Jisung nunca planeó quedar embarazado y mucho menos del jefe de la mafia más peligrosa del país Lee Minho. Ahora atrapado en un mundo de sombras y violencia Jisung no solo debe protegerse a sí mismo sino también al los bebés que lleva dentro. Mientr...
⚠️ Advertencia: este capitulo contiene escenas de tortura si este tema es sensible para ti te recomiendo saltarte esa parte.
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Después de que se llevaron a Woong, los miembros del consejo se acercaron lentamente a la pareja. Doyun permanecía observando desde la distancia, mientras que Changbin estaba alerta escaneando la habitación con la mirada.
Minho se giró hacia los betas del consejo con su voz cargada de frustración.
— Si esta mierda no es suficiente para que no se metan en mis asuntos y sobre como tratar con ella entonces no sé qué más quieren.
Los betas intercambiaron miradas, el peso de la situación cayendo sobre ellos.
— Proceda como considere necesario lider — dijo uno de los betas rompiendo el silencio — Las reglas son claras y hemos visto suficiente para darle todo el respaldo.
Otro beta añadió con un tono más conciliador
— Nuestras más sinceras disculpas por este desafortunado incidente. Prometemos mejorar la convivencia para evitar que algo así vuelva a suceder. Estamos a su disposición para lo que necesite.
Antes de que Minho pudiera responder Jisung intervino con su voz afilada con una irritación palpable.
— Claro que no va a volver a pasar — dijo cruzándose de brazos — De eso me encargaré yo personalmente.
Los betas notaron la firmeza en las palabras de Jisung y bajaron la cabeza en señal de respeto. Mientras tanto Doyun seguía observando al omega desde la distancia, intrigado. Era la primera vez que estaba tan cerca de él. Minho no pasó por alto la mirada de su tío y con un movimiento posesivo atrajo a Jisung hacia sí, colocando una mano protectora sobre su vientre.
— Ya ha sido suficiente por hoy — dijo Minho mirando a los demás — Mi omega necesita descansar.
Los miembros del consejo se retiraron de la sala uno a uno dejando solo a Minho y a Jisung.
Cuando la puerta se cerró detrás de ellos Minho soltó un suspiro y se giró hacia Jisung con sus ojos mostrando una mezcla de alivio y molestia.
— Ahora ¿vas a explicarme qué demonios fue todo eso? — preguntó, su tono marcadamente molesto.
Jisung lo miró con esos ojos que siempre lograban calmarlo, esa mirada que Minho no podía resistir.
— No te enojes… nunca pondría en peligro mi vida ni la de nuestros cachorros — respondió Jisung con suavidad, acariciando su pancita — Sabía que llegarías en el momento justo.
Minho lo observó evaluando sus palabras.
— Entiéndeme — continuó — entro aquí y te veo con un arma apuntándote a la cabeza. Se supone que todo era parte de tu plan ¿y esperas que no me moleste? No sé si debería besarte por lo ingenioso o estar enfadado porque te pusiste en peligro.
