CAPÍTULO XI

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"Keisy hoy es sábado, y es el día que me he comprometido con Katly y las chicas para salir de compras... Mi mamá me ha dado un poco de dinero, no se servirá para comprar algo de marca, pero lo utilizaré por lo menos para comer. Espero que las chicas no piensen nada mal de mí. Como extraño todos los lujos que antes tenía, todo era tan diferente a ahora; ahora me toca limpiar la casa, cocinar, y además tengo que cohibirme de salir a fiestas cada fin de semana. Nada está bien en mi vida, ni siquiera mi amistad con Patrick... Pero eso no es lo que importa en estos momentos, ahorita lo importante es pasarla bien en el centro comercial, y comportarme como una chica rica que no le importa gastar (aunque no sé si eso será posible). Querida Keisy tengo que despedirme de ti, iré escoger el vestido, los zapatos y accesorios que usaré, espero escribirte lo más pronto posible".

Att: Maraya G.

Mientras Maraya comenzaba a sacar del armario todos sus vestidos, sonó la puerta.

- ¿Quién es? - dijo Maraya.

- Soy tu madre ¿puedo pasar?

- Emmm sí, pasa.

- Hija vine a avisarte que ya está servida la comida.

- Ok, ya voy. Espero que sea un poco pasable.

- Hija por favor respeta, la comida la hizo tu abuela y no quiero que cuando vayas al comedor hagas algún mal comentario...

- Y si lo hago ¿qué pasa?

- No vas al centro comercial.

Maraya definitivamente no se esperaba en lo absoluto esa respuesta, así que sólo hizo silencio, con sus ojos café que ardían del disgusto. Luego de unos segundos de encuentro de miradas entre madre e hija, Caroline salió de la habitación y minutos después Maraya se sentó a comer.

- Hola Maraya ¿qué te pareció la comida?

- Está...

- Maraya responde - dijo la mamá.

- Está normal.

- ¿Normal? ¿Qué significa normal? - preguntó la señora Úrsula.

- Que... Sabe bien.

- Me alegra mucho que te haya gustado, la preparé con todo mi cariño especialmente para ti.

Maraya no sabía que decir, a ella no le había gustado la comida, pero de ninguna manera diría que no le había gustado; ella sabía lo que pasaría si expresaba lo que en verdad pensaba...

Aproximadente a las 3 p.m.

- Ya sé que me pondré - pensó Maraya, - ¡ya es tarde! El tiempo pasa volando, me arreglaré rápido porque ya las chicas deben estar esperándome...

A las 4 p.m.

- Chao mamá, yo entro sola.

- Hija ¿de verdad no quieres que te acompañe?

- No, ya estoy grande.

- Ok, entonces chao.

Al llegar a una de las tiendas Maraya vio a Katly y a las demás comprando y allí se saludaron.

- Hola Mary ¿lista para recordar viejos tiempos?

- Hola Katly, sí supongo - dijo Maraya, estando por dentro muy angustiada por el dinero.

- Empecemos Mary ¿qué te parece ir a la Gucci primero?

- ¿A la Gucci? - dijo Maraya desesperada.

- Sí, a la Gucci ¿algún problema?

- No, ninguno... Es que estoy un poco fuera de onda.

- Ok, ¿vamos?

UNA VIDA NO TAN PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora