CAPÍTULO XXXV

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- Hija ¿ya despertaste?

- No, estoy dormida.

- Que graciosa, levántate ya.

- No quiero, pero sé que me levantarás así yo no quiera.

- Me conoces muy bien hija.

- Lo sé mamá.

Al estar todos en el comedor.

- ¿Hoy tienes evaluaciones?

- Sí, supongo.

- ¿Cómo que supones?

- Es que...

- ¿No has estudiado? ¿es eso?

- No quiero hablar de eso.

- Maraya ¿por qué no estudiaste?

- Papá no he podido.

- ¿Cómo que no has podido? tú no tienes más obligaciones que estudiar.

- Lo sé, pero no he podido.

- Pues a partir de éste momento te concentrarás en estudiar, y dejarás de salir cada día como lo has hecho últimamente.

- Eso no lo aceptaré. Si quieres me aplico más en los estudios, pero dejar salir no, eso no.

- Entonces debes mejorar en un mes, si sigues así durante las próximas semanas, estarás castigada ¿ok?

- Está bien, mejoraré en el colegio.

Daniel se fue y Caroline empezó a hablar con su hija.

- ¿Hija cómo vas en tu relación con Katly y ellas? - dijo Caroline.

- Mamá lo mejor es no hablar de eso, ellas no me dan más que tragos amargos.

-  Ok, está bien, no hablaré de ellas. ¿Mi niña y eso que no he visto más a Patrick?

- ¿Patrick? - dijo Maraya estupefacta.

- Sí, él mismo.

Maraya esperó unos segundos, mientras pensaba que inventar hasta que se le ocurrió algo.

- Éee - ll está bien.

- Me alegra mucho, ¿y por qué ya no viene a visitarte?

- Es que ha estado muy ocupado.

- ¿Y eso?

- Mamá tú y tus preguntas de policía, acaso crees que soy guardaespaldas.

- No, claro que no. Lo que sucede es que yo pensé que eran muy amigos.

- Sí mamá, tú piensas mucho lo sé.

- ¡Hija! - dijo Caroline tratando que Maraya dejase de hablar.

- ¡Ya me callo mamá!

- Jajajaja - rió Caroline.

- Mejor me voy al colegio que tengo bastantes evaluaciones.

- Y a mí me toca limpiar y hacer comida, supongo. Debería comenzar a buscar un trabajo.

- Muy buena idea - dijo Daniel.

- Pero que no sea en casa de Katly, por favor - dijo Maraya.

- Tranquila hija, que ni yo quiero volver a esa casa.

- Gracias a Dios.

- Bueno, mejor ve al colegio. 

- Sí mamá, adiós.

UNA VIDA NO TAN PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora