11. Un juego peligroso

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Su discusión se había repetido en muchas ocasiones en su cabeza durante aquellos últimos días.. Estaba enfadada, pero en parte entendía lo que él había querido decir y no podía culparle.

Aquello era un juego. Una lucha que ambos habían empezado y que no había terminado. Lo entendía, porque durante aquellas ultimas semanas ella también había sentido un deseo incontrolable bajo su pecho, tal vez incluso más fuerte que su amor por él. Era muy consciente de que algo les estaba ocurriendo. Algo que estaba fuera de su control. Era por eso que podía sentirle más fuerte que antes, al igual que podía oler su aroma por todas partes. Sus entrenamientos habían despertado algo en ellos, algo primitivo y ambos eran presos del destino.

Había llorado mucho después de aquella discusión, estaba herida, su corazón estaba herido. Pero aun así no había pensado ni un solo segundo en renunciar a lo que tenía. Tal vez porque estaba segura de no poder hacerlo. Al igual que él tampoco, pese a pensar que estaba mal.

Estaban unidos, de una forma u otra. Entendible o no. Él era suyo y ella de él.

No podían hacer nada, estaba segura de que no estaba en sus manos el cambiarlo o no. Era simplemente así. Algo en su interior le decía que era así. Y lo había aceptado, pese al dolor, pese a ser consciente de que aquello no podría hacer otra cosas que dañarlos. Lo había aceptado. Porque él era suyo.

- Pan, deja de soñar despierta de una vez!- Exclamo Bra.

Pan volvió en si al escuchar aquellas palabras y miro a Bra con una sonrisa en los labios.

Era sábado por la mañana, con lo que ya hacia cuatro noches que ella no acudía a su encuentro con Trunks. La primera noche la había pasado llorando, las siguientes recapacitando y en parte castigándolo un poco.

Estaba deseosa por verle, ardiendo en deseos de volver a enfrentarse a él y a la misma vez de besarle. Era una mezcla extraña de amor, lujuria y poder.

Por eso, aquella mañana, Pan había accedido complacida a la invitación de Bra para ir a su casa con sus amigas.

Así que allí estaba, en una de las tumbonas de la piscina, acompañada por Bra, Aoshi, y dos amigas de Bra de la universidad. Esperando a que él apareciera.

Se levanto de la tumbona y se encamino al borde de la piscina, para sentarse junto a Aoshi, quien en aquellos momentos estaba allí sentada mojándose los pies, mientras que Bra y sus amigas, estaban dentro de las piscina.

- Estas muy callada esta mañana, Pan, incluso para ser tu.- Le dijo Bra.- ¿Te pasa algo?

- No, claro que no.- Contesto ella.- Solo estaba tomando un poco el sol.

- Eh, Bra, veremos hoy a tu hermano?- Le pregunto una de sus amigas con algo de malicia.

Pan sonrió ante aquella pregunta y sus ojos se clavaron en la amiga de Bra que la había echo. La examino inconscientemente. Cabellos rubios, ojos acules... era habitual que las amigas de Bra fueran guapas y sin duda ella lo era. Pero era débil, como todos los humanos.

Pan agito la cabeza ante aquel pensamiento. Si seguía pensando cosas como aquella acabaría por parecerse a Vegeta.

- ¡Es tan guapo!- Comento la otra.- Es una pena que durante la fiesta no se dejara ver demasiado.

- Me temo que mi hermano a tenido que ir a las oficinas centrales esta mañana temprano. Pero seguramente este apunto de llegar.

- Dinos, Bra, como es que aún no tiene novia?

- Pues no sé.- Dijo ella que discretamente le dedico una corta mirada a Pan.- Tal vez no haya encontrado a la adecuada.

Pan sonrió ante aquella mirada cómplice de su amiga y después miro a Aoshi, quien también estaba mirándola.

Luchando Contra El Deseo ✓ (Trunks x Pan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora