CAPÍTULO XIX

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Un mes después.

- No puede ser, ¿Pero por qué todas éstas cosas? ésto es lo peor... - todas éstas palabras salían de la boca de Maraya luego de enterarse que...

Era lunes por la tarde cuando Caroline estaba limpiando su nuevo lugar de empleo y escuchó que una puerta se abría. Fue algo extraño debido a que esa habitación siempre estaba sola, sin ningún ruido.

- Buenas - escuchó que alguien decía.

Caroline hizo silencio, estaba asustada pensaba que la estaban espantando así que no respondió. Al instante oyó que la señora de la casa, la señora Mirian, gritaba - Hija ven un momento, necesito que me hagas un favor.

- Con que era la hija de la señora - pensó Caroline, - estuve a punto de conocerla, será en otra ocasión.

- Katly necesito que vayas y le digas a la señora Diana (la vecina) que por favor me devuelva las llaves del auto que le presté, tu tía lo necesita para hacer unas cosas así que anda y dile.

- Mamá pero ¿por qué yo? ¿por qué tengo que ir yo? ¿no tienes empleados para eso?

- Anda y dile, por favor Katly.

- Está bien, voy.

- Mamá aquí están las llaves - dijo Katly luego de llegar de que la vecina, - ahora sí puedes ir al cuarto de visitas a buscar lo que ibas a buscar.

- Ok, ¡ah! y por cierto...

Katly la interrumpió - No me vuelvas a mandar, no quiero hacer más nada por favor ¡ya!

- Bueno, anda.

Y volvió a sonar la puerta del cuarto de visitas. Esta vez Caroline decidió ir a ver que pasaba.

Y fue allí donde se encontraron Katly y Caroline.

Katly y Caroline se conocían, ya que Katly era la antigua amiga de Maraya, y algunas veces Katly había ido a buscar a su hija a su casa por lo que ya se habían visto. Sin embargo, Caroline nunca había conocido a la familia de Katly y por eso fue que aceptó trabajar en esa casa.

- Señora Caroline ¿qué hace usted aquí? y limpiando...

- Hola ¿qué tal, cómo estas? y no sabía que esta era tu familia, me alegra verte. Oye no te he visto más por la casa con Maraya.

- ¿Qué? ¿con Maraya? ella ya no es mi amiga.

- ¿Cómo? ¿pero por qué?

- Por cosas señora, quiero hacerle una pregunta ¿qué hace una persona de la alta clase y con tanto dinero limpiando, y en mi casa?

- ¿Maraya no te había dicho nada?

- ¿Qué tenía que decirme?

- A su padre lo despidieron y desde entonces he estado buscando trabajo, me despidieron y ahora he conseguido trabajar aquí en tu casa.

- Ya veo... dijo Katly - llena de de emoción y malicia.

Te he atrapado Maraya nos mentiste durante todo este tiempo a mí y a las chicas, por eso estuviste muy extraña durante los últimos meses. ¡Claro ahí está! por eso fue que no quisiste comprar ropa en el centro comercial, y ya casi no ibas a las fiestas... para todo tenías excusas. Pero todas tus verdades serán reveladas. En poco tiempo serás el hazmereír del colegio y ya nadie querrá estar contigo y menos con una pobretona mentirosa.

Caroline simplemente estaba un poco intrigada de saber por qué Maraya y Katly habían terminado su amistad. Pero al mismo tiempo estaba feliz de que el lugar donde había encontrado trabajo fuese un hogar de confianza, así que decidió contarle a su familia.

Al llegar a su casa.

- Hola Dani a que no sabes a quien me encontré.

- ¿A quién? - preguntó Daniel.

- A Katly.

- ¿A Katly la amiga de Maraya?

- Sí, ella misma, aunque me dijo que ya no son amigas.

- Que raro... Maraya siempre ha sido muy amigable con ella ¡es extraño! - dijo Daniel.

- ¿Crees que deberíamos preguntarle por qué?

- No, mejor no; debe estar molesta como siempre. Mejor cuéntame ¿en dónde la viste?

- Adivina, la vi en la casa donde trabajo.

- ¿Qué, qué? ¿en dónde trabajas?

- Sí, resulta que trabajo en la casa de Katly y su familia.

- ¡Qué coincidencia! Maraya quizás se alegre un poco al saber que no estás trabajando en cualquier casa.

- Sí, supongo; aunque me parece un poco extraño que cuando hablé con Katly ella quedó como impactada de verme.

- De seguro son cosas tuyas Caroline.

- Eso debe ser, estoy un poco loca.

Mientras ellos hablaban Maraya estaba en su cuarto viendo televisión y en eso se le ocurre escribir en su diario...

"Querida Keisy durante este mes he mejorado mis calificaciones y todo gracias a Patrick, él me ha ayudado en todo, me ha apoyado en las clases y siempre está ahí cuando estoy a punto de rendirme en las tareas y exámenes más difíciles. Estoy segura que de ahora en adelante mi vida será mejor, el director ya no me va a quitar la beca, lo que significa que me quedaré en el colegio; y que tampoco le dirá a mis padres. Lo único que no me gusta de mi vida son mis padres, mi mamá consiguió un trabajo nuevo, ya que la habían despedido, pero lo peor es que su nuevo empleo es otra vez de ama de casa. Y mi papá sigue vendiendo periódicos. Ya no soporto vivir así. Sé que en algún momento todo pasará, yo creceré y tendré mucho dinero, pero por ahora me toca vivir de esta manera, aunque no es justo para mí, tendré que lidiar con este estilo de vida como lo he venido haciendo durante estos últimos meses. Con esto me despido, escribiré lo más rápido y pronto posible, adiós Keisy".

Att: Maraya G.










UNA VIDA NO TAN PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora