observando cómo los demás te ignoran, pasan y te olvidan...

(Mi ser me dice...)

La vida es una fiesta de disfraces; tuviste que colocarte otra máscara. A nadie parece importarle; no eres lo suficientemente relevante en sus vidas, tienen a otros, eres fácilmente reemplazable. ¿Quién quiere salir con alguien aburrido? ¿Con alguien tosco? ¿Con alguien callado? Eres mala compañía, eres desinteresado, volátil, eres extraño; no sirves para eso.

Dime, ¿Quién te extraña? ¿Quién te escribe? ¿Quién sabe qué es lo que te gusta? No existes porque así lo decidiste, porque eso querías. Ahora no vale quejarse de tus problemas; no valen las excusas, tú elegiste esta vida. ¿Por qué ahora te molesta esto? Tú fuiste el responsable, tú y solo tú, no me dejaste más opción. Quería que todo fuera diferente, pero era la única forma de protegerte. Sin este escudo, ya no estarías aquí. ¿Por qué te extraña? No puedo dejar tu seguridad al azar; tengo que protegerte incluso de ti mismo.

No lo entiendes, debo cuidarte, aunque eso signifique convertirte en lo que eres. Pero debo cuidarte; esa es la única razón de mi existencia...

Sé que puede resultar gracioso, pero este es el tipo de conversaciones que tengo en mi mente, como si mi alma se desprendiera de mi ser. Es mi cuerpo quien habla a través de mí, o a pesar de mí. Sí, es confuso a veces; la alienación, incluso de tu propio ser. ¿Hasta dónde llega esto? ¿Hasta dónde me he orillado a sufrir por voluntad propia, creyendo normal todo aquello que debía sacar, pero decidí guardarlo en lo más profundo de mi mente?

No sé si es real o no, pero ojalá pudieran escuchar; ojalá pudieran escuchar todo lo que me dice, que me tiene al borde de la locura, si es que ya no la he alcanzado. Mi mente es un campo de batalla; los deseos van y vienen. Ni lo banal ni lo carnal son suficientes para apaciguar esta voz que constantemente me recrimina todos y cada uno de los errores que he cometido. Por eso me pregunto, ¿Cuánto más debo soportar?

Buscaba siempre una solución, intentar ser lo más racional posible, y mira...

No hay lugar más frío que la mente de un alma rota; es como si el invierno mismo se extendiera todavía más, y la nieve cubriera de un color todo lo gris, todo lo oscuro, pretendiendo que con su color blanco traerá paz, cuando lo único que trae es más frío y una asfixiante soledad. ¿Cuánto más? Sí, ¿Cuánto más deberás soportar?

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⏰ Última actualización: Oct 28 ⏰

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